por Una cronica de: @Javirodespi – planetacb
Creemos que no puede haber mejor título para nuestro OjO Al Blanco de hoy, cimentado en la sensación que tuvo el Real Madrid de no encontrar su mejor juego hasta que llegó un demoledor último cuarto en que, sacando fuerzas de quién sabe dónde, dio una demostración de que todo el mundo tiene perfectamente asumido su rol y entiende cuando es necesario su aportación al conjunto en pos de conseguir la victoria, así que vayamos, sin más preámbulo, a contar qué ha pasado en este día donde la palabra «cansancio» no existe en el vocabulario madridista.
Tres bajas: Dos conocidas y una en banquillo
Como ya dijimos en su día, Trey Thompkins no viajó esta semana con el equipo tras la baja por el costalazo sufrido en partido ante Panathinaikos, de igual forma, Dontaye Draper aparecía vestido de calle con su inconfundible gorra hacia atrás y mientras esperábamos que en algún momento saliera Othello Hunter, en la rueda de prensa posterior al partido, Laso dijo que había sufrido un bloqueo en su espalda que obligó a no arriesgar con el jugador, así que el Madrid, de sus 14 jugadores en plantilla, afrontaba este choque con solamente once preparados.
De Barcelona a Gran Canaria parando en Kyle Kuric
¿Se acuerdan cómo comenzó el Barça – Madrid del viernes? Efectivamente, con 0-7 de parcial, pues igual que el día de hoy, al Madrid se le veía cómodo en los primeros compases, como si esa panzada de viajes y partidos que lleva desde esa serie que empezó en Moscú y terminaba hoy en Canarias no le pasara factura y eso no podía ser, porque entonces, íbamos a empezar a pensar que estos jugadores no son humanos y eso sería adulterar la competición, así que el nivel del equipo empezó a bajar lenta y paulatinamente viéndose en dos aspectos fundamentales: Pérdidas de balón (casi) no forzadas y dominio canario en el rebote ofensivo, ello fue suficiente para que los locales sirvieran balones a un killer que no pensaba desaprovechar, hablamos de Kyle Kuric y sus cuatro triples conseguidos en la primera mitad.
Poder matar y dejar vivo
El Herbalife jugó su mejor baloncesto en el segundo cuarto del partido, tuvo para ello la ayuda no solo de Kuric, sino de gente como Pablo Aguilar que estaba incansable en el rebote ofensivo, con la entrada de McCaleb que se iba con demasiada facilidad en el 1×1 y, sobre todo, con la sensación de controlar el ritmo del partido ante un Madrid muy nublado en ataque, con fallos en tiros librados y que no se le notaba nada a gusto en la cancha, valgan como ejemplo el triple de Rudy Fernández en los últimos segundos de la primera mitad que botó hasta tres veces previo a penetrar la red. Sin embargo, de manera inexplicable, el conjunto canario se iba solo con dos puntos de ventaja al descanso y eso es demasiado pecado cuando estás ante quién te enfrentas.
Si queda gasofa, vamos a usarla
El Real Madrid quiso cambiar el ritmo tras la primera mitad y se confió en su campo abierto para generar más situaciones de contraataque y esperar que Granca no pudiese igualar su ritmo, ahí entraron dos hombres a escena, tanto Doncic como Nocioni iban con la lección aprendida y se echaron al equipo a su espalda asestando golpes demoledores en la línea de flotación canaria, el argentino desde su famoso lateral con triples y el esloveno aprovechando que, con 17 años, uno no puede permitirse el lujo de decir que está cansado y así fue sacando el contraataque con balón jugado a cada rebote que cogía o dirigiendo con mano sabia a los suyos. Ellos dos en ataque junto a Jeffery Taylor con el trabajo defensivo fueron claves para asestar el «golpe de gracia» al conjunto local.
Y hasta aquí hemos llegado
Sería muy injusto no destacar el trabajo de los hombres de Luis Casimiro que estuvieron 35 minutos en el partido e inclusive, hicieron el último esfuerzo defensivo con 2×1 al hombre con balón, pero la gasolina ya andaba justos para todos y, ni siquiera Kuric tuvo el acierto de la primera mitad, por lo que todos, al final, dieron como bueno el resultado y el Madrid se va nuevamente de Gran Canaria con una victoria que le sirve seguir comandando la liga ACB una semana más.
Pues ponemos fin a la semana, que como dice Laso, si él está cansado, nosotros también tenemos lo nuestro, así que ya solo nos queda esperar los próximos siete días en que nos espera el Unics Kazan el jueves y el domingo el ICL Manresa, otras dos citas que afrontaremos, como siempre, con una de nuestras sonrisas.
ACB Photo/M. Henríquez
