Una crónica de: @luismanper
En el día de hoy en el que Juan Gómez Juanito habría cumplido 64 años, se enfrentaron 2 de los equipos con los que jugó el mito madridista como son el Burgos y el Real Madrid aunque en este caso a través de su filial, en esta fecha especial el Castilla ha conseguido volver a ganar tras cuatro jornadas sin vencer con dos empates y dos derrotas que le llevaron de coliderar el grupo I de la Segunda División B a caer fuera de los puestos de play-off, afortunadamente el Castilla ha conseguido hoy volver momentáneamente a los puestos de play-off en un partido marcado por la tremenda tromba de agua que cayó sobre Madrid, y que en los últimos llegó a impedir la fluida circulación de balón y dejó un césped pesadísimo que provocó varias lesiones entre los jugadores.
José Manuel Díaz debutaba en casa tras volver a coger los mandos del Castilla debido al ascenso al primer equipo de Santi Solari, y el técnico madrileño que hasta hace dos semanas trabajaba en el departamento de la cantera dirigido por el nefasto Ramón Martínez, alineó hoy su once de gala excepción hecha de Javi Sánchez y Vinicius, ambos convocados por Solari para el partido del primer equipo. Por lo que el once titular estuvo compuesto por Luca Zidane en portería, Sergio López y Fran García en los laterales siendo los centrales De la Fuente y Manu Hernando (que reapareció hoy tras una larga lesión que le ha tenido fuera del equipo desde mayo), el mediocampo fue el habitual formado por Jaume Grau como eje, flanqueado por Fidalgo y Seoane como interiores, siendo los extremos Franchu y de Frutos quedando Cristo como delantero centro.
Empezó el encuentro con dominio del Castilla que duró apenas un cuarto de hora, lo que tardó Franchu en colocar en la cepa del poste un balón que quedó muerto en la frontal del área y que el extremo argentino convirtió en gol con gran maestría colocando el cuerpo perfectamente para golpear con rosca y superar al portero burgalés, a partir de ese momento el Castilla perdió el dominio del juego y se replegó, afortunadamente el entramado defensivo del filial funcionó y el Burgos apenas tuvo ocasiones antes del descanso, solamente crearon peligro mediante una falta lateral que acabó en un cabezazo que se fue fuera y una jugada combinativa que el delantero del Burgos acabó rematando raso y obligó a Luca a salir con los pies por delante en una gran parada del portero francés, que en lo que va de temporada está demostrando una gran sobriedad, pues también abortó dos contragolpes saliendo de su portería para despejar el balón, con un barullo en el área de Luca tras un córner visitante concluyó la primera mitad.
El segundo tiempo empezó igual que acabó el primero, con un campo cada vez más anegado a causa de la lluvia y un Castilla totalmente encerrado atrás, cuya única opción era alejar el peligro lo máximo posible del área de Luca Zidane, José Manuel Díaz intentó que el Castilla volviera a dominar el balón cambiando a Seoane para dar entrada a Martín Calderón, pocos minutos después sustituyó a un desaparecido Cristo en lugar de Dani Gómez, pero solo Martín Calderón consiguió acercarse al área rival robando un balón peligroso pero en vez de dar el pase de la muerte decidió regatear y acabó malogrando esa ocasión, mientras tanto el Burgos intentaba empatar metiendo centros a la olla que la defensa castillista conseguía despejar.
En uno de los ataques burgaleses los músculos de Manu Hernando dijeron basta acusando el enorme esfuerzo físico originado por la lluvia y por la inactividad del central palentino que no jugaba desde mayo a causa de una lesión, por lo que tuvo que salir Álex Martín para defender el resultado, que el Castilla consiguió mantener pues el Burgos solo volvió a crear peligro en una falta al borde del área que el árbitro pitó cuando De la Fuente y un atacante burgalés chocaron cabeza con cabeza, incluso pudo el Castilla aumentar el marcador si Dani Gómez hubiera estado más acertado en dos ocasiones consecutivas, en la primera no llegó por los pelos a un centro de Franchu y en la segunda se plantó solo ante el portero y en vez de dar el pase de la muerte a De Frutos prefirió jugársela él y la estrelló en el cuerpo del arquero para cerrar el partido con 1-0 y permitir que el Castilla vuelva a la senda de la victoria tras 4 partidos sin ganar, volviendo de paso a los puestos de play-off, aunque de momento sea solo de manera provisional y lo que es más importante dando una imagen de gran solidez demostrando que es capaz de aguantar un resultado favorable en condiciones muy adversas.
Imagenes: realmadrid.com