Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com
Tres días de esfuerzo supremo, un cuarto de celebraciones, un quinto para entrenar, un sexto para viajar y un séptimo para ganar, así ha sido la agenda durante siete días de un Real Madrid que vuelve a enganchar, a gustar, a enamorar y, sencillamente, a deleitar con su juego rápido, no exento de riesgo y con las piezas mostrando cada vez más engranaje como ha demostrado hoy, dando un paso de gigante en búsqueda de una clasificación para playoffs que, tras lo visto, no se entiende de forma utópica ni mucho menos. Vamos con nuestro OjO Al Blanco, el que nos cuenta la cuarta victoria del Real Madrid en siete días.
Los sacrificados en el exilio
Este título parece sacado de alguna película de la Segunda Guerra Mundial, pero nos referimos a los dos jugadores que Pablo Laso dejó fuera de convocatoria, ni Ndour ni Doncic fueron de la partida en el exilio al que fueron llevados por el Brose Baskets, cambiando su cancha habitual de juego, por otra que dista más de 60 kilómetros por aquello de tener más presión por parte del público (en Nuremberg), estrategia que ya usó el Khimki en su día y que a ambos equipos les ha dado el mismo resultado.
La enésima oportunidad perdida
Pablo Laso volvió a confiar en Thompkins para recuperar su estado anímico por enésima vez, tras quedar fuera una y otra vez en las convocatorias ACB y ver toda la Copa desde la grada y, nuevamente, le volvió a defraudar, una endeblez en su intento de pelea en la zona que se saldaba con robos fáciles para el Brose, malas lecturas defensivas y una concatenación de errores que, unido a un pésimo comienzo blanco en la defensa exterior e interior, puso un tremendo 12-0 que hacía presagiar un partido mucho peor para las huestes blancas. Cierto es que el técnico volvió a confiar en el norteamericano en el comienzo del tercer cuarto y, por enésima vez, siguió sin dar el nivel, mientras Willy Hernangómez veía todo el partido desde el banco.
Hasta Felipe era alero tirador
¿Saben cómo volvió el Real Madrid a meterse en el partido? Con su arma más mortífera, tanto cuando la mete, que es letal para el rival, como cuando falla, que se convierte en su inmolación más absoluta: El triple. Los blancos no anotaban de dos, solo había triples, con especial mención a Llull que acabó la primera parte con 5/6 para acabar con 6/8, e incluso Felipe Reyes que se permitía realizar un “catch and shoot” desde 6.75, pareciendo un alero cualquiera y que lo aderezaba con las faltas que recibía en el poste bajo con sus tiros libres, ellos dos fueron la clave de que el partido siguiera más que vivo que nunca cuando nos fuimos al descanso con un punto arriba los blancos.
El amigo de todos: Augusto Lima
Si uno habla con Augusto Lima, se le nota feliz y contento, un tipo que tiene el optimismo por bandera, pero eso no vale para jugar en el Real Madrid, en este conjunto, lo que se necesita sobre todo, es espíritu de equipo, y él se está encargando de demostrar que lo tiene a pasos agigantados, de su boca siempre salen palabras de que “es un lujo tener a estos jugadores alrededor” y hoy lo ha vuelto a hacer, su simbiosis con sus compañeros está siendo cada vez más alta y él lo agradece con canastas bajo el aro tras recibir la asistencia perfecta, con especial mención al Chacho (10 dio hoy el canario) o en perfecta comunión con su aliado en el poste bajo, pero no solo en ataque, en defensa es el último escalón que tan difícil es de rebasar cuando llega el atacante dispuesto a anotar tu canasta, cierto es que todavía tiene problemas en los desplazamientos laterales, pero eso solo tiene una cura: trabajo.
Darius Miller y Zisis casi nos la lían
El Brose Baskets estuvo a punto de sufrir una rotura de difícil recuperación cuando al Real Madrid le entraban todos los triples, sin embargo pasaron dos cosas fundamentales para su nuevo enganche, en primer lugar un Darius Miller espectacular que se permitió el lujo de anotar tres triples sin fallo para que su relevo fuera cogido con Nikos Zisis que demostraba que su muñeca tiene cuerda para rato. Todo ello originó la llamada al orden de Laso y con una única indicación para la defensa: “Solo 1 x 1”, haciendo referencia que no era un tema de ayudas sino de piernas para seguir a tu par, no busquen complicados entramados tácticos.
Un final agónico y tranquilo
En esta ruleta que nos estamos acostumbrando con cada final que juega el Real Madrid, esta vez, no pregunten el por qué, estábamos un poco más relajados de lo habitual, suponemos que será por las grandes emociones vividas últimamente, pero lo peor es que tuvimos razón, el Brose tuvo un par de oportunidades para ponerse por delante y no lo consiguió, e inclusive, con una jugada de pizarra ideada por Trinchieri, solo se encontró un inconmensurable tapón de Gustavo Ayón que finiquitó el partido para los blancos y el balance de 5-3 en el casillero, paso de gigante para los de Pablo Laso.
Así terminamos por hoy, volvemos el domingo con todo un Valencia Basket – Real Madrid, mientras tanto, disfruten de las mejores jugadas del partido.