Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (69-75) a Andorra, en el partido correspondiente a la Jornada 11 de la Temporada Regular de la Liga ACB, disputado en el Pabellón Polideportivo del Principado.
Se confirma con lo visto hoy que los partidos aplazados nunca fueron buenos. Ambos contendientes lo evidenciaron. Por momentos, parecía que vivíamos un entrenamiento en directo. Incluso, algunos aficionados veteranos recordamos los torneos de navidad que por estas fechas organizaba don Raimundo Saporta, salvando las distancias entre Andorra y la Universidad de Carolina del Norte.
El caso es que dominó el Madrid de principio a fin, pero con apagones, de manera discontinua. Pablo Laso tuvo que pedir un tiempo muerto para abroncar a los suyos: “No jugamos a nada, ni en defensa ni en ataque”. Estaba mediado el tercer cuarto.
Antes habíamos visto a Alocén dirigir de nuevo las operaciones en el primer cuarto, en el que se lució, y mucho Alberto Abalde: 15 puntos en este tramo, mostrando sus mejores virtudes. El rebote ofensivo de Andorra los mantenía vivos. Minuto 10, 17-23.
El segundo cuarto vio a Felipe Reyes sobre la cancha. Apenas estuvo en ella 3,15 minutos. Quizás debiera plantearse el Capitán su situación en la rotación y echarse a un lado. Olumuyiwa dominaba en los tableros, ocho puntos seguidos para él. El rebote ofensivo de los locales seguía facilitando segundas opciones. Hasta diez tiros más tuvieron los andorranos en el primer tiempo.
Rudy se tuvo que marchar al banco tras recibir un rodillazo en el glúteo en la lucha por un rebote. Ya no volvió a salir. Veremos si es algo serio o solo un golpe. Laprovittola no lograba aportar la claridad necesaria al juego. Nos costó cinco minutos anotar la primera canasta. Carroll anotó cinco puntos seguidos para darnos algo de aire. Al descanso, 32-37, parcial de 15-14.
Imagen: @RMBaloncesto
El paso por vestuarios relajó aún más a tirios y troyanos. Por momentos el partido era un correcalles. Intercambio de canastas. El marcador se apretó hasta el 47-48 a 1,34 del minuto 30, al que se llegó con un 47-51, y nuevo parcial para los locales de 15-14.
Andorra se impacientó en el último acto, y buscó la victoria por el camino del triple, que suele ser el camino más rápido para llegar a la derrota. Aún así, lograron empatar a 53 en el minuto 32. Tompkins, que se estaba multiplicando en ambos tableros, y Causeur anotaron dos triples consecutivos para sellar la reacción blanca (53-59, minuto 34). Taylor sellaba el demarraje con un robo y un mate (53-61).
Ibon Navarro pidió tiempo, dando paso a una nueva tanda de minutos con errores por ambos bandos. Abalde se situó de base. Alocén no volvió a aparecer por la cancha tras el primer cuarto.
Marcaba el electrónico 61-73, a falta de 1,19 para el final. Ibon Navarro pidió entonces revisión de una falta de Taylor. Dos minutos invirtieron los colegiados en la misma. Unos segundos después, se pitó técnica a Laso por protestar una falta no pitada sobre Abalde. Y por si no fuera suficiente, aún tuvimos otro parón para revisar, en esta ocasión a petición de Laso, la intencionalidad de una falta sobre Laprovittola. Por si aún faltaba algo, tiempo muerto a falta de cinco segundos. Me vino entonces a la mente aquella canción que decía ¡Que acabe ya, que el público se va, la gente se cabrea y el público se …! Final 69-75.
Destacados: Abalde (29 de valoración, 25 puntos), Causeur (16-12), Tavares (16-4), Tompkins (14-14), Carroll (9-10).
En la parte negativa, significar a Carlos Alocén (-3, cero puntos) y a Felipe Reyes (-2, cero puntos). Igualmente, los doce rebotes ofensivos que fue capaz de coger Andorra.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.