Una crónica de: @Datemus
Quiso la providencia que tras el palo atizado ayer a la parroquia blanca por el Levante y por Hernández Hernández, cuyo parecido a un árbitro es menor que el de una monja de clausura a un mafioso, amaneciera un día primaveral con el que celebrar la llegada de una nueva promesa de futuro justo cuando, paradójicamente, la primera plantilla se va a ventilar su porvenir en una semana tras la que, sin posibilidad de solución intermedia, el conjunto de jugadores más glorioso en muchas décadas saldrá o bien reafirmado o bien destinado a su extinción definitiva.
Reinier Jesús Carvalho (19 de enero de 2002, Brasilia, 1,85 m) debutaba en el Real Madrid y ojalá que su recuerdo sea imborrable para todos los aficionados. De momento, exhibición de planta y presencia física de este futbolista, que esperemos sea fruto de sus cualidades atléticas innatas más que de la precocidad en su desarrollo. Sumen sesenta y cinco minutos de buena técnica, visión de juego, muchísima movilidad y pinta de muy buen futbolista para dejarnos con sensaciones muy optimistas.
Estamos en carnaval y para agasajo del debutante y homenaje de los cariocas, Raúl transformó el Di Stefano en un sambódromo de lujo alineando a otro jugador novel, Rodrygo Goes, que se bautizó como madridista en competición oficial esta misma temporada con el filial blanco y que viene nada menos que de conseguir un hat-trick en la Champions League, entre otros logros destacables. Muy extraño, casi inexplicable para el aficionado blanco, que carece de la información que tiene el cuerpo técnico que los ve trabajar día a día, acertar a comprender la vuelta de Rodrygo al filial. En cualquier caso, el jugador está en una edad en que necesita partidos y siempre es mejor que los dispute en el Di Stefano y en Segunda B a que se quede en la grada sin competir.
Enfrente, para tratar de amargar la fiesta, un rival en teoría débil: la U.D. Sanse, cuya situación en la tabla es desesperada y que no se corresponde con la calidad de una plantilla que ha entrado en barrena y que demuestra que cuando se cae en barrena, por bueno que sea el avión, es casi imposible remontar el vuelo, lo que pone de relieve la importancia de las dinámicas en los equipos.
Vayamos ya con el partido, como siempre, estudiando la alineación. Raúl dio salida a los mismos de atrás que en los últimos encuentros. Los cambios principales llegaron en la medular. Las entradas de Reinier y Rodrigo enviaron al banquillo a Marvin y a Ayoub. De esta forma, como interiores por delante de Blanco jugaron Fidalgo por la derecha y Reinier por la izquierda mientras que, arriba, Baeza se ocupaba de la derecha, Rodrygo de la izquierda y Marc Gual de la posición de ariete.
Dio comienzo el encuentro con un planteamiento del Sanse ultraconservador. Los visitantes formaron una línea de cinco atrás prácticamente soldada a la de cuatro medios, dejando como único punta a Joel Rodríguez. La presión se iniciaba desde la medular, con la defensa adelantada y reduciendo el espacio de creación a una franja de apenas veinticinco metros. La frescura de piernas, la aplicación en las marcas y las ayudas continuas de los de atrás en cuanto un medio se veía desbordado, favorecidas por la proximidad entre las líneas, hicieron la vida imposible a un Castilla que parecía además notar las novedades en su alineación. La posesión era monopolio local pero no había una jugada de peligro en ninguna de las áreas ni por aproximación.
El primer cuarto de hora se tradujo en Castilla muy volcado por la izquierda, con acciones muy trabadas de Rodrygo y Reinier que se buscaron muchísimo, aunque por zonas donde apenas había espacios, pero sin crear peligro a pesar de la continua movilidad de los brasileños. El aspecto negativo es que Baeza y Fidalgo quedaban inéditos por la derecha y fueron insuficientemente buscados por el resto de medios, en especial por Antonio Blanco, que además intentó varios cambios de juego con escasa fortuna.
Pasaron los veinte primeros minutos y con ellos, llegaron las primeras muestras de cansancio en su estadio inicial y de alguna pérdida de concentración, permitiendo la aparición de los primeros espacios.
En el 23’, llegaba al sambódromo la primera diagonal de Rodrygo contra la defensa local y contra Fran, que le hace otra diagonal de dentro a fuera por delante del brasileño estorbándolo (detalles muy importantes a corregir en jugadores en formación). El disparo final del carioca queda rechazado pero Rodrygo lo pelea y dispara de nuevo, tocando la pelota en un jugador local que desvía por muy poco a córner.
En el 28’, Rodrygo hace otra diagonal hacia el pico del área. Encara a su par pero en vez de intentar el desborde, pasa al centro del área para encontrar el chut de Antonio Blanco. El lanzamiento del de Montalbán no encontró portería por un rechace en un jugador visitante, que envió la pelota a córner por muy poco. El saque de esquina encuentra a Mario Gila, si bien la pelota se le queda muy atrás. No obstante, el central resuelve con un gran remate con el pie derecho que estrella la pelota en el larguero.
Seguía el juego espeso a la media hora y Raúl intercambió, provisionalmente y sin producir grandes efectos, las posiciones de Rodrygo y Baeza.
En el 41’, Rodrygo recibe en la medular pegado a la cal por la izquierda. Realiza una diagonal hacia el área y se apoya en Reinier, que le devuelve una buena pared aunque un pelín larga. A Rodrygo se le viene la línea de fondo encima pero resuelve muy bien devolviendo la pelota hacia atrás a Reinier que, rodeado de contrarios, tiene la genial idea de pasar hacia atrás de tacón a Fidalgo. El asturiano recibe sólo en el punto de penalti y se suma al carnaval carioca enviando la pelota a la red. 1-0. Un gran gol que hacía justicia a la mayor iniciativa del cuadro local. Antes del descanso, Baeza saca una falta desde tres cuartos por la izquierda con mucha precisión que deja a Javi Hernández sólo ante el portero, pero el central madridista remata de primeras con el pie fuera.
El Sanse no había llegado ni una sola vez con peligro en la primera mitad y el Castilla se fue al descanso con todo a favor. Parecía que la segunda parte podía ser plácida, para variar, pero una vez más el equipo cedió ante el empuje visitante y lo pasó bastante peor de lo necesario.
Los del norte de la provincia adelantaron líneas y buscaron el empate con ahínco desde el inicio del segundo tiempo. El Castilla comenzó a perder la pelota y se mostró sin ella, como es habitual, muy desordenado, dejando a los puntas sansebastienses en uno contra uno contra los defensas blancos, y eso en el mejor de los casos. Una buena muestra fue la ocasión en el 49’. Baeza saca una falta desde la izquierda. La pelota queda corta y es despejada por la defensa desde la derecha. De un cambio de juego, Julio Delgado encuentra solo por el centro aún en campo propio a Raúl, sin más oposición por delante de él que la de Altube y la de Baeza, único jugador local que persigue la jugada tras el saque de falta. Raúl se va sin problemas con una bicicleta del cordobés y pone un pase al área pequeña que, milagrosamente, no encuentra rematador.
El partido fue a más para los visitantes que movieron muy bien el banquillo y transformaron su esquema en un 4-4-2 mucho más ofensivo. La posesión y la iniciativa pasaron a ser sansebastienses y el Castilla cada vez se veía más incómodo en el campo, con la pelota cerca de Altube y sin ser capaz siquiera de salir a la contra aprovechando los espacios que dejaba su rival.
En el 61’, Guillem se come una combinación ofensiva del Sanse. El lateral izquierdo combina en profundidad y de juego directo para Fer. Guillem se lanza sin llegar a cortar el balón y el exmadridista combina con Joel hacia el pico del área grande ante la rápida llegada en la ayuda de un Mario Gila muy serio hoy. Joel dispara cruzado y envía la pelota fuera por muy poco. La ocasión despertó a Raúl González, que decidió mover por fin el banquillo sin esperar a que nos igualaran y dio entrada a Ayoub por el debutante Reinier.
El cambio pareció dar ciertos frutos al principio. El Castilla recuperó la pelota y aunque sin buen juego, pasó a defenderse con la posesión. Ahí surgieron los mejores minutos de Baeza que, sin Reinier en el campo, se hizo más participativo y generó jugadas de mucho mérito y peligro, cortadas casi siempre en falta por los visitantes sin que el árbitro castigara la reiteración. Eso y el sensacional partido que hizo el meta local Xabi Irureta jugando de líbero, muy adelantado y con una fantástica visión de juego, neutralizaron muchas de las jugadas de mérito realizadas por los nuestros. Quizás habría estado bien ordenar desde el banquillo algún disparo directo a puerta desde la línea de medios.
No le duró mucho la posesión a los de Raúl, apenas diez minutos, que la volvieron a ceder ante el empuje sansebastiense. Los colistas, necesitados desesperadamente de puntos, se lanzaron con todo al ataque y se aplicaron con mucha energía en recuperar la pelota, impidiendo cualquier salida del Castilla y ahogando a unos medios incapaces de ver los inteligentísimos movimientos de Marc Gual.
En el 75’, el Sanse bota un córner y Albert Esteller, solo en el área pequeña, envía fuera incomprensiblemente su testarazo a bocajarro. El clásico error garrafal de concentración del Castilla esta vez fue compensado por la falta de suerte que caracteriza a los equipos en dinámicas negativas.
En el 77’, el Castilla, incapaz de competir contra el medio campo visitante, deja recoger un rechace a Raúl y progresar hasta el interior del área. Desde ahí el jugador visitante, atónito ante la falta de oposición, suelta un zapatazo que habría terminado muy seguramente en gol de no ser por la rápida ayuda de Mario Gila tras darse cuenta, por fin y aún a tiempo, de la enorme pasividad de toda la defensa. El cruce del central local, muy serio hoy, se marcha afortunadamente por encima del larguero a córner.
Con el partido roto por el esfuerzo de los jugadores, en el 80’, llegaba una jugada en la que lo que parecía un despeje de Rodrygo fue en realidad un pase muy preciso hacia un fantástico desmarque de Marc Gual. El badalonés, incansable en su trabajo en el día de hoy, realiza un gran control y cede al centro del área, donde el portero se anticipa al remate de Baeza por muy poco. Extraordinarias la visión de juego y capacidad de anticipación de Irureta.
El cansancio pesaba por fin en los sansebastienses y llegaron los contragolpes. En el 82’, uno muy bien llevado por Rodrygo termina con otra conexión brasileiro – asturiana, aunque esta vez el disparo de Fidalgo se marcha fuera por poco.
Un minuto después, un incansable Marc Gual cedió su puesto a Pablo. El ariete juvenil ocupó la posición de Rodrygo, que a su vez se movió a la de único punta local.
En el 87’ en otro contragolpe, Rodrygo controla y queda uno contra uno frente a su par Bueno. El carioca decide entonces dar una exhibición de toda su potencia y calidad y, con una arrancada seca, deja a su par atrás y encara la portería, batiendo con su disparo final al meta Irureta y sentenciando el encuentro. Un verdadero golazo fruto de un jugador muy por encima de la división en la que competía esta tarde. 2-0. Desgraciadamente, en la misma jugada, Irureta se va a por Rodrigo para recriminarle que el Castilla siguiera la jugada en una caída llena del más puro teatro guardiolano de un jugador visitante, que además para nada influyó en la jugada. A Rodrygo le traiciona su inexperiencia y celebra el gol en la cara del portero visitante. El árbitro le muestra la segunda amarilla, lo que le acarrea sanción y su indisponibilidad para ser convocado con el primer equipo a la disputa del Clásico, del Clásico Robo, quiero decir. Una verdadera lástima porque con Hazard lesionado y la falta del gol del equipo, cualquier recurso es bienvenido, ello sin contar lo que pueda pasar durante la semana, que suficiente tenemos con tener a una de nuestras grandes estrellas de nuevo en la enfermería como para que nos vengan más sustos.
Tres puntos vitales para un Castilla que mira ya, definitivamente, a las posiciones de cabeza. Lejos han quedado los tiempos del temor al descenso pero por la distancia en puntos, que no por las semanas transcurridas, que han sido muy pocas. Los refuerzos de Marc Gual y Renier van a catapultar las posibilidades de llegar al cuarto puesto, en especial si se juega un partido atrás tan serio como el de hoy por parte de los centrales. Ojalá que, entretanto, se pudieran incorporar otros jugadores como Sergio López, Franchu Feuillassier o Víctor Chust para dar más opciones a Raúl González.
FICHA TÉCNICA
Real Madrid Castilla: Altube, Fran García, Guillem, Javi Hernández, Gila, Blanco, Fidalgo, Reinier (Ayoub, 65’), Rodrygo, Marc Gual (Pablo, 83’) y Baeza (Bravo, 90’).
San Sebastián de los Reyes: Xabi Irureta, Pipe Sáez, Estellés, Gullón, Miguel Muñoz (Bueno, 72’), Hernández, Álex, Trabazo (Queijeiro, 65’), Julio Delgado (Fer, 58’), Raúl y Joel.
Goles:
1-0 (min. 40): Fidalgo.
2-0 (min. 87): Rodrygo.
Imagenes: realmadrid.com