PREVIA ARBITRAL | Viktoria Plzen vs Real Madrid | UCL | Jornada 4

Una previa de: Nilo Campo Santos

Después del cambio de entrenador y de dos victorias, el 0-4 en Copa y el 2-0 en la Liga, llega la 4ª Jornada de la Champions para el Real Madrid, y le toca visitar al Viktoria Plzen en su estadio el Struncovy Sady Stadion, Pilsen. Un partido que hay que ganar, sí o sí, no cabe otro resultado. Pero el Real Madrid se va a encontrar con un escollo improvisado, el árbitro designado para este encuentro. Un árbitro que, si los máximos estamentos futbolísticos tuvieran la dignidad que su cargo se les supone, ya estaría fuera del colectivo. No por que no tenga categoría para arbitrar, por no tener la honorabilidad que un colegiado debe tener a la hora de arbitrar un encuentro. Puede equivocarse, lo que no puede hacer es que el error sea intencionado.

Han sido designados para arbitrar el Viktoria Plzen – R. Madrid:

Árbitro: Deniz Aytekin (GER)
Árbitros asistentes: Eduard Beitinger (GER) y Rafael Foltyn (GER)
Árbitros asistentes adicionales: Daniel Siebert (GER) y Sascha Stegemann (GER)
Cuarto árbitro: Marco Achmüller (GER)

Vamos a centrarnos en la persona del principal. Bastaría decir que fue el nefasto árbitro del partido de vuelta de octavos de final, en el Campo Nuevo, entre el Barcelona y el PSG. Tampoco hace falta comentar su actuación y el resultado final.

Deniz Aytekin (Nuremberg, 21 de julio de 12978) es un árbitro de fútbol alemán de origen turco que “vive” en Oberasbach, Baviera. Mide 1,97. Es Economista y tiene una empresa del área de tecnología con 75 trabajadores. Sus aficiones son el deporte y la música. Entre comilla lo de “vive” porque en la actualidad parece que tiene vivienda en Sitges, aunque es algo que se tiene en cuarentena dicha noticia, cómo si fuera algo pecaminoso esa confirmación. Le voy a dar el beneplácito de la duda a la noticia. De ser verdad sería otra bomba en el corazón de la UEFA.

Lleva en la Bundesliga desde la temporada 2008-09 y es árbitro FIFA desde 2011. En la actualidad está en el grupo de Elite (será por los favores a la UEFA). Lleva 30 penaltis señalados, 16 favorables al equipo de casa y 14 al equipo visitante. En tarjetas rojas lleva 19, 8 para jugadores locales y 11 a visitantes. En tarjetas amarillas 271, 124 a locales y 147 a visitantes. En 27 ocasiones ganó el equipo local, 18 terminaron con empate y 19 con la victoria visitante.

Será la primera vez que le arbitre al Viktoria Plzen y también al R. Madrid, por lo que no tiene antecedentes que nos orienten por donde puede ir su labor. Lo que es extraño que, tras ser evaluado negativamente por el Comité Arbitral de la UEFA, su labor en el partido Barcelona – PSG, y no volver arbitrar en los 17 partidos que restaban de la Champions, continúe en el grupo Élite del arbitraje. Dicho Comité concluye su informe, sobre su labor en ese partido, con “cometió muchos errores de apreciación”.

Aunque el presidente de la UEFA, Alesander Ceferin, afirmara que no sería suspendido y así fue tratado su caso, no volvió a tener partidos en la Champions hasta la siguiente temporada que fue designado para arbitrar el Maribor 1 – Sparta Moscú 1 de la fase de grupos de la Champions 2017-18, dando por finalizada su “sanción”. A ese partido le siguieron el At. Madrid 1 – Qarabag 1, y el CSKA de Moscú 2 – Benfica 0. Entre medias fue designado para la ronda de 32ª de la ronda de clasificación de la Europa League en dos partidos y otro de play-off.

En la temporada actual, 2018-19, fue el árbitro del partido, de la fase de grupos de la Champions, Young Boys 0 – Manchester United 3 y el de play-off Zenit 3 – Molde 1, de la Europa League.

No hace falta decir que el Comité no lo echo a los leones, pero lo tiene en el punto de mira y fuera de los encuentros de responsabilidad máxima. Me da que, cumplidos los 40 años, su “favor” al F.C. Barcelona le truncó su carrera arbitral. Y me parece poco para el atropello (por no emplear otra palabra que se correspondería más con su tropelía) que causo al PSG en el Campo Nuevo.

Esperemos que pase desapercibido y que ninguno de los dos equipos se sienta despojado de lo que legítimamente logre sobre el terreno de juego.