Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (68-95) al Málaga, en el partido correspondiente a la Final de la Copa del Rey de baloncesto, celebrado en el Pabellón José María Martín Carpena, de la ciudad malacitana.
Salió el Madrid absolutamente concienciado de cómo se ganan las finales, desde el salto inicial hasta el segundo final. Y eso que en el día de hoy Tavares, como suele ser su costumbre, no ganó el salto inicial. Dio lo mismo. La defensa del Madrid era asfixiante, capaz de ahogar todos y cada uno de los intentos locales de anotar. En apenas minuto y medio, 0-5. Insistió Laso con Carroll en el quinteto inicial. Está el de Wyoming en un momento dulce. A sus habituales prestaciones en ataque, ha unido una garra defensiva importantísima, decisiva en muchos lances del juego.
Salimos finos en el tiro exterior. Entraban los triples. Parcial de 2-9 para un 10-21 que ya comenzaba a dibujar la distancia entre unos y otros en la tarde de hoy. Carroll se iba a los diez puntos al minuto 10, al que llegamos con un marcador de 13-26. Habíamos anotado cinco triples de ocho intentos. El Málaga, cero de siete.
El segundo cuarto vio la aparición en el parqué de Rudy. Se presentó el cinco blanco con dos triples, para cerrar un parcial de 3-14, y poner el marcador en un 13-32. En el Madrid todos aportaban, en calidad y en lucha a muerte por todos y cada uno de los balones. El octavo triple del Madrid llevó el 14-35 al marcador.
Atravesamos a partir de entonces un pequeño bache anotador. Parcial de 12-0. El Málaga se aproximaba a tan solo nueve puntos (26-35, a 2,30 del minuto 20). Reaccionaron los blancos, con Llull penetrando para anotar, jugando de dos. Acababa el cuarto con un triple de Campazzo, asistencia de Llull. Minuto 20, 28-43.
Imagen: realmadrid.com
Brizuela había tratado de reactivar a los suyos (12 puntos) pero no se vio acompañado. Al descanso, 6 pérdidas y 6 recuperaciones. Diez triples de 18 intentos, con 16 de 32 en tiros de dos. Superioridad manifiesta.
El paso por vestuarios confirmó lo visto hasta ese momento. El Madrid era un rodillo. Tavares se convirtió en absoluto dueño de los tableros, entendiéndose a la perfección con un Facundo Campazzo que estaba dando un clinic de dirección de juego. Con el partido cuesta abajo, todos se sumaron a la fiesta, acreditando que han llegado a esta copa en un estado de forma envidiable.
Se marchó Carroll al banco con tres faltas y en medio de una sonora ovación. Siete pérdidas el Madrid, por once el Málaga. Minuto 30, 42-68. La fiesta empezaba a verse cerca.
Las distancias en el marcador se incrementaban. En el minuto 34, 46-78. Málaga parecía que se resignaba a su suerte, incapaces de parar a un Madrid dirigido de manera magnífica por Campazzo, y en el que todos sus hombres jugaban a pleno rendimiento. Llegábamos al final. El Madrid conquistaba su 28 Copa del Rey. Laso, su título 19 como entrenador del Madrid. Octava final en nueve años. Sexta Copa del Rey de Laso. El baloncesto blanco que conseguía el trofeo número 86 de su historia. Facu Campazzo MVP de la final. Llull, 800 partidos.
Solo queda felicitar a los campeones, y felicitar a todo el madridismo. Toca disfrutar de una época dorada del basket. Parece fácil estar ahí, pero no lo es. A los artífices de lo que estamos viviendo, enhorabuena, y gracias.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.
Fuente: elcarrildel2: tirando a dar