Un articulo de: @luismanper
Es increíble lo que puede cambiar el fútbol en apenas 12 meses, días antes de la Nochebuena de 2014 el Real Madrid vencía al San Lorenzo de Almagro y se proclamaba campeón del Mundial de Clubes en Marrakech, culminando el mejor año de su historia llevando hasta entonces 22 victorias consecutivas, y lo más importante se acababa el año 2014 habiendo ganado 4 títulos en un año como fueron la Copa del Rey con aquel inolvidable gol de Bale “rompiendo” los isquios a Bartra, la ansiada Décima que llegó en Lisboa después de dar un espectacular baño al Bayern de Múnich, endosándole un 0-4 en su casa en una exhibición del Real Madrid de Ancelotti como hacía años que no vivíamos y después con la final de Lisboa con un guión no apto para cardíacos que los madridistas no imaginábamos ni en nuestros mejores sueños.
El único lunar del año 2014 fue no ser capaz de llevarnos la Liga, por diversos malos resultados como aquel 3-4 del Barça en el Bernabéu y la derrota en el Sánchez Pizjuán con aquella humillación en forma de sombrero de Rakitic a Pepe que acabó en el gol de la victoria sevillista, a partir de ahí la persecución al Atleti y al Barça fue insuficiente, hasta entregar la cuchara en las últimas jornadas empatando en Valladolid o haciendo un partido infame en Balaídos regalándole 2 goles al Celta. En el verano siguiente, llegó la Supercopa de Europa que ganamos al Sevilla en Cardiff y el ya mencionado Mundial de Clubes que ganamos en diciembre, y que entonces no tuvo ningún valor pero ahora que es el Barça quien lo ha ganado este torneo tiene un valor incalculable.
Nos la prometíamos muy felices a principios del año 2015, a pesar de haber perdido el amistoso con el Milán que solíamos jugar todos las Navidades en Qatar, sin embargo los reveses no iban a esperar absolutamente nada y el primer fin de semana de enero íbamos a ver el comienzo del desmoronamiento del Real Madrid de Ancelotti perdiendo 2-1 ante el Valencia en Mestalla, después llegaría la eliminatoria de Copa contra el Atleti en la que el Real Madrid dio una lección de querer y no poder, y Sergio Ramos dio un recital de todo lo que NO debe hacer un defensa fallando en los 4 goles de la eliminatoria, esa eliminación copera fue el fin de la temporada de Keylor Navas exceptuando partidos aislados con rivales pequeños.
Pero lo peor estaba por venir y a finales de enero vimos como el Real Madrid sudaba sangre para ganar en Córdoba con 2 goles de Bale (el segundo de un penalti que el mismo provocó), previa expulsión de Cristiano por perder los papeles y patear a un rival, además para colmo de males las bajas subían como la espuma y en el partido aplazado por el Mundial de Clubes, que jugamos a principios de febrero contra el Sevilla en el Bernabéu, conseguíamos vencer 2-1 pagando un precio carísimo pues en ese partido Sergio Ramos se lesionó y estuvo un mes de baja debido a una lesión muscular que llevaba forzando varios partidos, y también James se rompió el quinto metatarsiano causando baja durante 2 meses, a lo que había que sumar la lesión de Modric que se había roto en noviembre para varios meses jugando con Croacia.
Si los síntomas no eran suficientemente preocupantes con todos estos problemas, el Atleti nos daría un enorme baño en el Calderón con un equipo plagado de bajas, al que Casillas regaló el primer gol y después los jugadores fueron incapaces de detener la humillación sin un mínimo ápice de profesionalidad y de orgullo, esa bochornosa derrota removió los cimientos de Valdebebas, y lo peor es que no sólo se analizó la debacle deportiva vista en aquel partido sino la posterior fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo, que hizo famoso al oportunista cantante colombiano Kevin Roldán que estaba en el lugar indicado en el momento justo para darse a conocer utilizando a nuestros jugadores, y dejando muy señalados a algunos de ellos como un ya por entonces irreconocible Khedira o el recién lesionado James y que dejó en evidencia también tanto a pesos pesados del vestuario como Pepe o Marcelo, como a otros jugadores menos importantes como Coentrao o Keylor, ya acostumbrado al banquillo.
A partir de ese instante, el Real Madrid empezó a dar tumbos y se movió en base a ventoleras, más o menos mantenía el tipo ante rivales pequeños como el Deportivo de la Coruña o el Levante a quienes ganamos en el Bernabéu sin excesivos problemas, y poco después volvió la Champions y ganamos fácilmente al Shalcke 04 en Alemania con un impresionante trallazo a la escuadra de Marcelo que cerró el 0-2 y que nos invitaba a pensar en una eliminatoria tranquila, sin embargo, en ese momento llegó la semana más desastrosa del año primero empatando en casa ante el Villarreal y después perdiendo en San Mamés ante un Athletic de Bilbao que venía de jugar entre semana, el partido culminó sin apenas aproximarse al área de Iraizoz más allá de un surrealista disparo desde el centro de campo de Bale, que escupió el poste y que Chicharito no pudo empujar porque celebró el gol antes de que entrara y cuando quiso acudir al rechace del poste se le adelantó el defensa.
Pero cuando creíamos que habíamos tocado fondo, llegó uno de los partidos más patéticos del año en el que el Shalcke 04 estuvo a un tris de eliminarnos de la Champions pues nos ganó 3-4 en nuestro estadio, batiendo a Casillas cada vez que se acercaban a nuestro área y teniendo ocasiones para eliminarnos como un potente disparo de Huntelaar que afortunadamente se estrelló con violencia en el poste, menos mal que Cristiano y Benzema también fueron efectivos ese día y anotaron 2 goles el portugués y otro el francés que nos clasificaron con mucho sufrimiento, pues un solo gol más del equipo alemán nos hubiera dejado fuera de la Champions. Ni siquiera la reaparición de Modric evitó ese día la enorme pañolada y el mayúsculo cabreo de la afición del Bernabéu, que había asistido atónita a uno de los partidos más lamentables que había disputado el equipo en tiempos recientes…
En la Liga seguíamos persiguiendo al Barça ganando a rivales menores y perdiendo contra los rivales fuertes que nos encontrábamos como el partido del Camp Nou, que perdimos 2-1 después de empezar perdiendo con gol de cabeza de Mathieu rematando una falta lateral en la que falló Sergio Ramos en su marcaje, consiguió empatar Cristiano Ronaldo tras fusilar a un inspiradísimo Bravo rematando una preciosa asistencia de tacón de Benzema, pero no valió de nada porque la defensa en general y Ramos en particular volvieron a dormirse y un pase a la espalda de nuestros defensas de Dani Alves a Luis Suárez, acabó con el charrúa enfrentado en uno contra uno a un Casillas, que se limitó a mirar como pasaba el balón a su izquierda sin siquiera lanzarse a por él, después de la derrota en el Clásico seguimos intentando presionar al Barça en la clasificación venciendo a rivales débiles como el Éibar, excepción hecha de la meritoria victoria por 2-3 en el Sánchez Pizjuán en la que sufrimos lo indecible después de adelantarnos 0-3 con un hak-trick de Cristiano. Mientras tanto la única alegría del año llegó en abril cuando conseguimos eliminar de la Champions al Atleti, con una ida en la que desaprovechamos muchas ocasiones y con una vuelta muy igualada también, que se desniveló en minuto 88 con un gol de Chicharito ante un rival que jugaba con 10 debido a la justa expulsión de Arda Turan, de esa forma conseguimos pasar a la semifinal de Champions a pesar de haber perdido días antes por lesión a Modric en la victoria en el Bernabéu ante el Málaga.
Poco después, perdimos todas las opciones de alcanzar al Barça en Liga, pues el equipo blaugrana no perdió ningún partido desde febrero que hincó la rodilla ante el Málaga en su campo, por lo que el tropiezo madridista llegó antes que el culé, fue en un partido contra el Valencia en el Bernabéu que empezamos perdiendo y conseguimos empatar pero no fuimos capaces de culminar la remontada, a pesar de tener una infinidad de ocasiones de gol, detenidas la mayoría por Diego Alves en una portentosa exhibición incluyendo un penalti que el portero brasileño detuvo a Cristiano Ronaldo, aquel día empatamos a 2 y nos quedamos sin ninguna opción de igualar al Barça, en ese mismo partido el problema Casillas llegó a un punto de no retorno, pues el de Móstoles perdió su campechanía y mandó a tomar por culo, al sector de la grada que le pitaba insistentemente.
La única opción posible para salvar la temporada era la Champions, pero en la semifinal ante la Juve hicimos el ridículo tanto en la ida como en la vuelta, en Turín con un gol que Morata empujó a la red después de que Casillas dejara muerto en el área pequeña un rechace de un tiro esquinado de Tévez que era parable para un portero en forma, después empataría Cristiano Ronaldo a pase de James y un defensa de la Juve sacaría sobre la línea de gol el segundo tanto del Real Madrid, sin embargo en la segunda parte se consumaría el desastre cuando en un contraataque horrorosamente defendido por la defensa madridista, que había dejado vendido a Marcelo, y sobre todo a Carvajal quien después de conseguir encerrar a Tévez en una esquina del área, pecó de pardillo y provocó un penalti tan claro como innecesario, que el propio delantero argentino transformó. Pero la vuelta fue aún más patética, pues después de adelantarnos en el marcador con un penalti anotado por Cristiano, el equipo se durmió (Sergio Ramos reconocería después que tras el primer gol vieron la eliminatoria resuelta a su favor), y el propio Ramos falló 3 veces en una misma jugada hasta que dejó un balón muerto en el punto de penalti que Morata se encargó de rematar a placer para poner el 1-1 y dejar al Real Madrid fuera de Europa.
La temporada se terminó en blanco, cerrándola con una victoria por 1-4 ante el Espanyol en Cornellá y con una victoria 7-3 ante el Getafe, que resultó ser el último partido de Casillas con la camiseta del Real Madrid…
Continuara…