El OjO Al Blanco del Real Madrid 94 – 88 Gipuzkoa Basket: Un día con mucha alquimia

Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com

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Dicen que la alquimia es la doctrina que pretendía descubrir los elementos constitutivos del universo y que ahora viene muy bien viendo cómo anda la cosa con las ondas gravitacionales, pero lo cierto es que, bajando a lo terrenal, el partido jugado por el Real Madrid tuvo mucho de esa alquimia en que vimos al Maestre Laso usando todos los experimentos posibles (y que casi le dan algún disgusto), así que vayamos, sin más demora, a ver qué se nos ocurre en este día de pruebas en el OjO Al Blanco.

Una orgía anotadora

Las 8.136 almas que poblaban el Barclaycard andaban un poco a la expectativa para ver qué partido íbamos a encontrar, no en vano había muchas bajas con Rudy, Nocioni y Reyes más la consabida de Thompkins y con la Copa del Rey a escasas fechas, pero lo que se encontraron en su inicio fueron dos equipos que se dedicaron a la orgía anotadora como argumento de juego y parecía que cada uno asumía su papel de verdugo y víctima. Ahí el Real Madrid nos asombró con 7/8 en triples, principalmente con Llull y Carroll como puntas de lanza, al que se unió el que sigue en estado de forma excepcional, Gustavo Ayón. El 34-23 parecía que dejaba la cosa vista para sentencia, pero claro, es que no habían empezado los experimentos.

El alquimista Laso

Si este partido hubiera supuesto algo más que una victoria a efectos clasificatorios, estamos más que seguros que a Laso no se le habrían ocurrido esos “experimentos” de alquimista como fue jugar con 4 abiertos y un único pívot con Willy Hernangómez, ver una pareja de jugadores interiores “revolucionarios” como era Ndour y Lima o dejando a Luka Doncic como único base dejando en el banquillo tanto a Sergio Llull como Sergio Rodríguez viendo al esloveno llevando, en exclusividad absoluta, la manija del equipo, esas fueron algunas de las pruebas que el coach madridista probó y que originó que el equipo no siguiera con el ritmo del primer cuarto y eso lo pagó frente a un Gipuzkoa Basket que fue capaz de ganar el segundo cuarto y tuvo renovadas energías en la continuación.

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Hasta que Llull dijo ¡¡Basta!!

 En todas estas pruebas raras, pues claro, en el otro lado de la cancha hay un rival que también juega a esto y que empezó a encontrar el camino al aro, sobre todo gracias a la mano caliente de Marcus Landry que, con tres triples y el enorme desacierto blanco, fue viendo como el Gipuzkoa se ponía por delante 58-63 y azotaba todos los miedos de los equipos de la parte baja de la tabla que veían como una sorpresa podía saltar en el Barclaycard. Todo fue un espejismo, el tiempo que necesitó el Madrid para decir que bastaba de experimentos y le dio la pelota a Llull para que, con una extraordinaria actuación fuera el principal responsable de un 22-0 que devolvió a la tierra al equipo vasco y al Madrid en situación de seguir con su partido esperando solo el bocinazo final.

El experimento fallido de Maurice Ndour

En toda prueba, uno puede estar sujeto al fallo y en esta ocasión, el error lo tenemos en la figura de Maurice Ndour, en el que, al día de hoy, nos parece uno de los peores fichajes del Real Madrid en mucho tiempo, sus 10 minutos y 49 segundos en cancha fueron un total despropósito para un jugador que se precie de formar parte de la plantilla de un campeón de Europa, mala posición defensiva a un exterior siendo roto con un simple amago del atacante, mala colocación para cerrar rebote, sin incidencia en los ataques, con muchas dudas de sus compañeros para pasarle el balón e inclusive, despertando la sonrisa resignada de la grada cuando iba en un contraataque y lanzó el balón a la grada que, si pilla alguno, le vuela el tupé. En resumen, alguien que, al día de hoy, es completamente prescindible en el entramado del Real Madrid y que, salvo algo que nos dejaría con la boca abierta, es firme candidato a ver desde la grada la Copa del Rey en compañía de Rudy Fernández y de un extracomunitario que tiene pinta de ser Trey Thompkins (salvo lesiones, evidentemente).

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Así terminamos, nuestra próxima cita nos lleva a Coruña, allí viviremos “in situ” la Copa del Rey de este año, como siempre, os daremos la mejor información de la que dispongamos.