Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
En estos días navideños, la felicidad está a la orden del día, por lo menos cuando uno enchufa la tele y ve todas esas imágenes en estos días propicios para ellos, el Real Madrid tuvo su dosis gracias a una soberana paliza infringida al Rio Natura Monbus en que se deshizo de él gracias a una segunda parte en que el parcial lo dice todo: 58 – 19 y que sirvió para conseguir un nuevo récord en la historia de Pablo Laso que cierra todo el 2016 sin perder un solo partido de ACB en casa. Ésta es la historia de un OjO Al Blanco en que el Real Madrid recuperó la felicidad arrasando a su rival.
Hey, ¿Qué hay de nuevo, viejo?
En un día en que el fútbol mandaba en la final del Mundial de clubes, solo 6.783 almas estuvimos presentes en el Palacio de los Deportes para asistir a este duelo entre el equipo madrileño y gallego pero, eso sí, sin desconectarnos de los hermanos mayores ya que, para eso, teníamos a nuestro Pedro Bonofiglio dando cumplida información de lo que pasaba en una mañana fría en la capital pero de reencuentro de viejos amigos como así pasaba entre Bendzius y Maciulis por parte lituana, como Luka Doncic con Santiago Yusta por la cantera madridista.
Un Llull que parece que nunca se fue
¿Recuerdan esas cosas que se dicen que a los jugadores que vienen de una lesión hay que meterlos poco a poco en ritmo? Eso es porque no conocían a Sergio Llull, titular en el quinteto y el mejor del Madrid en el primer cuarto con 9 puntos anotados como si nunca se hubiera ido, al final jugó menos de veinte minutos en que anotó 18 puntos y dio 4 asistencias, amén de no perder ni un ápice de su aguerrida defensa, un refuerzo de lujo para un equipo blanco que lo va a necesitar mucho para los dos partidos de Euroliga que se avecinan.
El gusto a sí mismo del Obradoiro
No sabíamos cómo iba a salir el Madrid tras el sofoco de Darussafaka, pero lo que sí teníamos claro es que los gallegos venían en una racha positiva tras sus dos últimas victorias en ACB y lo cierto es que la primera parte fue para enmarcar de los chicos de Moncho Fernández, buen movimiento de balón buscando al hombre libre, balones interiores que chocaban con algún despiste defensivo blanco y sobre todo, muy buen acierto en el tiro que nos dejó un inmaculado primer cuarto de 5/5 en tiros de dos y un segundo cuarto que dejó algún presagio de lo que se avecinaba, donde el punto de mira empezó a fallar.
Los orígenes de Santiago Yusta
No podemos dejar de citar en los epígrafes de esta primera mitad del partido (la segunda es otra historia) a Santiago Yusta, el canterano blanco tuvo un primoroso segundo cuarto buscándole las cosquillas a Rudy Fernández y con números de «estrella» ACB en ese ratio de minutos jugados, baste decir que en los diez minutos de cuarto firmó 7 puntos, cogió 5 rebotes y recibió 7 faltas para un 16 de valoración. Asumió galones y tuvo el descaro de ser el principal problema de la zona blanca que veía como hasta en tres ocasiones le capturaba balones que volvían a suponer jugada ofensiva del Obradoiro, difícil ver tanta efectividad en tan poco tiempo.
Debacle
Ya lo hemos dicho en el preámbulo, la desconexión de Obradoiro en la segunda mitad fue absolutamente de órdago, hasta ese momento había sido capaz de controlar hasta la serie de 4/4 de Chapu Nocioni en el triple, el poderío de Hunter jugando en poste bajo e inclusive los tirones de Sergio Llull, pero, tras el descanso, todo se vino abajo siendo los gallegos incapaces de encontrar el camino al aro que les negaba la canasta una y otra vez, daba igual que el tiro fuera librado, que estuvieran más o menos lejos del aro, pero no se crean que todo el mérito fue de un Madrid desfondado en defensa, simplemente vio como su rival fallaba una y otra vez mientras que ellos solo seguían haciendo lo mismo de antes pero con un acierto digno de mérito , suficiente para dejar el partido visto para sentencia tras los tres primeros cuartos gracias al 33-8 de esos diez minutos de infierno para los visitantes.
La exhibición Carrolliana
Poco nos puede quedar ya del partido, si acaso los problemas físicos de Maciulis y Hunter que ya les hemos contado o la vuelta a la efectividad anotadora de Taylor, pero sin dejarnos la exhibición de Jaycee Carroll que terminó siendo el máximo anotador del partido con 23 puntos y con una serie de 6/7 en el triple, señal de que la historia sufrida en Turquía fue solo un bache que ya ha sido recuperado.
Así nos despedimos por hoy pero volvemos en poco más de 48 horas, concretamente el martes a las 20.45 nos espera el Brose Bamberg nuevamente en casa, mientras eso llega, recuerden, no pierdan nunca la sonrisa.