Un articulo de: @AngeluisAlba
El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, desde que fue nombrado entrenador del primer equipo ha tenido que luchar contra todo, contra parte de su afición que no entendía su nombramiento y sobre todo contra los grandes entendidos y gurús de este circo mediático, que es la prensa deportiva.
De él se ha dicho que su único bagaje era haber descendido al Castilla, que no estaba preparado, que le faltaba experiencia, que no tenía título de entrenador…. todo para intentar desprestigiar su candidatura como tecnico del Real Madrid y de esa manera atacar igualmente al presidente y por ende al club.
No hace falta sacar a relucir su currículum como jugador profesional, baste decir, que está entre los diez mejores jugadores de futbol de todos los tiempos. Entonces ¿Por qué se pone en duda su valía o idoneidad como entrenador? ha habido otros entrenadores que han pasado como referentes de la historia futbolística como Johan Cruyff, como inventores de un sistema de juego, en este caso, Johan, triunfó después de no ganar nada hasta su tercera temporada, de sus cuatro ligas, tres, fueron en el último partido de Liga, no quiero recordar los disparates antológicos que el bueno de Johan se inventaba cada vez que visitaba el Santiago Bernabeu, sería muy prolijo y aburrido.
Pero volvamos a nuestro mister, Zidane ha elegido como estandarte de su personalidad su sempiterna sonrisa, sí, nunca una persona pública ha tenido de una forma más evidente la sonrisa como instrumento y estrategia. No voy a diseccionar ahora las dotes técnicas o estratégicas como entrenador del marsellés, solo quiero resaltar la importancia de su talante y lo importante que es para él, y para el club que defiende, esa imagen tan caballerosa y llena de valores que representa. Cuando comenzó su andadura y en sus primeras ruedas de prensa como entrenador, tenía una expresión verbal mejorable y un léxico limitado, pero le dió igual, se plantó ante los medios y extendió su mejor sonrisa, si, una sonrisa amplia y sincera, una comunicación no verbal que mostraba a una persona simpática, educada y sincera.
La sonrisa de Zidane, que lleva siempre por montera, refleja una persona feliz y encantada de estar donde está, en la cima del mundo futbolístico, lo sabe y lo disfruta, su sonrisa no es impostada, es el reflejo de su serenidad y sencillez a la hora de responder a todo aquel que le pregunte, destila sentido común en sus palabras, y eso, al jugador le llega y le hace la vida más fácil, habla el mismo idioma que hablaba cuando era jugador.
Por tanto, ese exjugador al que nadie de sus compañeros de vestuario veían como un entrenador de futuro, ha llegado para quedarse, con su eterna sonrisa, educación y sencillez, pero el haber ganado a día de hoy Champions, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes, en apenas un año, no se debe solo a su sonrisa y saber estar, detrás hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y un aprendizaje que si bien da resultados no está exento de sabiduría futbolística, aunque para sus detractores que cada vez son menos, lo resuman en su flor, que no es de un día precisamente sino de treinta y nueve pétalos, de momento.