El OjO Al Blanco del Zalgiris 59 – 74: La hora de los secundarios

Una crónica de: @Javirodespi – planetacb

¿Qué pensarían si les digo que ni Sergio Llull, ni Luka Doncic, ni Rudy Fernández, ni Anthony Randolph, ni Felipe Reyes pudieron llegar a anotar cada uno de ellos diez puntos? Pues seguramente creerían que el Madrid lo pasó muy mal e inclusive que era muy factible que podían haber perdido el partido. Sin embargo, ahora miren el marcador y verán una victoria, en teoría, fácil, con quince puntos de ventaja. Pues ya tienen gran parte de conocimiento sobre lo que pasó en la pista en un día que tocó la hora de los secundarios.

La religión a ritmo de himno

Jugar en el Zalgirio Arena está al alcance de pocos privilegiados, pero presenciar un partido allí, tampoco está al alcance de muchos en un país del tamaño de Galicia y con aficionados que tienen como deporte rey al baloncesto por encima del fútbol. La interpretación del himno al principio, la afición animosa pero respetuosa e inclusive gritos del país con Lie-Tu-Va, Lie-Tu-Va, nos deja bien claro que allí nuestro deporte es más que eso, es una religión.

Juguemos por dentro – Juguemos por fuera

El Madrid empezó poniendo de titular a Jeff Taylor con objeto de parar la producción de Westterman y no le salió bien porque el sueco se cargó rápidamente de faltas que le sacaron totalmente de partido. Sin embargo, ello no alteró el juego del equipo que presumía de un gran movimiento de balón en el 5×5 y donde pudimos asistir a situaciones de dentro-fuera-dentro donde los grandes beneficiados eran dos jugadores que cada día se llevan mejor: Felipe Reyes y Gustavo Ayón.

La reivindicación de Lima

Contábamos ayer que Maciulis estaba fastidiado por no asistir a jugar contra su ex por culpa de esa maldita amigdalitis, pero tuvo buena contraprestación en el bando contrario con el cedido Augusto Lima que, sin ver muchos partidos del Zalgiris, podemos estar en disposición para afirmar que jugó su mejor partido en tierras lituanas, demostrando que sigue en plenitud física como lo demuestra su timing de salto para taponar o rebotear, pero con mucha mejora en el juego de pies en el poste bajo y que trajo más de un problema a los pívots madridistas, su segundo y tercer cuarto estamos seguros que acabó bien anotado por los scouters del Real Madrid y que sirvió para que los de Kaunas siguieran con muchas opciones de pelear por la victoria.

Hunter y el aprovechamiento

Seguramente a Othello Hunter no podamos meterle en la categoría de secundario en el Real Madrid, casi estaríamos por asegurar que, al día de hoy, es el tercer pívot con más confianza de Laso tras Ayón y Reyes. Hoy volvió a demostrar el porqué gracias a su gran actuación desde ese trabajo que está empezando a dejar de ser oscuro en sus peleas bajo el aro, para empezar a demostrar polivalencia en un tiro de 3-4 metros que empieza a causar más de un problema a los rivales, sus 14 puntos y 6 rebotes, el mejor de los blancos en esos dos apartados básicos, nos da una idea de lo que aporta a este conjunto y la muestra de que estamos ante uno de los pívots, modelo «Laso».

Trey Thompkins le quitó el puesto a Randolph

Y volvemos a lo que dijimos en el primer párrafo del OjO, fue el día en que el Madrid, dominador del partido pero no del marcador hasta el principio demoledor del último cuarto con un 0-14, dejó bien claro que los secundarios juegan y mucho, ahí vamos a poner como estrella principal a Trey Thompkins, que se echó al encima al Madrid en el último cuarto con su gran «muñequita linda» y que le ha quitado el puesto en la rotación a un Anthony Randolph que volvió a dejar dudas de su aportación, jugando poco más de siete tristes minutos, sin anotar ningún punto y, por lo menos, cogiendo tres rebotes, algo que se antoja completamente insuficiente para un jugador de su valía.

Los buenos también descansan

En esta ocasión no podemos hablar de un buen partido de Llull o de Doncic, salvo alguna acción individual, se les notó fallones en ataque y sin crear demasiadas acciones positivas para el equipo en el juego de conjunto, algo así podríamos decir de Rudy Fernández, sin embargo, su gran actuación en la «parte de atrás» con su rapidez de manos para robar balones, o sus colocaciones defensivas en bloqueos o tapando líneas de pase nos impide meterle en este grupo de «descanso» y hablaremos más bien de un «reposo activo».

Así terminamos hoy, volvemos el domingo con todo un Real Madrid – Valencia Basket y, sobre todo, no se pierdan lo que nos espera el lunes 23, un nuevo Planetacb les está esperando y les prometemos que no van a quedar defraudados, así que, por favor, sigan sonriendo.