Una crónica de: @MiedoEscenico2
El Real Madrid abría la jornada del sábado a la una de la tarde para que en China pudieran ver el partido los primos de Wu Lei. Para despistar al personal chino, y para solidarizarse con la causa ecológica de la cumbre del cambio climático, los jugadores madridistas saltaron al césped vestidos de verde, y con una alineación a medio camino entre el sistema más utilizado por Zidane, un 4-3-3, y las circunstancias médicas que mantenían a Marcelo, James, Asensio, Lucas Vázquez, Hazard y Bale en la enfermería. Con Courtois en la portería, Carvajal, Varane, Ramos y Mendy en defensa, la KFC (Kroos, Fede Valverde, Casemiro) en la medular, y arriba Benzema escoltado por las alas por los brasileños Rodrygo y Vinicius Jr, el Madrid salió decidido a ganar pronto y seguir persiguiendo su objetivo de ganar esta Liga.
Desde el saque inicial, en que el Español perdió el balón a los pocos segundos, hasta el tercer minuto, los madridistas tocaron y tocaron, moviendo la pelota de un lado a otro, buscando resquicios por los que meter mano a la escuadra españolista. Pero quedó claro que el cuadro dirigido por Machín, como había adelantado @pepo2204 en su previa, no estaba tan mal como dice su clasificación, muy bien colocado en el campo, tres centrales atrás, con las líneas muy juntas, y una presión continua en cualquier zona del campo. A los 5 minutos, Vinicius se fue sorteando a todos los que le salían al paso desde el centro del campo, pero su remate fue desviado con maestría por Diego López, cuyo nombre había sido aplaudido por el público, al igual que el del Pirata Granero.
El Madrid siguió intentando apretar las clavijas, y lo conseguía y llegaba, pero en el minuto 11 Rodrygo remató fuera, y en el 13 Benzema remató a las manos del portero gallego. A medida que transcurrían los minutos, el equipo hoy verde iba bajando levemente su intensidad ofensiva, e incluso en defensa concedía alguna ocasión como un remate de Granero que desvió con apuros Courtois. El único que no se rendía era el joven Vinicius, incansable desde la banda izquierda, demostrando velocidad cuando tiene espacios –el resto del equipo basculaba hacia el otro lado para propiciar el aclarado- y capacidad de regate sobre la marcha, pero sus llegadas al área finalizaban en remates que detenía Diego López, o pases que no llegaban a su destino.
El Madrid volvió a redoblar esfuerzos en el último cuarto de hora del primer tiempo, con el Español manteniendo la compostura y un entramado defensivo endiablado. Benzema decidió dejar de esperar centros –que no llegaban apenas- o pases –que tampoco-, y se asomó al centro del campo a benzemar un poco. De una de esas jugadas salió una pared con Valverde que no llegó a rematar, un zambombazo tremendo del uruguayo que Diego López tuvo que desviar a córner. En el minuto 37, tras sacar Kroos un córner, la segunda jugada fue cuidadosamente masticada por los verdes, hasta que le llegó el balón a Benzema. Éste sacó su violín y su arco, tocó un par de notas de espera, y puso el balón en el lugar y el momento perfectos, donde Varane remató en una posición antinatural, pero pragmática, la pelota a la red españolista.
En el tramo anterior al gol, el Madrid había decidido romper las líneas del cuadro perico a base de transiciones veloces de ataque, con el equipo desplegándose veloz y replegando también a toda pastilla. Eso sí que eran transiciones, y no las del Cholo Simeone. El caso es que, en ese contexto, jugadores como Rodrygo, Vinicius, Benzema y, especialmente, Valverde, se sienten como pez en el agua, pudiendo contar con espacios por delante. Valverde es, en sí mismo, una transición. La transición de ataque con sus botas de siete leguas, la transición defensiva con la navaja suiza en la mano intentando rebañar el balón perdido, la transición del viejo Madrid artillero y eléctrico de las 4 de 5 al nuevo Madrid de cemento, violines, navajas y trileros.
Lo del Pajarito y su papel en el juego es, probablemente, el mejor descubrimiento de Zidane en sus años de entrenador. Es complicado ver a un jugador que recorra tanto espacio en tan poco tiempo, manejando la teoría de la relatividad con soltura, y que además multiplique las prestaciones de quienes tiene alrededor, ofreciendo trabajo y apoyo en el pase desde el minuto 1 hasta el 90. Está hecho un pájaro, a pesar de su carita de inocente. Además, sabe pegar a tiempo, una virtud muy uruguaya, aunque en su caso no le hace falta muy a menudo, e impone su capacidad física, y su navaja de 30 usos para robar balones e interceptar líneas de pase.
Antes del descanso, aún hubo tiempo para una galopada a la contra de Benzema y Vinicius, en que el brasileño llegó al área y, en vez de ponerla atrás para el remate del francés, que entraba por el medio, remató y lo hizo con la misma fortuna de las ocasiones anteriores. Con 1-0 se llegó al descanso, y un partido controlado por el Madrid, pero con la sensación de que ese Español correoso no acababa de caer en manos de los merengues.
La segunda parte empezó de nuevo con control del juego por parte del Madrid, pero con un juego demasiado horizontal, con lo que dio la sensación de que decidió recular y darle el balón al rival para poder salir a la contra. En el minuto 52, un contraataque que dejó a Benzema solo en el uno contra uno frente a Diego López fue malogrado por la salida del cancerbero gallego. Había imprecisiones en el pase, y una cierta sensación de fatiga se fue adueñando del equipo madridista, que perdía terreno poco a poco, mientras el Español se iba estirando cada vez más.
Aun así, el Madrid seguía teniendo llegadas puntuales, como una penetración de Vinicius por su banda, que dejó un balón claro para el disparo a Benzema, que remató fuera por poco en el minuto 71. Parecía que le habían cambiado al francés las cuerdas del violín por las de un contrabajo, y fallaba remates, pases y entregas de la manera más inexplicable, y se le sumaban Kroos, Rodrygo o Carvajal en ocasiones. Al minuto siguiente, Modric entraba a relevar a Kroos, que no había estado demasiado lúcido en esta segunda parte, mientras el Español seguía esperando su momento para intentar equilibrar el resultado.
Sería en el minuto 79 cuando otra transición del Madrid hacía llegar un balón a Benzema en el flanco derecho del ataque hoy verde. Controló, se movió hacia atrás, arregló su violín y tocó dos notas, a las que acudió a toda velocidad el Pajarito Valverde con las alas desplegadas, dándole el apoyo suficiente como para que el francés le filtrara el balón para su entrada hasta la línea de fondo. Lo que pasó después estaba predestinado. Benzema recuperó su instinto y entró en una diagonal decidida hacia la portería, el Pajarito le puso el balón en el trayecto, y el viejo Karim remató, a pesar de la oposición de un defensa, al fondo de las mallas.
Con el 2-0, los madridistas respiraron tranquilos (sobre todo, los de las gradas), pero entre el árbitro y Ferland Mendy decidieron ponerle picante al final del partido. En el minuto 82, el francés llegó tarde a un balón, le dejó los tacos en la pierna a Víctor Gómez, y el árbitro le sacó la segunda amarilla. No hemos contado que la primera tarjeta había sido por meterle un viaje considerable a otro rival, con lo cual no podemos decir que no fuera justa la expulsión. Lo que nos desespera un poco es que este criterio tan claro no se aplique a los jugadores rivales, que pegan con licencia para ello ante la impasibilidad arbitral. Pero, para saber sobre eso, mejor leerlo en la crónica arbitral de @cubelas13 del partido en esta misma web.
El caso es que el Madrid se quedó con diez, y un par de minutos después, Zidane decidió dar entrada a Militao y Brahim por los dos extremos brasileños. El Español hizo lo que tenía que hacer, atacar para intentar aprovechar la ventaja, y el Madrid también hizo lo que tenía que hacer, mover el balón con criterio y no perder la cara al partido. De ahí al final, poco que contar, ni grandes apuros de unos ni otros.
Con esta victoria, el Madrid mantiene su velocidad de crucero en Liga, y llega a un tramo de partidos complicado (Mestalla y Nou Camp) con la plantilla diezmada por las lesiones y la sanción de Mendy, pero con mucho trabajo realizado, y la sensación de que sabe lo que cada partido demanda para dar la mejor respuesta. Esperamos que la racha siga, y podamos disfrutarla de aquí a final de año.
RESULTADO FINAL: Real Madrid, 2 – Español, 0
GOLES:
1-0: 37’ Raphael Varane (asistencia de Benzema)
2-0: 79’ Karim Benzema (asistencia de Valverde)
REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos (Modric, 71), Valverde; Rodrygo (Brahim, 85), Benzema y Vinicius Jr (Militao, 85).
ÁRBITRO: Jaime Latre (Comité Aragonés). Mostró tarjeta amarilla a Vinicius Jr (min. 17), Valverde (min. 74) y expulsó a Mendy por doble amonestación (mins. 63 y 83).
Imagenes: realmadrid.com