CRÓNICA | Los extremos se tocan: Real Madrid 2 – 0 Celta de Vigo

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Tras el patinazo de Elche, el Real Madrid se citaba en el Alfredo Di Stefano con el destino, para tratar de enmendar el error y ganarle los tres puntos a un Celta en plena resurrección, desde la llegada del Chacho Coudet, y gracias a un calendario bastante favorable. Zidane mandó al césped a Courtois en portería; Carvajal, Varane y Mendy en defensa; acompañados por Nacho, debido a la ausencia de Sergio Ramos, según parece por problemas intestinales; Casemiro Kroos y Modrić en el centro del campo; y en punta Lucas Vázquez, Benzema y Marco Asensio. A quien escribe estas líneas le daba más miedo antes del partido, a decir verdad, la presencia de De Burgos Bengoetxea como árbitro, que la ausencia del capitán madridista, pero de ese tema ya habla @cubelas13 en la Crónica Arbitral, y yo no digo ná, que luego tó se sabe.

Empezó el partido con ritmo alto, presión de ambos equipos en el territorio rival, e intentos de ataque eléctricos. Y la primera ocasión cayó del lado gallego, con un remate picado de Aspas que sacó Nacho bajo palos, a los cinco minutos de partido. Y la respuesta no se hizo esperar. En la continuación de la jugada, Kroos la puso para Asensio en profundidad, que alcanzó esa posición en la que parece que le hayan tocado los dioses, una miradita furtiva al área, y un centro milimétrico, con efecto, preciso, al segundo palo, donde Lucas Vázquez se guardaba el tirachinas en el bolsillo, se subía a un taburete imaginario, y cabeceaba de forma inapelable a la red.

El 1-0 supuso un planteamiento de partido algo diferente a lo que sería de esperar, siendo en Valdebebas. El Madrid mantenía cierto control del partido, pero no tenía problema en ceder la posesión al Celta, al que cortocircuitaba con una defensa posicional disciplinada, con Asensio y Lucas pegados a Mendy y Carvajal, Casemiro delante de los centrales, preparado para salir con las tijeras de podar, y arriba Benzema, Kroos y Modrić haciendo el viejo truco de Kiev. Si el Celta suele mostrar tendencia a atacar por su banda derecha, los tres viejos mosqueteros blancos continuamente obligaban a que el balón saliera por el flanco opuesto, para alargar el recorrido, reducir la velocidad del rival, y forzar la circulación del balón por el medio, donde las emboscadas se sucedían.

Imagen: realmadrid.com

El caso es que aquel tiro de Aspas del minuto 5 fue el único remate a puerta del Celta en todo el partido, y que esa solidez defensiva tuvo mucho que ver con el esfuerzo de los extremos por ser los amigos fieles de los laterales, y con el incesante movimiento de Modrić y Kroos, que dejaron el frac y se pusieron el mono de trabajo, yendo aquí y allá, cerrando espacios y atacando líneas de pase. Para cuando el Celta conseguía llegar algo más allá, Casemiro andaba al quite, Varane más proactivo que otras veces, pero sobre todos ellos emergió la figura de Nacho. De Nacho se dice que siempre cumple, pero en el partido de esta noche volvió a ser ubicuo, imponente, agresivo y disciplinado como para guardar las espaldas de Mendy, transmitir aliento a Varane y Casemiro, y dejar que Courtois pudiera guardar el desfibrilador durante casi todo el partido. En Nacho hay algo más que un apaño, o un recurso de emergencia, y ya va siendo hora de reconocerle que es más de lo que se piensa de él: un central sobrio, eficaz y soberbio.

El caso es que el Madrid le puso tal tapón al partido que el propio equipo blanco se atascó, y aunque tuvo momentos de sacar el balón jugado con clase y dinamismo, en la zona de finalizar y convertir eso en beneficios, se le apagaban los faroles. A eso ayudaron un Benzema menos inspirado de lo habitual, un Mendy que sigue demostrando en cada partido que es mejor sin balón que con él, y un Carvajal capaz de perder y recuperar la pelota dos veces en la misma jugada, con tanto entusiasmo que a veces se transforma en atolondramiento. Lucas y Asensio, Asensio y Lucas, subían y bajaban, por dentro o por fuera, y eran de lo más incisivo del conjunto blanco, pero no lo suficiente como para cerrar el partido, una cuenta pendiente de este equipo.

Al cuarto de hora, Mendy mandó a la banda contraria un remate desde la frontal tras una dejada de Kroos, y poco después era Modrić el que lo intentaba, con más precisión pero con la misma fortuna. El partido transcurría con cierta sensación de control obsesivo del Madrid y el Celta sin mucho más interés que buscar el lado que le negaba el rival, y pegando unos viajes tremendos a cualquier madridista que intentara un control de balón. Le dieron a Asensio, le dieron a Benzema, le dieron a Lucas, y lo mejor fue que nadie se arrugó. Asensio vio tarjeta en el minuto 38, y fue por una falta: eso ya es un indicio. El Madrid seguía llegando puntualmente, pero sin fruto, con un remate mordido de Benzema y una volea de Carvajal que salieron desviados, como ejemplos de ello.

Imagen: realmadrid.com

Tras el descanso, el Celta trató de redoblar su esfuerzo por tener el balón, pero el Madrid mantuvo la disciplina, y se empezó a sentir hasta cómodo en la situación. Aún más cómodo se sintió cuando, en el minuto 52, el mejor futbolista del equipo rival, Iago Aspas, tuvo que retirarse por un problema muscular. Y ya su comodidad fue absoluta cuando, al minuto siguiente, un robo en la presión alta de Modrić permitió que se plantaran hasta cuatro madridistas frente a los centrales: la jugada se culminó con un pase sencillo de Lucas Vázquez al centro del área, donde Asensio entraba como un expreso, y remataba con la izquierda a la red de Rubén para marcar el 2-0. Dice un viejo proverbio que los extremos se tocan, y estos dos, hoy, se tocaron lo suyo. Que Marco Asensio entre en la dinámica positiva que le convierte en un lanzamisiles en algunos momentos, y en un artista de las parábolas en otros, es una de las mejores noticias de los dos últimos partidos, posiblemente.

A partir de ahí, el Celta fue intentándolo cada vez menos, y con más voluntad que acierto, y el Madrid comenzó a venirse arriba, dominando cada vez más el juego y la posesión. Modrić volvió a ser el príncipe de los interiores, Kroos volvió a sacar su catapulta y su catalejo, y en general el equipo se estiró con cada vez más peligro. Solamente el día negro de Benzema y el cansancio de Asensio y Lucas impidieron que se transformara la autoridad en botín. Un disparo lejano del francés, y una volea del alemán que salió fuera, en torno al ecuador del segundo tiempo, daba idea de que el equipo ya andaba con el combustible justo para llegar arriba. Casemiro estaba otra vez siendo él al corte (y nos hacía falta), y Nacho seguía dando un cursillo de cómo blindar una puerta, recuperando balones y cerrando el paso a cualquiera que lo intentara. Asensio dejaba su puesto a Hazard en el minuto 74 pero, si tenemos que ser sinceros, el belga apenas hizo nada en el rato en que estuvo en el césped.

En el minuto 85, Zidane dio entrada a un cambio radical en el campo, retirando a Kroos, a Modrić y a Carvajal, que acababa de ver tarjeta, para meter en el campo a Vinicius, Valverde y Ødegaard, con Lucas abandonando la vida de extremo para transformarse en lateral. Lo más que podemos decir es que, salvo el noruego, que se mostró con ganas de hacer cosas, no hubo grandes mejoras, y sí una cierta sensación de descontrol. En el minuto 89, Benzema mandaba otro balón por encima del larguero y, al minuto siguiente, Mariano entraba por el francés, que salió con molestias por un par de golpes recibidos. En el último minuto, un balón suelto en el área del Madrid permitió a Baeza (nuestro Miguel Baeza, sí) rematar a puerta, pero, en su último servicio a la causa, Nacho se interpuso y desvió el remate a córner.

La victoria da cierta tranquilidad al equipo blanco, que volvió a demostrar solidez defensiva y que consiguió marcar gracias a la conexión de sus extremos. Ahora viene una semana de recuperación, porque en el horizonte asoman una visita a Pamplona y el primer duelo de la Supercopa, y hay que llegar a esas citas en el mejor estado posible. Eso esperamos.

 

RESULTADO FINAL

Real Madrid, 2 – Real Club Celta, 0.

 

GOLES

6’         1-0       Lucas Vázquez (asistencia: Marco Asensio)

53’       2-0       Marco Asensio (asistencia: Lucas Vázquez)

 

REAL MADRID

1     Courtois

2     Carvajal (20. Vini Jr, min. 85)

5     Varane

6     Nacho

23   Mendy

14   Casemiro

8     Kroos (15. Valverde, min. 85)

10   Modrić (21. Ødegaard, min. 85)

17   Lucas Vázquez

9     Benzema (24. Mariano, min. 90)

11   Asensio (7. Hazard, min. 74)

 

ARBITRAJE

De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco)

Mostró tarjetas a Asensio (min. 38), Nacho (min. 50), Carvajal (min. 84) y Casemiro (min. 87) por el Real Madrid.