Una cronica de: @Javirodespi – planetacb
Algunas veces la Euroliga nos deja uno de esos partidos que a uno se le quedan en la retina, no por la calidad desplegada entre los contendientes, sino porque uno llega al éxtasis de la agonía viendo como las alternativas cambian de bando sin saber de ninguna de las maneras, que es lo que va a pasar al final. Eso fue lo que nos han ofrecido hoy tanto Real Madrid como Panathinaikos en un duelo jugado de poder a poder y que se ha decidido por nimios detalles que han dado la victoria a los de Laso y que han terminado llevándose a la boca el dulce sabor del sufrimiento, justo como el título de nuestro OjO Al Blanco.
Tres aplausos y una pitada
La memoria del público puede ser reciente o lejana, en los prolegómenos del partido jugado hoy, pudimos comprobar cómo ambos aspectos están vigentes en la afición madridista, ovación para KC. Rivers y Ioannis Bourousis, aplausos algo más tímidos para Fotsis (ya ha llovido desde entonces) y sonora pitada para Xavi Pascual, que hace poco menos de cinco meses estaba sentado con el FC. Barcelona en ese mismo banquillo y viendo como su homónimo le dejaba sin saborear el título de liga.
Duelo bajo la luna llena
Con tanto rollo que llevamos hablando de la luna llena en estos últimos días, no nos extrañaría que tanto James Feldeine como Jonas Maciulis, estuvieran bajo ese influjo en el primer cuarto, porque menudo duelo de pistoleros se marcaron desde la media y larga distancia, ofreciendo dos estilos de tiro completamente antagónicos, el lituano más calmado a la hora de cargar el brazo, mientras que el dominicano, completamente eléctrico acabaron con 9 puntos cada uno de los 21 y 23 con los que terminaron ese periodo de diez minutos.
Del dominio al carrusel
Si tuviéramos que poner en una balanza la actuación de ambos equipos, diríamos que gran parte de la primera mitad fue del conjunto de Xavi Pascual, con pinta de estar mucho más ordenado en el juego y con gran capacidad para aplicar los sistemas que ya les está metiendo el técnico catalán y donde el balón circulaba hasta llegar a uno de sus principales valores, Ioannis Bourousis, que siguió demostrando que se le da muy bien la cancha de su ex-equipo y bregaba con solvencia con cada jugador que tenía encima, ayudaba en defensa y su juego de espaldas al aro era muy difícil de parar. Afortunadamente para los blancos y cuando peor pintaban las cosas con desventajas de hasta ocho puntos, empezó a emerger tímidamente la figura de Sergio Llull y un invitado que, a pesar de jugar muy poco, resultó decisivo para que el resultado al marcador hubiera cambiado de dueño, Trey Thompkins nos demostraba su buena mano con ocho puntos consecutivos merced a dos triples y una canasta, así que la cosa prometía para la segunda mitad.
Only Llull can make all this world seem right (Solo Llull puede hacer que este mundo parezca correcto)
No se olviden de leer este título con la entonación necesaria de la canción de Los Platters, «only you» pero cambiando el pronombre personal por la palabra Llull y es que solo podemos dedicar un párrafo entero de este OjO al gran jugador de Mahón que parecía que tenía el don de la ubicuidad por todos lados, lanzando, penetrando, arengando al público, a sus compañeros, volando sobre la cancha a cada salto que fue el elemento decisivo, no para que el Madrid rompiera el marcador, sino que el excelso trabajo del conjunto de Xavi Pascual no se llevara lo que iba pareciendo un merecido triunfo. Su actuación rompe los registros de sus últimos tiempos para terminar con 30 puntos en una espectacular serie de 7/14 en tiros de dos, 4/6 en triples y 4/4 en tiros libres, amén de cuatro asistencias y un 27 de valoración, simplemente una delicia verle en la cancha.
Los detalles de la victoria
Dicen los que saben de esto que el baloncesto es un juego de detalles y hoy lo vivimos en su máximo esplendor, valgan los ejemplos que les vamos a citar, en primer lugar, cuando el partido estaba más que caliente y con bola para los griegos, una pérdida absurda de Nikos Pappas pisando la línea desembocó en un posterior 2+1 de Llull, pero la cosa no quedó ahí, mientras los entrenadores desmenuzaban sus sistemas de ataque, una acción defensiva puntual de Jaycee Carroll, completamente sujetado hoy por el entramado defensivo de Pascual, fue decisivo para que una bola suelta que era griega se convirtiera en española por ser lo suficientemente pillo para lanzársela a Feldeine antes de que saliera irremediablemente y, como colofón, la jugada final de partido en que Laso decidió defender con tres puntos de ventaja y que originó que KC. Rivers lanzara un triple con defensa de Randolph que, en esta ocasión, no entró. Punto y final a un partido que nos tuvo a las 10.489 almas con el corazón en un puño.
Ánimo Gist
El jugador del Panathinaikos, James Gist, sufrió una lesión que nos dejó una imagen de esas que no queremos recordar, tirado en la cancha y atendido por los servicios de emergencia presentes y llevándose al vestuario para una posterior observación, las primeras previsiones no son halagüeñas y Xavi Pascual mostró su preocupación en la rueda de prensa de que la cosa pinta seria, desde aquí desearle la mejor de las recuperaciones al bravo jugador y que nos dejó alguna canasta de impresión como un alley-oop en que Felipe Reyes solo pudo ver cómo volaba.
Aquí terminamos por hoy, nos vamos pero volvemos rapidísimamente, concretamente el viernes a las 21h. tenemos el siguiente choque de Euroliga, esta vez en el Palau frente al FC. Barcelona, mientras eso llega, disfruten y, por favor, no dejen de sonreír.