Un articulo de: @LindeVelasco
Los dolores constantes de cabeza con el galés, Gareth Bale y sus lesiones, dieron a Isco la titularidad en la vuelta de cuartos de Champions League frente al Bayern de Múnich. Tras su gran actuación contra el Sporting en ‘El Molinón’, su presencia este martes pasado se pedía a gritos.
Ahora llega el clásico contra el Barcelona, y Bale aún es duda. Un encuentro que puede decidir la Liga, a falta de seis jornadas. Además, al Real Madrid le queda el enfrentamiento en Balaídos ante el Celta de Vigo.
En la ecuación de sustituir a Gareth, se sitúan Isco, Lucas Vazquez y Marco Asensio. Con el malagueño en el terreno de juego, el sistema cambia. En vez del habitual 4-3-3, el dibujo cambia a 4-4-2, con Isco y Modric de interiores, pivotando Casemiro y Toni Kroos. Con el gallego, Lucas Vazquez el esquema sigue siendo el mismo, pero con el apoyo a su lateral Dani Carvajal en las tareas defensivas. Ya jugó en los primeros meses de lesión de Gareth Bale, y cumplió a las mil perfecciones. Sin embargo, en las últimas semanas, cuando ha entrado al césped no se le ha visto con esa soltura que se le caracterizaba.
Por último, y no menos importante llega la estrella que ha deslumbrado Europa. Marco Asensio, en los dos partidos frente al Bayern ha salido con ganas. Esas ganas de optar a un puesto en el once y acabar con la dictadura de la BBC. Con apenas tocar el balón , ya acapara todas las miradas y expectativas. Abunda la calidad de su pase y el hecho de que sus gestos en carrera resulten tan precisos como sus gestos en parado; posee una visión privilegiada y pone el balón donde (cuando y como) quiere. Se mueve muy bien para recibir entre líneas, su control orientado le deja siempre en ventaja. Asensio se postula como una pieza muy apropiada para desempeñar las funciones del enganche, y su libertad para moverse por todo el ataque, le hace un jugador muy participativo.
En varias ocasiones, cuando Cristiano Ronaldo ha estado lesionado o no ha sido convocado, Marco Asensio era el principal valedor de esa posición. Pero esa no es su posición ideal. Ahí hemos visto a un Asensio incómodo para participar, ejecutar y decidir. Su cuerpo siempre está orientado hacia fuera. Aunque, Zidane se ha dado cuenta, y en los encuentros anteriores su puesto se ha visto ligado, a su hábitat natural, el carril derecho. Después intercambia ubicación con sus compañeros ofensivos, pero partir desde esa posición se le hace imprescindible. Pese a que no le importa, como vimos en el cuarto gol, en una jugada personal partiendo desde el circulo central.
En la selección sub21, también se le ha visto de mediapunta y su aparición es de renombre. Poco a poco se le queda pequeña la categoría. Quizá el salto a la selección absoluta, sea grande aunque actualmente para Lopetegui no le vaya a utilizar como titular. Centrándonos en el Real Madrid, se hace impensable desaprovechar una joya así. Es de las apariciones de una generación increíble. Ya lo fue hace cuatro años su compañero de equipo, Isco Alarcón. Tiene una gran asociación con Cristiano Ronaldo. Como ya se trato con el alemán Mesut Özil o con ‘El Fideo’ Di María, ahora lo hace Marco. Su aportación ha pasado por varias etapas. Irregular, pasando por el ostracismo y ahora con meses ilusionantes y parece que no cambiará más. A Marco hay que mimarle y qué mejor que ponerle de titular contra el Barcelona. Porque lo merece, sin duda.