CRÓNICA | Arma letal: Real Madrid 2 – 1 Sevilla

Una crónica de: @MiedoEscenico2

La vuelta a la rutina, tras la consecución de la Supercopa, fue para el Madrid enfrentar en Liga al Sevilla, cuarto clasificado de la competición, con Lopetegui a los mandos, y una temporada marcada por una cierta irregularidad. Para prepararla a conciencia, el que esto suscribe se juntó con la gente de @pepo2204 en la previa y conoció la alineación de Zidane entre viandas y bebercios, sorprendiendo la presencia de un olvidado Lucas Vázquez en el once, formando línea de ataque con Rodrygo y Jovic. El centro del campo clásico de la primera era Zidane (casemiro, Kroos, Modric), una defensa compuesta por Carvajal, Militao, Varane y Marcelo, y Courtois bajo palos completaban el equipo de partida.

Tras el ofrecimiento de la Supercopa a la afición, el pasillo del Sevilla al campeón y el homenaje a Carlos Sainz como ganador del reciente rally Dakar, la pelota echó a rodar. Y lo primero que hay que decir es que se pasó una hora aburrida y bostezando. El Madrid entró al partido tibio, sin la presión adelantada de otras ocasiones, y el Sevilla tampoco se fiaba mucho, así que los primeros veinte minutos fueron una especie de tanteo, un intercambio de amagos y toques de dos boxeadores desconfiados. Un disparo de Kroos desde la frontal en el minuto 11, a las manos de Vaclik, y otro muy desviado de Marcelo fueron los únicos acercamientos del Madrid en esa fase, mientras que el Sevilla trataba de llegar al área madridista con más voluntad que acierto.

A partir del minuto 20, y durante unos minutos, el Madrid subió las líneas, presionó algo más intensamente, y encerró al Sevilla en su campo, pero este dominio no se tradujo en ocasiones claras. Poco antes del minuto 29, un córner desde el lado izquierdo del ataque sevillista era rematado por Luuk de Jong completamente solo en el segundo palo a gol, mientras Militao aparecía revolcándose por el suelo. El VAR analizó la jugada y, tras un tiempo de espera tenso, le mandó la patata caliente al árbitro Martínez Munuera, que se acercó a la pantalla del VAR a pie de campo, y decidió anular el gol, decretando como bloqueo ilegal la falta sobre el joven central brasileño, lo cual generó bastante enfado en el bando sevillista.

A pesar del aviso que suponía el gol anulado, el Madrid no acababa de hacerse con el control, y el Sevilla jugaba con peligro, buscando la portería de Courtois, pero sin grandes oportunidades. Sería en los últimos cinco minutos de esta primera parte donde el Madrid trató de retomar su presión, pero no hubo ningún remate destacable, y Carvajal mandó alto un centro en la mejor jugada madridista de ese periodo. Llegó el descanso, y descansaron hasta los ojos de los espectadores, doloridos tras semejante exposición de impotencia ofensiva. Un remate a puerta de cada equipo era un pobre bagaje para las expectativas previas, y estaba el equipo madridista atascado en el medio y muy poco acertado arriba. Lo peor es que la segunda parte empezó de una manera muy parecida. El Madrid no podía y el Sevilla apenas se atrevía, con lo que el tostón del primer tiempo amenazaba con mantenerse.

Hemos hablado otras veces aquí de las tijeras de podar, esa intimidante herramienta que Carlos Henrique Casemiro utiliza para rebañar balones en la zona intermedia del Real Madrid, en el centro y en las bandas, y que tanta tranquilidad le aportan a sus defensas. El caso es que el brasileño, por momentos, pareció estar cansado de usarlas como respuesta y decidió probarlas de una forma más proactiva. Cayó levemente a la derecha, donde Modric, Carvajal y Lucas Vázquez trataban de triangular y generar superioridad, y apareció por el área en torno al minuto 54, pero la jugada acabó en fuera de juego. Un par de minutos después, en otra combinación entre los mismos, le llegó el balón al brasileño en la frontal del área, y lo jugó hacia Jovic, mientras utilizaba las tijeras de podar para entrar dando un tajo en la defensa sevillista. El delantero serbio, que llevaba casi una hora embutido en su traje de camuflaje, en su versión más invisible, le devolvió la pelota con un excelente taconazo, y Casemiro se encontró entrando entre Gudelj y Reguilón hacia el área pequeña con ella. Ante la salida de Vaclik, utilizó suavemente la puntita de sus tijeras para elevar el balón ante la salida del guardameta, alojándola suavemente dentro de la portería, y marcando con ello el 1-0.

Pocos minutos después, entraban Benzema y Vinicius Jr. por unos deslucidos Jovic y Rodrygo, para intentar dar algo de dinamismo al ataque blanco. Pero fue el Sevilla, el que, en una jugada algo trabada, conseguía nivelar el marcador con un remate de De Jong cerca del poste, tras una jugada también polémica por un toque con la mano de Munir. El 1-1, los cambios que había hecho Zidane, o tal vez la unión de las dos cosas hicieron brotar un nuevo Real Madrid. Más abierto, dinámico y vertical, comenzó a mover el balón más deprisa y a llegar con peligro. Vinicius comenzó a ser un puñal por su banda, mientras Kroos y Modric comenzaban a ganar terreno, balón y movimiento. Pero, sin embargo, el peligro definitivo llegó del otro lado. En el minuto 69, Luka Modric abrió el balón a la banda y allí estaba Lucas Vázquez con su tirachinas y sus pantalones cortos, tras un partido no demasiado acertado, pero siempre trabajador y con su actitud de niño travieso. Así que el gallego cogió el tirachinas y mandó un balón con efecto al centro del área. Y allí, en la posición de delantero centro, apareció de nuevo el brasileño de las tijeras de podar, cogiéndolas al revés para largar un testarazo impresionante que suponía el 2-1, y demostrando que es un arma letal allá donde se presente.

Lejos de bajar el ritmo, el Madrid lo incrementó aún más, mientras el Sevilla luchaba por no perder del todo el control. Algunas salidas a la contra, sin peligro apenas, se vieron contrarrestadas por un asalto del Madrid al área de Vaclik, con Benzema saliendo fuera a combinar y acelerar jugadas, Vinicius percutiendo desde la banda hasta el área pequeña por la línea de fondo, y todo el equipo tratando de llegar a puerta y cerrar el partido. Pero, para esto, lo primero que hizo Zidane fue sustituir a Marcelo por Mendy, que salía con su cerrojo a cuestas, y que no tardó en ponerlo en su banda, a la que convirtió en una trinchera. Poco después, Casemiro estuvo a punto de marcar el tercer gol de volea, aunque salió desviado. Modric remataba desde la frontal, pero el balón salía a un lado de la portería. Militao mandaba a fuera de banda una ocasión muy peligrosa del cuadro de Nervión en el minuto 84 y, poco después, Vinicius, que encaraba sin descanso, caracoleaba y daba un pase atrás para Kroos, que remataba y veía cómo Vaclik evitaba el tercer gol. El partido llegó al final, con el 2-1 en el marcador y tres puntos muy valiosos en la cuenta del cuadro merengue.

Aunque se ha encontrado con muchas dificultades, especialmente debido a su escasa inspiración y a su propio atasco en el juego, el Real Madrid ha conseguido sacar adelante la primera situación complicada en casa de la segunda vuelta, gracias a ese arma letal que es Casemiro, no sólo para la defensa, sino también incorporado al ataque. Con ello, asegura seguir en cabeza de la clasificación de la Liga, y se prepara para una fase de la temporada en que la Copa del Rey entra en juego, debutando en Salamanca frente al Unionistas el próximo miércoles por la noche, que será una buena oportunidad para probar el estado de la segunda unidad, además, sin posibilidad de error, en el campo de Las Pistas.

 

RESULTADO FINAL: Real Madrid, 2 – Sevilla, 1.

 

GOLES:

1-0: 57’ Carlos Henrique Casemiro (asistencia: Jovic)

1-1: 64’ De Jong

2-1: 69’ Carlos Henrique Casemiro (asistencia: Lucas Vázquez)

 

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Militao, Varane, Marcelo (Mendy, min. 71); Casemiro, Kroos, Modric; Lucas Vázquez, Jovic (Benzema, min. 62) y Rodrygo (Vinicius Jr., min.62).

 

ÁRBITRO: Martínez Munuera (comité valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Modric (min. 37), Carvajal (min. 87) y Casemiro (min. 88).