CRÓNICA | Poltergeist para ganar con el gancho (también vale): Celta 1 – 2 Real Madrid

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Se anunciaba la alineación del Real Madrid un par de horas antes del partido, y la principal novedad era la presencia de Lucas Vázquez en el lateral derecho de la defensa, para regocijo de algunos de sus antiguos críticos, que ahora han girado el fusil del hateo del gallego a Dani Carvajal, y se manifiestan aliviados porque no juegue el de Leganés. Ya saben, veletas y mamamodas, que decían los Coz hace cuarenta años. El resto, lo normal, Courtois en portería, la pareja de baile Militao-Alaba en el centro de la defensa, Mendy guardando el flanco izquierdo, los clásicos Casemiro, Kroos, Modrić en el medio campo, Asensio como extremo derecho, Vinicius Júnior como extremo izquierdo, y Karim Benzema regresando al puesto de delantero centro. En el banquillo, el joven Ancelotti, Davide, dado que el entrenador titular, Carlo, andaba peleándose con los síntomas del COVID. En el último momento, nos enteramos de que Ancelotti Jr. no tenía licencia de entrenador, con lo que se sentó allí con sus airpods y con Abián Perdomo, técnico de la cantera, poniendo los papeles para salvar la situación. Algo poco edificante en un club como el Madrid.

Nos contaba @pepo2004 en su Previa que el Celta vivía tranquilo en una posición intermedia de la tabla, pero el equipo vestido de celeste y blanco no pareció salir precisamente tranquilo. Enfrente, el Real Madrid, vestido de azul con adornos anaranjados, escapaba de cada intento de presión adelantada a duras penas, y la primera ocasión fue en el minuto 4, con un remate de Aspas, que rechazaba Alaba a córner. Unos minutos después, una buena jugada colectiva del cuadro visitante acabó con un centro de Lucas Vázquez algo largo, que Benzema remató de cabeza fuera, al lateral de la red, muy forzado.

En el primer cuarto de hora de contienda, los dos equipos en general estaban dejando jugar, el Madrid defendiendo arriba, pero de una forma más posicional y el Celta con más intensidad y buscando pases a la espalda de Alaba, especialmente. Poco antes de que acabara, pudimos disfrutar de un descomunal paradón de Courtois, tras un remate, desde fuera del área, de Denis Suárez. Un par de minutos después, Casemiro servía en profundidad para Vinicius, que remataba haciendo que Dituro desviase el balón a córner. Tras el lanzamiento del córner, en el minuto 18, el balón le llegó a Militao dentro del área y Nolito le tocó por detrás antes de que centrara, haciéndole trastabillarse y caer. El árbitro señaló penalti, el VAR lo corroboró, y Benzema lo marcó engañando al portero argentino del Celta.

Imagen: realmadrid.com

En los minutos que siguieron al 0-1, un par de errores de salida del conjunto madridista supusieron un par de faltas en la frontal a favor del equipo vigués, primero una de Kroos tras un mal pase en la salida de Lucas Vázquez, y luego otra en la que Vinicius se empeñó en salir regateando y cometió una falta tan infantil como peligrosa. Ambas faltas las lanzó Aspas y, si bien la segunda se quedó en la barrera, la primera buscó la escuadra de la portería madridista y Courtois tuvo que hacer otro paradón a una mano.

Tras el gol del Madrid, el Celta se adelantó y empezó a asediar la portería de Courtois. El cuadro madridista salía con dificultades y el balón no le duraba apenas, Vinicius corría pero sin destino, Asensio no corría, ni aparecía apenas, y se equivocaba cuando lo hacía, Benzema hacia pequeños trucos de magia en breves apariciones, y el centro del campo picaba piedra con dedicación, pero no acababa de conectar del todo.

A partir del minuto 25, el partido cayó en una especie de sopor donde el ritmo de juego fue bajando, bajando, y el balón se movía en los 40 metros de ancho alrededor del círculo central. Los pocos intentos de ir más allá eran abortados por ambas líneas defensivas, atentas y hacendosas. Solamente rompió este ritmo tedioso un remate raso y ajustado de Benzema, tras una incorporación de Alaba al ataque, que detuvo el portero del equipo olívico sin problemas.

Imagen: realmadrid.com

En el minuto 40, se le anulaba un gol al Celta tras un centro lateral, que remataba el 7 y va de poste a poste para acabar entrando, pero que el árbitro anula por fuera de juego de Aspas que, aprovechando la posición ilegal, impidió a Alaba despejar para evitarlo. De ahí al final del primer tiempo, se pudo ver un tramo con muchas imprecisiones en la salida del balón del Madrid, más por impaciencia que por otra cosa, y una presión cada vez más intensa del Celta, aunque sin fruto.

A la vuelta del descanso, la segunda parte iniciaba las hostilidades con un disparo desde la frontal de Modrić, que sacaba Dituro con problemas. Poco después, casi desde la misma posición, Asensio mandaba la pelota lejos de la portería viguesa. Y, en el minuto 52, Nolito recibía un pase de Javi Galán, que dejaba pasar Iago Aspas, y empataba el partido 1-1, rematando solo en el área pequeña del Madrid. Apenas tres minutos después, otro centro peligroso fue rematado fuera por Galhardo. Tras el empate, el Madrid había perdido el balón, el control y la paz espiritual, con el Celta lanzado a por su cogote y apretando muy arriba.

Entraron Carvajal y Rodrygo por Lucas y Asensio, y lo primero que pasó fue un centro al área del equipo celeste, que se paseó por el área madridista y acabó saliedo pegado al palo. Una genialidad de Modrić, en el minuto 64, permitió a Rodrygo entrar en el área y caer zancadilleado por Murillo, con lo que el árbitro pitó de nuevo penalti. Lo tiró Benzema también de nuevo, pero esta vez Dituro se había lanzado hacia el lugar correcto y lo desvió. Cada pequeña cosa que iba pasando (el empate, el penalti fallado) le iba dando inyecciones de coraje y atrevimiento al Celta, mientras que el Madrid le sumía progresivamente en una especie de estado depresivo y sombrío. Atacaba más por deber que por alegría, y no cuajaba casi nada de lo que hacía.

Imagen: realmadrid.com

En el minuto 68, ya decidimos que estábamos presenciando un auténtico poltergeist, un fenómeno paranormal: Mendy aparecía en el área para aprovechar una asistencia de Casemiro, y se encontraba con la pierna de Kevin, que le hacía caer al suelo, y les juro que el árbitro volvió a señalar penalti a favor del equipo de azul oscuro, creo que la primera vez en muchos años que este cronista ve algo tan irreal: ¡un árbitro pitando todos los penaltis que le hacen al Madrid en un partido! Afortunadamente, esta vez, Benzema volvió a insistir con el mismo lado que el anterior, aunque más ajustado al poste, y Dituro se cayó de maduro al otro lado, con lo que el marcador se puso 1-2 para el líder de la Liga.

Desde ese momento en adelante, el Madrid se echó atrás, o el Celta lo metió atrás, no sabríamos decir si era el huevo o la gallina, pero el caso es que estaba el equipo madridista metido en 30 metros, no conseguía sacar la pelota ni jugada ni de otra manera, y se defendía como podía del asalto celeste. Valverde entró por Modric y eso tampoco ayudó a sacar el balón con pausa, precisamente, aunque todos deseáramos que el Pajarito pudiera salir alguna vez en carrera, algo que no ocurrió. El caso es que, mientras esperábamos eso o que nos tocara la lotería, Casemiro, colosal en el juego aéreo, achicaba balones desesperado, mientras el resto del equipo tenía evidentes dificultades para dar dos pases seguidos. También entraron Ceballos por Kroos y Nacho por Militao, pero pareció que era más por problemas físicos de alguno de ellos que por otra cosa.

Los últimos minutos seguían siendo un auténtico dolor para el equipo madridista, con un Rodrygo entonado tanto en defensa como en ataque, tanto que los defensas del equipo gallego solamente le podían parar con faltas. Una salida a la contra de Vinicius con Benzema poniendo el balón en profundidad para Ceballos fue casi la única opción del Madrid en este tramo final, pero el sevillano remató al bulto y el defensa desvió el intento de remate con facilidad. El resto fue un asalto absoluto del equipo vigués y un Madrid sufrido y sacrificado defendiéndose como gato panza arriba, hasta el último segundo del último minuto, para acabar ganando con el gancho, pero ganando. La victoria le acerca a la posibilidad de conseguir el título (como decía @pepo2204, desde Vigo hacia la Liga), pero deja claro que no va a ser un camino de rosas, sino que va a haber que pelear mucho y sufrir mucho para sacar los 16 puntos necesarios. Aunque a algunos enteradillos siempre les parezca fácil… lo que tienen que hacer los demás, ya saben. Vámonos a Londres el miércoles, y esperemos que suframos igual o más, si a cambio el resultado es también favorable.