Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
Valorar el partido del Real Madrid desde un punto estrictamente de juego, se nos haría muy cuesta arriba para encontrar lecturas positivas, sin embargo, si echamos el OjO a otros aspectos como la lucha, el no venirse abajo, el creer en la victoria, quede el tiempo que quede, pues ahí nuestro discurso cambiaría radicalmente, y es que el equipo de Pablo Laso volvió a demostrar que, cuando juegas ante ellos, hasta el final…todo es posible.
Un minuto de silencio como debe ser
El fallecimiento del histórico jugador y ex de la Penya Ramón Oliver, hizo que hubiera un minuto de silencio en su memoria y se hizo como se debe hacer, sin musiquitas por medio ni cosas de esas que nos hemos acostumbrado en otras canchas, un tremendo respeto flotaba en la cancha del Olimpic de Badalona al que nosotros nos unimos en el pésame a sus familiares.
Un Jordan a la europea
Jerome Jordan fue la viva imagen de la mentalidad que tenía que poner en la cancha el Joventut si quería llevarse el partido, comenzó en plan destroyer, anotando en poste bajo con facilidad extrema y fue contagioso para sus compañeros que empezaron jugando con mucho descaro y buscando las mejores opciones de tiro gracias a un gran movimiento de balón y que el Real Madrid fue capaz de aguantar hasta el final del primer cuarto que solo se fue perdiendo por tres puntos (20-17).
¿¿Otra vez??
En la próxima semana tendremos que volver a preguntar a Laso por esas desconexiones que tiene el equipo en los partidos (de ACB) y que hoy volvimos a ver en todo su esplendor, cierto es que la Penya fue infinitamente mejor que los blancos en el segundo cuarto, con un veterano que rejuvenecía ante su ex-equipo como es Sergi Vidal y con un Real Madrid completamente desacertado en la dirección merced a una gran defensa de los locales, ni siquiera un par de acciones espectaculares de Randolph, que hoy volvió a su mejor versión, o el trabajo ímprobo de Hunter y Reyes bajo el aro, eran suficientes para un Joventut que, en ese tú a tú ante los visitantes, imponía su ritmo y se iba al descanso nada menos que trece arriba.
No se mete ni en una piscina
Los que estamos acostumbrados a ver los partidos de ACB del Real Madrid, teníamos claro que esto no podía continuar y que el equipo blanco debía mostrar su habitual cara de cambio tras el descanso, sin embargo, lo que no se podía esperar era la completa negación ante el aro del equipo de Laso, fallos y más fallos desde la línea de 6.75 que no encontraban la red y si alguna vez había suerte en meterla, rápidamente encontraba respuesta en el aro madridista como así se encargó de hacerlo Albert Sabat que, pese a su juventud, demostró un desparpajo que deja a las claras que el trabajo de Diego Ocampo sigue siendo el correcto en el club catalán.
Llegó el momento
¿Cuando siente el Madrid que debe ir a ganar el partido esté como esté el marcador? No sabríamos decírselo, unas veces funciona y otras no, algunas veces acaba con el partido en el primer cuarto y otras, como hoy, hemos tenido que esperar a los cinco minutos del partido, cuando el Joventut tuvo «miedo a ganar» o quizás, es que se vio ganador y, en vez de especular con marcador y tiempo, siguió jugando como si estuviéramos en los primeros minutos del encuentro, pero claro, la defensa madridista ya no era la misma. Laso ordenó una presión a todo campo que agobió la salida de balón de los locales que se vieron impotentes para superarla y que le originó unas pérdidas que, esta vez, sí que aprovechó el Madrid para ponerse, por primera vez, por delante en el marcador cuando estábamos a punto de entrar en los dos últimos minutos.
Dos extranjeros y dos españoles
Tenemos que poner el acento en cuatro hombres del Real Madrid en el día de hoy y que han sido básicos para llevarse la victoria final, por un lado dos extranjeros como son Randolph y Hunter, el primero volviendo a demostrar su calidad y no temblándole la mano en momentos claves donde tiró con acierto, amén de su capacidad para taponar, le tenemos que poner de acompañante a Hunter, excepcional partido el suyo, generando espacio en los bloqueos directos, siendo un baluarte en rebote y dando una contundencia que le faltó mucho a los blancos hoy. En el lado español tenemos a los dos capitanes blancos, por un lado Felipe Reyes acabó como el mejor del encuentro con 20 de valoración y con momentos claves al final de un encuentro que tuvo a Sergio Llull, tras un gris partido, como verdugo anotador de la última canasta que dio el triunfo final a los blancos, lo habitual, vamos.
Así terminamos por hoy, la próxima cita nos lleva al próximo viernes frente a Zalgiris Kaunas en Lituania, mientras eso llega, ya saben, sigan sonriendo y disfrutando de la semana.