Una crónica de: @elcarrildel2
El FC Barcelona se ha impuesto (59-64) al Real Madrid, en el partido correspondiente a la final de la Copa del Rey, disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada.
No podemos decir, tras los resultados de los últimos enfrentamientos, que la derrota nos haya pillado desprevenidos. Mucho deben meditar Laso y sus ayudantes acerca de la incapacidad del equipo para ganar al FC Barcelona.
De nada ha servido ir a un tanteador bajo, ni salir a revienta calderas el primer cuarto, en que un parcial de 19-5 hizo concebir alguna esperanza de que hoy podía ser el día.
Era evidente que el enorme esfuerzo defensivo no se iba a poder mantener durante todo el encuentro. Aún así, y a pesar de un segundo cuarto que señaló un parcial de 10-13, nos permitió llegar al descanso con un 29-18. De las decisiones arbitrales, que se dejaron notar en este tramo, hablaremos al final.
Abalde volvió a ejercer de base al comienzo del encuentro y al del tercer cuarto. Laso volvió a dejar fuera a Nigel WG, a pesar de las ausencias de Alocén y de Causeur. Abalde es muy bueno, pero no es base. El recurso a Sergio Llull cada día le pasa más factura al equipo. No está ya el balear, a estas alturas, para asumir determinadas funciones. Su valoración negativa lo dice todo. Su cero de cinco en triples, lo corrobora. El recurso al “mandarinazo” hace ya demasiado tiempo que quedó visto para sentencia.
El tercer cuarto supuso otro parcial en contra (17-23). El partido se nos iba escurriendo de las manos poco a poco. Yabusele volvió a fracasar un día más ante el Barcelona. Aún así, Laso lo mantuvo en cancha 25 minutos. Minuto 30, 46-41.
Llull salió al mando de las operaciones en el último cuarto. Laprovittola anotó de tres para empatar a 46 a ocho minutos del final. Hanga falla dos tiros libres. Entonces llegó el bombardeo de triples fallados. Lo comenzó Llull con dos disparos, le siguió Abalde y rompió la racha Hanga al cuarto intento. Parcial de 4-13. El FC Barcelona por delante, 49-51 mediado el cuarto.
Técnica a Laso por protestar. Mínimas ventajas por ambos bandos. No entraban los triples ni los tiros de dos. Dos canastas de diez intentos. Jokubaitis dos penetraciones seguidas de 2+1. 53-57 a 3 del cuarenta. Yabusele horrible, ni una decisión acertada en toda la tarde. El partido se nos va (53-59 a 2,25 del final). Aún así, reacción del equipo, empate a 59, con cuatro puntos seguidos de Llull. Taponazo de Tavares a Mirotic. 59-61. Aclarado para Deck, que supera a Mirotic, para fallar una bandeja de manera incomprensible. Final: 59-64 (parcial de 13-23).
Imagen: realmadrid.com
Debemos hablar del arbitraje. No ocurrieron grandes cosas, que para eso Pérez Pizarro, Conde y Calatrava ya llevan muchas horas de vuelo. Pero en los pequeños detalles, supieron virar a favor del FC Barcelona. Ya en el segundo tiempo hubo aviso de técnica al banco del Madrid. Lo que se hace complicado de entender es que con lo que habla, gesticula, se mueve hasta invadiendo la cancha el Sr. Jasikevicius, ningún colegiado le advierta jamás de nada. Unos instantes después de ese aviso al banco, se indica a Heurtel que no haga flopping, a lo que siguió una falta en ataque a Llull que era claramente en defensa. Era el segundo cuarto, lo que sin duda ayudó a remontar al Barcelona.
En el tercero, hubo un flopping descarado de Mirotic ante Tavares. Los tres colegiados miraron hacia otro lado. Una antideportiva de Mirotic, último defensor, se pita como falta normal, incluso tras la revisión pedida por Laso. Gritos de “Tongo, tongo” en el pabellón. Cosa rara, hasta los comentaristas estuvieron de acuerdo en que con el reglamento en la mano era antideportiva. Hubiera sido la tercera de Mirotic, con quince minutos de partido por delante. La protección a este jugador solo es equiparable a la que tenía Messi en el fútbol. La cuarta de Mirotic podía haber llegado a falta de dos minutos para el treinta. Enganchón entre él y Hanga. Era falta doble. El árbitro deja jugar.
Técnica a Laso por protestar una falta clarísima a Deck, al que hoy los colegiados no quisieron pitar nada a favor. Habría que saber los motivos. Pérez Pizarro, que otras veces aguanta carros y carretas, no lo hizo en esa ocasión. Eso sí, antes de pitar dejó terminar el ataque del Barcelona. En definitiva, 24 faltas personales el Madrid por 17 el FC Barcelona.
Dicho todo lo anterior, hay que manifestar que ningún jugador del Madrid llegó a los diez de valoración, que Llull valoró -4 en apenas nueve minutos, que Deck estuvo en cancha 31 minutos, Taylor (que se marcó un partidazo en defensa) estuvo 30, 25 Yabusele y 20 Tavares. Por cierto, ¿alguien sabe qué pasa con Randolph?
Debo hablar de los tiros libres: 7 de 14. Es esta una faceta del juego en la que llevamos fallando toda la temporada. Fallar tiros libres es una cuestión de falta de concentración. Incomprensible ese porcentaje en un equipo de máximo nivel. De los tiros de tres no voy a decir nada más: 4 de 22, 18%.
En fin damas y caballeros, que hemos vuelto a perder. Me vienen a la mente aquellas épocas de Sergio Rodríguez y Sergio Llull, de Doncic y de Campazzo. Seguramente por eso título eso de “sin bases no hay paraíso”.
Buenas tardes a todos. HALA MADRID.