Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com
Todo estaba preparado para hacer una fiesta de las grandes, con un entrenador recién renovado y premiado por sus compañeros, con un equipo en franca progresión presto y dispuesto a recibir a un FC. Barcelona con las bajas de Arroyo y Abrines, y con una afición que llenaba las gradas del Barclaycard con 13.149 almas dispuestas a dejarse la voz por animar a su equipo, pero ya se sabe, el hombre propone y…las brujas de Estrasburgo disponen, porque si no es así, es difícil explicar el horrendo partido jugado por los blancos en que se vieron repetidos los múltiples errores y faltas de concentración que ya se vieron en aquel infausto partido jugado en tierras francesas. Éste es nuestro OjO Al Blanco, el de las meigas, porque haberlas, haylas.
Los impulsos contra la automatización
Si tuviéramos que definir con una sola frase lo que vimos en el partido jugado entre los dos grandes del baloncesto español, sería cómo hemos citado en el epígrafe, con un Real Madrid que jugó a impulsos, sin mostrar un equilibrio en su juego de equipo, donde simplemente había que esperar que alguno de esos citados impulsos llegaran de forma positiva como la racha de Carroll en los triples, o las canastas de Llull de forma acrobática, o entradas imposibles del Chacho, únicas armas que podían contrarrestar, de alguna manera, la excelente automatización del Barça en todas y cada una de sus acciones ofensivas en que los jugadores demostraron controlar el ritmo del partido, sabiendo cuando había que correr (las menos) y cuando pasar al estático, o mostrando un movimiento de balón y un balance defensivo que dejaba una papeleta que no pintaba bien para los blancos.
La defensa del 1 x 1 existe
¿Saben la valoración de Satoransky al descanso? ¿Y de Doellman? Pues nada menos que 17 el primero y 12 el segundo, porque camparon a sus anchas por todo el Palacio, la defensa sobre ellos fue un absoluto caos, el base blaugrana dio un recital durante todo el partido y destapó las vergüenzas de todos y cada uno de sus defensores exteriores que hoy vestían de blanco, mientras que el americano, otrora MVP, solo tenía alguna dificultad en el poste bajo cuando le tocaba defender a Felipe Reyes, porque lo que era en ataque, podríamos contar las múltiples ocasiones en que su par saltaba a su finta y le dejaba solo para el tiro, porque hoy, seamos claros, las ayudas madridistas estaban como los jugadores de fútbol, de vacaciones.
La tapadera al aro
No sé si recuerdan la excelsa clase que nos dio Aíto García Reneses con la visita del Herbalife al Real Madrid, entre otras cosas nos habló de que al aro “le habían puesto una tapadera”, pues esa fue la que se encontró el equipo de Laso tras el descanso, intentando reponerse del triple traicionero de Navarro en el último segundo antes de irnos al descanso y es que el Madrid falló lo nunca visto, daba igual tirar de lejos, de cerca o de media distancia, el balón no entraba por ningún lado y el Madrid se desesperaba a pesar de un público animoso (con especial mención a los Berserkers) que creía en la remontada a pesar de verse con un marcador de 19 puntos abajo.
La épica apareció, vio y se marchó
Con la casa sin barrer, tocaba tirar de épica para el resto del partido y, os lo prometemos, la vimos aparecer, no fue durante mucho tiempo, cierto es, y si acaso con los dos triples seguidos de Jeff Taylor, suficiente para que algunos se frotaran las manos pensando “hay partido”, pero nada más lejos de la realidad, el FC. Barcelona con dos directos dirigidos por Pau Ribas (vaya último cuarto se cascó el amigo) y con un simple juego de cuatro esquinas moviendo el balón para que los jugadores blancos fueran de un lado a otro intentando defender lo que no habían hecho antes, dejaba el partido (casi) visto para sentencia.
El increíble Herrezuelo
El caso de Daniel Hierrezuelo es digno de tener un epígrafe, o quizás un artículo entero, pero eso será en otro momento, porque es capaz de manejar la situación de un Navarro claramente ofendido porque le habían pitado pasos y reclamando lo mismo para Carroll, como de pitar una falta y técnica a Ante Tomic con el partido más que acabado y que ayudó a maquillar el resultado para el Real Madrid, aunque luego también le pitara una antideportiva a Sergio Rodríguez por un empujón a Samuels. Para nosotros el arbitraje fue correcto, con aciertos y fallos para ambos equipos, pero el aroma a espectáculo que deja este hombre con sus decisiones y su forma de pitarlas diciendo “aquí mando yo”, no nos puede dejar indiferente.
El banquillo maldito
Finalizamos este OjO de hoy con las dudas que nos deja el banquillo del Madrid en estos momentos, con un Llull con un pinchazo del que desconocemos su alcance, con Luka Doncic que poco pudo hacer ante un Satoransky tremendo, con un Willy que no pudo luchar en ningún momento con las torres blaugranas, con Chapu Nocioni que bastante ha tenido con poder volver a jugar, con un Maurice Ndour que todavía le dura el jet-lag de su estancia en Dallas o con un Trey Thompkins muy, muy, muy lejano a lo que le hemos visto este año y ya no hablemos de su periplo en Nizhny. En un día tan aciago como han tenido hoy, con todo lo que hemos contado, imposible dar una respuesta cumplida al FC. Barcelona.
Así terminamos, no se nos vayan muy lejos que el miércoles volvemos a la carga con el primer partido del Top16, esperemos que las cosas vayan mejor para los blancos y, mientras tanto, sean felices y no se preocupen, piensen que siempre hay alguien peor que ustedes, como Artur Más queriendo ser Presidente de Cataluña.