Un articulo de: @Laiguanablog
El fútbol es un deporte ambivalente. Hay dos fases, la defensiva y la ofensiva. En el equilibrio está el éxito. Si tienes un defecto defensivo lo podrías, en teoría, minimizar con una descomunal potencia goleadora. Es decir, si te meten cuatro y tú metes cinco o seis por partido, ganarás. Del mismo modo, si necesitas fabricar treinta y cinco ocasiones claras para meter gol, todo pasará por blindar tu propia portería y jugar al cero-cero o uno-cero. Esto tan obvio, parece que algunos pasan por alto.
Pues bien, el Real Madrid estaba funcionando por jugar blindado atrás. Con la irrupción de Mendy en la banda izquierda no hacemos salir a esa posición a Ramos y se cometen menos errores al dejar menos huecos. Los rivales se veían obligados a hacernos ocasiones con disparos lejanos. Algunos no tan lejanos, pero daba igual, porque ahí destacaba la figura de Thibaut Courtois. La afición, entre la que me incluyo, afeábamos el poco poderío ofensivo del equipo y estos ecos han llegado al vestuario. De modo que Zidane en los últimos partidos ha querido jugar de una manera más ofensiva destapando un poco al meta belga con nombre de tienda de complementos.
El experimento que se ha hecho ha sido dar descanso a Mendy y a Valverde para que sus lugares los ocupasen un voluntarioso Modric y Marcelo. El croata es un jugadorazo impresionante que, aún a su edad, sigue dando clínics de movimiento de balón, lucha, entrega y correr. Pero ya no está tan fino como antes. Además, no es capaz de dar las soluciones defensivas del uruguayo. Un jugadorazo que ocupa muchísimo terreno de juego y hace mejor defensivamente a los otros centrocampistas y a los centrales.
Marcelo, por su parte, es un jugador, como ha sido siempre, totalmente anárquico y desequilibrante. Pero con un desequilibrio en exceso porque hace que nuestra defensa, en concreto Ramos, tenga que salir de su zona de confort y tenga que llegar al cruce. Por lo que expone a nuestro capitán a posibles tarjetas o a que no llegue a tapar su posición y la del brasileño. Igual habría que buscar otra solución a la entrada de Marcelo, quitando a Kroos y poniendo a Valverde por izquierda para que tape las subidas anárquicas del brasileño. O quizá podamos ver a Marcelo y Mendy jugando juntos, en detrimento de Kroos o de Valverde. No lo sé. En cualquier caso, son soluciones que competen a Zidane. Magnífico entrenador que nos hará salir de esta situación de crisis en que nos encontramos.
Una crisis que, no nos olvidemos, viene provocada por nuestra falta de gol. Problema original y causa de todos nuestros males. Confiar la tarea atacante de un equipo a un jugador como Benzema, que es puro talento y magia, pero también es irregular, te lleva a pasar estos baches. Que el resto de delantera la formen un Bale con el que no se cuenta (a tenor de lo ocurrido en verano entre él y Zidane) y que está triste, poco metido y apático, tampoco me parece una buena idea. El tercero en discordia es un Eden Hazard que futbolísticamente es un portento pero que las lesiones no le están respetando, tampoco es buena idea. De modo que nuestra delantera es, por eliminación de dos jugadores, cuanto menos irregular.
Mención especial hay que hacer a la lesión de Hazard. No se trata, como en otros jugadores ha ocurrido, una lesión muscular. Puesto que vino provocada por la entrada de Meunier compatriota de nuestra estrella que lo lesionó en el partido contra el Paris Saing Germain. De esa fisura en el peroné es de lo que ha recaído. Se lo cargaron. He pedido una estadística a nuestro amigo Maketo Lari, insigne tuitero y mejor persona, y en ella se puede leer con absoluta claridad que, solo en liga, Eden Hazard ha recibido el doble de faltas que, por ejemplo, la estrella culé. Tan solo, en números totales, Casemiro ha recibido más faltas que él. Así que le he pedido la comparativa con Busquets y, en un número parejo de partidos disputados, han recibido aproximadamente las mismas. 37 Casemiro por 35 Busquets, si bien es cierto que Casemiro ha jugado más minutos que el jugador catalán.
Por otro lado, Messi ha sufrido 34 faltas, mientras que Hazard 35 faltas. Si bien Messi ha jugado más del doble de tiempo que el jugador belga. Lo que nos arroja un promedio faltas/minutos, de: Busquets, 1 falta recibida cada 46 minutos; Casemiro, 1 falta recibida cada 55 minutos; Messi 1 falta recibida cada 50 minutos y Hazard, 1 falta recibida cada 21 minutos.
Cada vez que hay una falta contra un jugador creativo que no sea del Real Madrid hay que escuchar la misma cantinela por parte de los periodistas: “hay que proteger el talento” Cuestión que me parecería bien si se tratase a todos los jugadores talentosos por igual. Pero no es así. Aunque, pensándolo fríamente, tampoco me parece tan bien. Hemos dicho al principio que el fútbol es un juego ambivalente con dos fases: una defensiva y una ofensiva. Si favoreces una en detrimento de la otra, te estás cargando el juego. Más aún si ese favorecimiento se hace con un doble rasero. Algo muy popular y abundante en el arbitraje español. Las manos que son en un área y no son en el otro; las faltas merecedoras de tarjeta en un lado que no lo son en el otro. En fin. De esas cositas de las que tendría que hablar y nuestra directiva tomar cartas en el asunto, pero, no se preocupen, que tampoco van a hacer nada.