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Una crónica de: @luismanper
Se comentaba en la previa del partido de ayer contra el Villarreal, que Carvajal había tomado la palabra en el vestuario después de la debacle contra el Lille y había arengado a sus compañeros en una bronca motivadora, de que lo que la imagen ofrecida el pasado miércoles en Lille, no se podía volver a repetir y que el equipo tenía que mejorar la actitud para hacer frente al Barça en Liga y dar la talla en los complicados partidos de Champions que nos esperan a la vuelta del parón.
Pero como si de una maldición se tratara, la rodilla del bravo lateral de Leganés dijo basta en la última jugada del partido, en la que Yeremi Pino se interpuso en el típico despeje a ninguna parte de la última jugada partido en el que la única intención es mandar el balón lo más lejos posible, con tan mala suerte que el canario llegó antes que Carvajal, quien ya había impulsado la pierna que, desgraciadamente quedó atrapada bajo la pierna del internacional canario en una hiperextensión terrible que se llevó por delante el ligamento cruzado del segundo capitán del Real Madrid, quien salvo milagro ha concluido su temporada… y si vuelve en forma a la próxima temporada puede estar agradecido porque eso significaría que la recuperación ha ido bien y que no tenía afectado ni el menisco ni ningún otro ligamento de la rodilla.
Imagen: ziggosport
Esa imagen de Carvajal retorciéndose de dolor y saliendo en camilla del campo será la que dejará el partido de ayer, ya que el resto del partido siguió la línea del último mes con más goles que juego, y eso que Ancelotti apostó por el once más titular que pudo sacar debido a la lesión de Courtois en portería que devolvió a la portería al ucraniano Lunin, Carvajal y Mendy en los laterales con Rudiger y Tchoaumeni de centrales a causa de las molestias musculares que viene arrastrando Militao, Camavinga y Valverde en un doble pivote con Modric y Bellingham más adelantados quedando la delantera para Mbappé y Vinicius, ante los problemas de espalda que viene sufriendo Rodrygo.
Sin embargo, ese mediocampo tan creativo no consiguió que el Real Madrid se adueñara del partido desde los primeros minutos, pues el Villarreal rondaba el área de Lunin con un Baena muy incisivo, que no es el máximo asistente de la Liga por casualidad, pero fue el Real Madrid quien se llevó el gato al agua con la enésima jugada ensayada de la factoría Davide Ancelotti, en un córner raso en el que Bellingham arrastró a un defensa hasta una esquina del área, dejó pasar el balón entre sus piernas para que Fede Valverde dispusiera de un disparo franco que el uruguayo no desaprovechó, y cuyo leve toque en el propio Baena hizo que el balón hiciera una parábola que batió a Diego Conde para poner el 1-0 en el marcador.
Imagen: realmadrid.com
El Villarreal no se rindió y siguió dominando el partido siendo cada vez más incisivo con unos centros al área que cada vez creaban más peligro hasta el punto que primero Barry cabeceó al larguero y después Lunin se tuvo que emplear a fondo para sacar con los puños un córner peligrosísimo que cada vez se cerraba más, como se nos cerró a todos el corazón minutos más tarde cuando Tchoaumeni empujó dentro del área a un Barry, que se disponía a encarar a Courtois, el árbitro pitó penalti pero afortunadamente tuvo que anularlo por un fuera de juego milimétrico del delantero castellonense.
A la vuelta de los vestuarios, el guion del partido cambió poco pues solo Vinicius intentaba poner algo de picante al encuentro desbordando una y otra vez a Kiko Femenía, quien tuvo que ser expulsado por soltarle un codazo al brasileño para evitar que le desbordara en uno de sus autopases tan característicos, y como si de una venganza se tratara y visto que Mbappé había fallado un mano en el que no fue capaz de regatear a Diego Conde, fue el propio Vinicius quien cerró el partido con un cañonazo desde fuera del área que entró por toda la escuadra tras rozar el palo.
Imagen: realmadrid.com
Minutos más tarde el brasileño tuvo que pedir el cambio por problemas cervicales que había sufrido tras un forcejeo con un defensa siendo sustituido por Arda Guler, poco antes habían salido Militao y Rodrygo en lugar de Camavinga y Mbappé, siendo especialmente preocupante lo de este último tanto si está jugando a pesar de no estar al 100% físicamente (lo cual hablaría bastante mal de Ancelotti) como si estando al 100% este es el máximo rendimiento que puede ofrecer, pero fue el último cambio el que desencadenó la tragedia cuando Lucas Vázquez esta vez no sustituyó a su teórico titular como Carvajal sino al primer capitán como es Luka Modric, quien se nota mucho más cuando no juega que cuando juega, como algunos descubrieron el pasado miércoles… y el final de la historia ya lo conocéis en esa desafortunada acción entre Carvajal y Yeremi Pino, que el lateral de Leganés confirmó de madrugada que le obligará a pasar por el quirófano y a perderse lo que queda de temporada, tal y como hizo el propio Yeremi Pino el año pasado, por lo que convendría no cargar las tintas contra alguien que ya tendrá el pesar de verse involucrado en una jugada de tan nefastas consecuencias y que a todos nos dejó la sangre helada… Ojalá sirva para que las autoridades futbolísticas pongan fin a este sindios de calendarios de 11 meses con competiciones tan diversas como absurdas, pero lo peor de lo que pasó ayer es que todos sabemos que eso no va a pasar porque ni personajes como Infantino, Ceferin, Tebas y demás ralea de aprovechados corruptos ni los propios jugadores querrán rebajarse esos mastondósticos sueldos de los que disfrutan, aunque a cambio ganen en salud.
