Una crónica de: @luismanper
El Real Madrid ha acusado en el día de hoy la resaca tanto física como anímica que dejó el Clásico del domingo, y una vez más la segunda unidad del equipo ha demostrado por qué ha jugado muy pocos minutos esta temporada, pues durante gran parte del partido el equipo ha demostrado muy poca actitud y compromiso mostrando una apatía que confirmaba lo que todos sabíamos antes del partido, que el encuentro aplazado ante el Sevilla ha sido un estorbo y un engorro para una plantilla cuyos únicos pensamientos para salvar la temporada están en la final de Kiev.
El mismo Zidane dio ese mensaje con un once titular plagado de suplentes que deberían ganarse el puesto en los pocos minutos de los que disponen, pero que por enésima vez esta temporada no han dado la talla. El once titular estuvo formado por Kiko Casilla en portería, Nacho y Theo en los laterales con Vallejo y Ramos de centrales, Casemiro como mediocentro defensivo flanqueado por Ceballos y Kovacic, con Lucas Vázquez y Asensio por los extremos y Benzema como único delantero centro. Por lo que se quedaron fuera de la convocatoria titularísimos como Keylor, Varane, Kroos y Modric, además de los lesionados Cristiano Ronaldo, Isco y Carvajal y el sancionado Bale, por lo que los canteranos Tejero, Quezada y Óscar tuvieron que completar la convocatoria.
El partido empezó con el Sevilla presionando muy arriba pero sin apenas ocasiones de gol por lo que el encuentro era soporífero, solo una falta directa lanzada por Casemiro y que atrapó David Soria sin problemas y un centro lateral de Theo que intentó rematar Asensio de tacón en el aire nos sacaban del letargo que se estaba convirtiendo un partido sin apenas ocasiones durante la primera media hora, hasta que el Sevilla se dio cuenta que no necesitaba un juego excelso para dañar la zaga blanca y un pase de Nico Pareja desde su área a la espalda de la defensa, fue cazado por Muriel que desnudó las carencias y endeblez de Vallejo, el balón cayó a Ben Yedder quien con mucha calidad protegió el balón con su cuerpo ante la acometida de Ramos para acabar batiendo a Kiko Casilla por debajo de las piernas.
El 1-0 espoleó al Sevilla y encerró aún más al Real Madrid en su área, por lo que el segundo gol sevillista era cuestión de tiempo. A punto estuvo de llegar tras una serie de rebotes que Nacho consiguió sacar en la línea de gol cuando el balón entraba, pero poco antes del descanso Vallejo volvió a quedar en evidencia, Theo intentó llegar a hacer la cobertura a los centrales, pero el balón rebotó para quedar franco a Ben Yedder en uno contra uno frente a Casilla, sin embargo el genial delantero francés cedió el balón a su compañero Layún, quien completamente solo en el área batió a Casilla para mandar el partido al descanso con 2-0.
El segundo tiempo comenzó con tímidos acercamientos del Real Madrid especialmente por la banda de Lucas Vázquez, quien unas veces ayudado por el desdoblamiento de Nacho y otras veces en solitario era el único que intentaba crear peligro, en uno de esos desbordes se fue de dos defensas y cuando entraba sólo al área el Mudo Vázquez le zancadilleó por lo que el árbitro no dudó en señalar penalti, al no estar los lanzadores habituales Cristiano y Bale, Sergio Ramos asumió la responsabilidad de tirarlo y tras una absurda doble paradina acabó estrellando el balón en el larguero, por lo que las esperanzas madridistas de ponerle emoción al encuentro cuando quedaba más de media hora por jugar se disiparon de un plumazo.
El equipo acusó el golpe y durante muchos minutos solo creó peligro mediante disparos lejanos de Lucas Vázquez y sobre todo con uno de Casemiro que salió rozando el poste, mientras tanto Ceballos y Kovacic que tantos minutos han reclamado durante la temporada estaban completamente desaparecidos y las subidas de Theo por la banda izquierda equivalían a balón perdido, y es que pocos jugadores recuerdo en el Real Madrid con tan poca calidad como el lateral izquierdo de este año hasta el punto de que el menor de los hermanos Hernández va a conseguir que echemos de menos a Coentrao.
Debido a esa desconexión del Real Madrid en el que demostró una apatía y desgana tremenda en los minutos posteriores al penalti fallado por Ramos, los acercamientos del Sevilla pasaron a ser cada vez más peligrosos especialmente tras un balón regalado incomprensiblemente por Kiko Casilla, que un día más ha demostrado que el Real Madrid le queda enorme, el atacante del Sevilla al que el portero catalán regaló el balón puso el pase de la muerte y el remate lo sacó milagrosamente Vallejo, resarciéndose del mal partido que ha cuajado hoy, ya que ha estado superado en todo momento por Ben Yedder y Muriel. Zidane intentó modificar el panorama del partido cambiando a Ceballos para dar entrada a Mayoral, pero el encuentro siguió por los mismos derroteros.
Hasta el punto que Casilla tuvo que enmendar sus errores anteriores aguantando bien en dos mano a mano frente a Sandro consiguiendo despejar el balón en ambas ocasiones, pero nada pudo hacer Kiko cuando en el enésimo balón que pillaba la espalda a la defensa madridista, Ramos se tiró al límite y acabó desviando el balón para despistar a Casilla y convirtiendo el centro de Mercado en el 3-0, por cierto el autor del gol sevillista debió haber sido expulsado antes del descanso por dos entradas durísimas sobre Asensio. En ese momento, y sin que sepamos muy bien con qué intención Zidane decidió quitar a Casemiro para dar entrada a Marcos Llorente.
Cuando estaba todo perdido con 3-0 y faltando cinco minutos, el Real Madrid sacó el orgullo y amor propio que pareció haberse dejado en Madrid y apretó el marcador con dos goles del honor, el primero llegó con un cabezazo de Mayoral a centro de Asensio, la verdad es que es muy meritorio el papel del canterano que lleva varios goles en los escasos minutos que Zidane le ha concedido, y finalmente fue Ramos quien cerró el 3-2 marcando (esta vez sí) otro penalti que cometió Mercado (quien si no) dando un puñetazo a Theo delante del árbitro, y en el que Mateu Lahoz le volvió a perdonar la expulsión al duro defensa argentino.
En definitiva, hoy tanto Zidane como los jugadores han demostrado que les importaba un pimiento este partido pues sus únicos pensamientos están ya en Kiev, donde el equipo se va a jugar no acabar la temporada en blanco, pero sería conveniente que cuando pase la final y sea cual sea el resultado de la misma, se haga una renovación a fondo de la plantilla especialmente en jugadores que esta temporada han fracasado estrepitosamente demostrando que no dan ni de lejos el nivel exigible al Real Madrid, caso de Benzema, Theo, Kiko Casilla, Ceballos, Achraf,… Esperemos que esta renovación tan necesaria de la plantilla la hagamos alegres por haber hecho ganando la tercera Champions consecutiva, hazaña que nadie logra desde el mítico Bayern de los 70.