Una crónica de: @MiedoEscenico2
Como decía @pepo2204 en su Previa, llegaba otro Déjà-Vu al recorrido del Real Madrid en esta temporada, esta vez jugando el segundo partido consecutivo frente al Elche, tras la clasificación agónica vivida el jueves frente a los franjiverdes en el Martínez Valero. Para este duelo de la jornada 22 de Liga, Ancelotti introdujo hasta seis cambios en relación al once que inició el encuentro de Copa, con Courtois en la portería, Lucas, Militao, Alaba y Mendy en la línea de atrás, los incombustibles Casemiro, Kroos y Modrić en la cocina del juego, y, arriba, Vinicius acompañado del regreso de Benzema y la sorpresa de la alineación, la aparición de Hazard, tras su gol de la victoria del jueves.
Una gigantesca camiseta con el número 11, que tantas veces llevó a la espalda nuestro llorado Don Francisco Gento, abría un homenaje repleto, como no podía ser de otra manera, de éxitos en forma de títulos, como mejor manera de honrar su memoria. Todo el equipo saltó al césped con la camiseta con el número 11 y el nombre de Gento a la espalda, en un gesto magnífico. Un minuto de silencio atronador, con un cuarteto de cuerda entonando una música inolvidable, acompañado de enormes lonas que destilaban agradecimiento, emoción y admiración, supusieron el justo reconocimiento al extremo cántabro, y también dieron paso al pitido inicial.
El partido empezó con dominio del Real Madrid, y el Elche bien colocado atrás. A los diez minutos, una combinación entre Benzema y Vinicius fue detenida sin muchos problemas por el portero ilicitano. De Burgos Bengoetxea, desde los primeros minutos, dejó claro que iba a hacer un arbitraje a la inglesa, tolerando todas las faltas y contactos y aplicando la ley de la ventaja con un criterio algo laxo, que es algo que siempre beneficia al equipo que más pega. En el minuto 14, Kroos remataba desde fuera del área y el disparo salía fuera por poco, después de un buen pase de Hazard y una interesante combinación del equipo. El Real Madrid hacía intentos de transición rápida, pero el Elche se replegaba también con velocidad, y pronto poblaba el área con muchos jugadores. En el minuto 20, se lesionaba Tete Morente después de hacerle una falta a Casemiro, y entraba en su lugar Fidel. Mientras tanto, los intentos de Vinicius por la banda izquierda eran abortados sistemáticamente, ya fuera con faltas o con agarrones, por Helibelton, cuyo nombre solamente es probable que se ponga en el registro tras una noche interminable de mojitos, lujuria y reggaeton.
En el minuto 27, un gran pase en largo es pinchado por Benzema y rematado centrado por el francés, pero Badía sacaba el balón. Tras una jugada de ataque, y a la media hora, Casemiro remataba duro y raso, pero el cancerbero del equipo ayer de negro volvió a sacar el balón, esta vez con el pie. Un par de minutos después, al fin pareció abrirse algo de luz, y el hijo de la lujuria, el mojito y el reggaeton hizo penalti a Vinicius de una forma clara. En contra de lo que podía esperarse, Benzema falló su primer penalti en los años que lleva en el Real Madrid, intentando colocarlo donde nunca lo coloca, y lo mandó por encima de la portería a una señora de la grada. Mal momento para regalos así.
Imagen: realmadrid.com
En el minuto 42 de juego, Fidel aprovecho la salida de Lucas Vázquez a por Mojica, siempre abandonado por Hazard cuando había que defender, y encontró el espacio a su espalda. Llegó allí, y aunque Casemiro trató de evitarlo, consiguió centrar y encontró a Lucas Boyé en el área para rematar de cabeza solo ante Courtois, abandonado su marcaje por David Alaba, estableciendo el 0-1. El Real Madrid reaccionó con furia ante el gol y Mendy, en una jugada en la que se plantó en el área tras una pared con Benzema, remató fuera, tras rozar el balón en el guante de Badía, aunque de Burgos no señaló córner. Durante los siguientes minutos, el biónico lateral francés estaba desencadenado y llegaba a cualquier sitio en cualquier momento, aunque con la misma efectividad que si no lo hiciera. Ya en el descuento, Benzema volvió a rematar a las manos de Badía y, en el minuto 49, Toni Kroos mandó una falta directa a la escuadra, pero el portero Badía volvió a despejar a corner una vez más. La primera parte acabó con un remate de cabeza de Casemiro, a centro del mariscal alemán, que también detuvo el portero.
El descanso dejaba las claras que el partido se estaba decidiendo más por jugadas puntuales que por otra cosa, porque el Real Madrid había demostrado dominio y llegada, pero el portero ilicitano y un error defensivo le condenaban a ir perdiendo 0-1. El inicio de la segunda parte trajo como jugada novedosa el ver a Mendy conduciendo el balón por el área del Real Madrid, de un lado al otro, y hacer que los desfibriladores empezaran a aflorar en las gradas del Bernabéu.
Imagen: realmadrid.com
A los 5 minutos, De Burgos Bengoetxea señaló un penalti sobre Hazard muy dudoso, porque no sabíamos si había sido por el empujón que Diego González le propinó desde atrás, o por el posible contacto que el hijo del lujurioso reguetonero le había hecho por delante. El caso es que el árbitro vasco fue a consultarlo al VAR y, al final, se arrepintió y no lo concedió. En el minuto 54, Eder Militao vio la primera tarjeta amarilla del partido, para no perder las buenas costumbres, aunque, a esas alturas, el Elche llevaba más faltas que el Real Madrid. En el minuto 55, Benzema comenzó a sufrir molestias en la parte trasera de su pierna izquierda, y fue sustituido poco después por Jovic, del que diremos que su jugada más meritoria, desde ses momento hasta el final del partido, consistió en salir de la presión de dos rivales en el corner y poco más. A la hora de partido, una jugada larga de ataque del Real Madrid acabó con un remate alto de Kroos con la pierna izquierda, que fue la antesala de su cambio, dejando su puesto a Rodrygo.
Un remate alto de Lucas Vázquez y otro fuera de Vinicius, tras una buena jugada entre Hazard y Modrić fueron de lo poco destacable que hizo el Real Madrid en los siguientes minutos, tras una serie de llegadas acompañadas, en la zona de remate, por un apagón considerable de fusibles. Y, a falta de un cuarto de hora, se acabó de consumar la tragedia: un error defensivo de Mendy permitió a Pere Milla encontrar un espacio por el que plantarse cerca de Courtois, y cruzar el balón al fondo de las redes estableciendo el 0-2. Apenas un par de minutos, después Lucas Vázquez sacó un corner y Casemiro remató al larguero, evidenciando que el Madrid no tenía el día.
Imagen: realmadrid.com
Ancelotti quemó las naves, dando entrada a Valverde y a Isco por Lucas Vázquez y Hazard, y el equipo continuo su asedio con más espíritu y empuje que cabeza y habilidad. Vinicius lo intentaba sin cesar y perdía balones sin cesar, Mendy entraba por aquí por allá, pero todas esas llegadas no servían de mucho y, a falta de diez minutos, la percepción era que se escapaban los tres puntos para Elche.
En el minuto 82, un córner sacado por Modric fue peinado por Alaba, y desviado de manera evidente por el brazo de Pere Milla, claramente despegado del cuerpo, aunque el árbitro no se dio por enterado hasta que desde el VAR le avisaron y fue a revisar la jugada. Decretó el penalti y Modrić, con la templanza que dan los años, colocó el balón suavemente al lado contrario de donde se tiró Badía, marcando al fin el 1-2. El equipo blanco continuó con su asedio machacón, intentando llegar por un lado, por el otro o por el medio, pero sin conseguir el fruto de lo que buscaba. El Elche despejaba sin contemplaciones y obligaba al equipo de Ancelotti a reiniciar cada jugada desde muy atrás, pero, ya iniciado el periodo de descuento, un centro de Vinicius desde la izquierda se encontró con un coloso surgiendo de entre quince jugadores, y Militao, de cabeza, espectacularmente, consiguió en el último aliento el empate a dos y, al menos, salvar un punto.
Imagen: realmadrid.com
El árbitro señaló el final y lo cierto es que, a los madridistas, nos quedó la sensación de que, por un lado, el equipo no había tributado el homenaje merecido alguien como don Francisco Gento, pero también que se había encontrado con un portero bastante inspirado, aparte de dos remates a los palos. El caso es que el equipo blanco ha desaprovechado la oportunidad de meter más ventaja ante los fallos de sus perseguidores, y que una vez más se ha estrellado contra un equipo bien organizado defensivamente y con pocos complejos a la hora de dificultar y frenar la capacidad ofensiva del Madrid. Esperemos que, poco a poco, Ancelotti vaya encontrando fórmulas para superar este tipo de defensas, que va a ser poco probable encontrar en Europa, pero van a ser el pan nuestro de cada día en esta Liga que no debería escaparse.