El OjO Al Blanco del Valencia Basket 94 – 95 Real Madrid: “El vuelo eterno de un balón”

Una cronica de: @Javirodespi  planetacb.com

Podríamos haber iniciado esta crónica diciendo que pudimos ver un gran partido de baloncesto, con dos equipos luchando de poder a poder, con uno que fue llevando el ritmo ante otro que no pensaba jamás en ceder la victoria y que terminó con una canasta en las postrimerías del encuentro que contribuyó a cerrar el triunfo local. Sin embargo el baloncesto se escribe de grandes momentos como el que pudimos vivir hoy, en ver a un equipo alegrándose por una victoria mientras otro, representado por sus dos capitanes, seguía creyendo que era posible llevársela, uno sacando de fondo y el otro lanzando un tiro imposible con un vuelo eterno que terminó con un balón entrando limpio en la red valenciana. Es la gloria de un deporte único y de un equipo que maravilla, ese del que contamos sus andanzas en nuestro OjO Al Blanco.

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Detalle de club

El Valencia Basket lleva metido en guerras con el Real Madrid durante mucho tiempo, que si una patada al balón a la grada de Carles Durán, que si una impugnación hasta la justicia ordinaria por lo de Slaughter (preguntado nuevamente en rueda de prensa), que si polémicas arbitrales por aquí y allá, pero hoy tuvo un detalle de club señor con el pasillo realizado al conjunto blanco tras ganar la Copa del Rey, cierto es que ello fue acompañado de una tremenda pitada por parte del público que no parecía compartir ese momento de homenaje, pero, como se dice por ahí, el respetable siempre tiene la razón (o no).

El ritmo de Sigma

No es igual plantarse en un partido con cuatro más a tus espaldas que habiendo jugado el último el pasado jueves 18 y así le pasó al Real Madrid, fue un juguete en las manos valencianas en los comienzos del encuentro con un Luke Sigma que hizo honor a su padre y se convirtió en pesadilla blanca anotando desde todas posiciones posibles, si a ello le añadimos que Ayón y Willy recibieron muy pronto dos faltas cada uno de ellos, la defensa blanca tenía bastantes vías de agua que no eran correspondidas en ataque porque el tiro exterior tampoco acompañaba.

VALENCIA 28/02/2016. PARTIDO DE BALONCESTO DISPUTADO EN LA FUENTE DE SAN LUIS ENTRE VALENCIA BASKET Y REAL MADRID. ANDRES NOCIONI Y JUSTIN HAMILTON.

El Chapu siempre es el Chapu

Que Andrés Nocioni aparece siempre en los grandes momentos, lo sabe cualquiera, hoy volvió a “tirar del carro” cuando más se le necesitaba, pero no fue con esos alardes de intensidad o de motivación que tanto conocemos, hoy nos deslumbró con un primer tiempo impecable desde la línea de 6.75 con un inmaculado 5/5 en triples, en él se apoyó el Real Madrid cuando las cosas no iban bien desde ningún lado, ni desde dentro de la zona y ni siquiera desde el tiro libre, en un día que no será para recordar viendo el acierto final, 17/25 con un 68 % de efectividad.

La zona 3-2 como solución

El Valencia Basket llegó a tener ventajas de hasta doce puntos y, sobre todo, la sensación de superioridad en el juego durante la mayor parte del encuentro, con un Real Madrid que hacía “la goma” acercándose y alejándose con demasiada facilidad. Laso sabía que así no iba a ningún lado y tuvo que optar por hacer “algo” y eso fue plantear una zona 3-2 que dificultara los ataques taronjas y donde vimos, por primera vez en la temporada, a Ndour en la punta de esa defensa, merced a su gran envergadura y que buscaba dificultar las líneas de pase. La solución no fue mala pero tampoco fue la panacea que buscaba el técnico vasco, aunque, cierto es, paró la sangría de anotación valenciana y la posibilidad de recuperar sensaciones en ataque.

El cúmulo de errores

Cuando llega la hora de la verdad, suele ser cuando se ven los momentos que dan al vencedor del partido, el Real Madrid tuvo errores de libro, como un Jeffery Taylor que falló un mate hecho, pérdidas tontas de Maurice Ndour o los ya nombrados tiros libres errados, pero el Valencia Basket tampoco anduvo a la zaga, un antideportiva de Hamilton, un tiro en que perdió balón Vives o unas faltas innecesarias a triples de Carroll, fueron algunas de las situaciones que, poco a poco, fueron igualando el partido y que nos dejó en una situación límite, con una última posesión por jugar y con balón para Valencia Basket.

El vuelo eterno  

El final ya lo han visto, Maciulis falló en su defensa de intento de robo y permitió a Diot, con un simple movimiento, soltar una entrada fácil y centrada que le daba prácticamente la victoria, Felipe Reyes, sabio como ningún otro, buscó desesperadamente sacar de fondo y encontró a Llull, el resto ya lo conocen, un vuelo de un balón durante unas décimas de segundo eternas, viendo como surcaba el cielo de la Fonteta para aterrizar suavemente dentro de una cesta, probablemente media España quería que entrara y otra media que se saliera, pero nosotros nos vamos a quedar con todo lo que puede pasar por la cabeza mientras se ve ese balón volar, y no me digan que no es cierto porque no les vamos a creer.

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Así acabamos por hoy, viendo como un equipo es capaz de ganar cinco partidos, en diez días y en tres competiciones diferentes, es el Real Madrid de Pablo Laso, ese que no se puede relajar porque el miércoles viene un tal CSKA de Moscú, ¿les suena? Seguro que sí.