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Una previa de: @danipuerto6
Llega la Jornada 25 de la Liga Endesa y con ella una constante que se repite temporada tras temporada. Y es que cada vez que llega un viaje a las Canarias en liga, el Madrid lo enlaza con otro partido duro y en tierras lejanas dentro de la Euroliga. Otra vez toca el Iberostar, otra vez Tenerife y otra vez una cancha siempre complicada para el Madrid, la del Santiago Martín, la «Hamburguesa». La suerte para el Madrid es que el partido será el domingo y a última hora, no el sábado, como también acostumbraba a suceder.
Llega el Madrid tras ganar al Panathinaikos en Grecia, en un partido malo de ambos equipos, donde los blancos fueron fieles al juego deslabazado y falto de tensión competitiva de sus dos últimas semanas,donde otra vez buscaron vivir del tiro de tres, algo curioso, porque se acabó ganando gracias a un descomunal partido de Tavares en la pintura y a una «mandarina» sobre la bocina final de Rudy , que en el OAKA se disfrazó de Llull. El equipo «chicharrero» también hizo los deberes en Europa y de cara a meterse otra vez en la F4 de la Champions FIBA, sólo perdió de dos en la cancha del Hapoel Jerusalén en un buen partido de los de Vidorreta.
El partido enfrenta al mejor ataque de la ACB, el Madrid, contra la tercera mejor defensa, lo que deja a las claras la mejoría atrás del equipo canarista. Colton Iverson ha subido el nivel de los de Vidorreta, dándole la dureza en la pintura y rebote que les faltaba. A partir de ahí, se orienta un equipo que como el de Laso, platea su juego de ataque desde la velocidad y el tiro exterior. Iverson no sólo tendrá una dura prueba ante un Tavares que llega al alza tras su gran partido en Grecia, sino con la batería de pivots blancos a los que se unirá Felipe, al cual las distancias en avión y su edad, aconsejaron descanso en el choque europeo. Junto al rocoso pivot, se alinean jugadores de nivel como Abromaitis y sobretodo Javi Beirán, verdadero líder en la plantilla. Sobre ese trío gira el juego canarista, al que luego se van uniendo jugadores como San Miguel, Bassas o los que viven de rachas como Davin White y Lucca Staiger, jugadores que esta temporada están por debajo de lo esperado.
Imagen: somosbasket.com
Laso contará con Rudy y eso para el Madrid es aire fresco en sus pulmones. En una temporada tan irregular, el mallorquín ha mantenido un nivel de juego similar durante todo el curso, notándose su baja a la hora de organizarse en defensa, en la energía que Rudy transmite. Ese gen ganador, esas ganas de pelea constante que contagia Rudy, no se encuentra en ninguno de sus compañeros, lo que convierte a Fernández en un recurso único dentro de la plantilla. Con Rudy alzado tras su clutch heleno, llegará el Madrid con la clara intención de no volver a «cagarla» como en la jornada anterior ante el Barça, pues aún así, su intención es la de seguir peleando por el primer puesto.
Ambos buscarán ataques rápidos en un intento por desarbolar al rival en busca de puntos fáciles a través de forzar cambios defensivos que generen ventajas, ya sea numéricas o por medio de los famosos miss-matchs que al Madrid tanto castigan. También habrá coincidencias en las ideas de ambos coachs cuando toque defender: El rival no corre, el rival no anota fácil.
Es una constante en baloncesto eso de no permitir al rival aprovechar las virtudes que tú quieres explotar, algo sencillo de decir pero muy difícil de hacer. El Madrid cuenta con más efectivos y de mayor calidad que su rival, lo que a priori le da ventaja en esa búsqueda baloncestística del «yo puedo y tú no». Aún así, el costo físico de la batalla en el OAKA, los kilómetros de más, el ambiente hostíl que se encontrará y el bache de juego generalizado que atraviesa, hacen que el partido se iguale y permita soñar con una victoria al Iberostar pero que ambos necesitan casi que por igual. Una victoria que les enderece el rumbo a nivel doméstico y les devuelva la tranquilidad en la Liga Endesa, una que sí parecen tener en Europa.
