El OjO Al Blanco del Real Madrid 87 – 91 Baskonia: Principio inenarrable, final indescriptible

Una cronica de: @Javirodespiplanetacb

El OjO Al Blanco del Real Madrid 87 - Baskonia 91. Principio inenarrable, final indescriptible

No pudo seguir la racha triunfal del Real Madrid en esta Euroliga y cayó en su segundo partido en casa y tercero de la competición ante un Baskonia que, pese a las bajas de Beaubois y Bargnani supo rentabilizar un primer cuarto excepcional y dar una lección de carácter en el final de un partido que nos dio un principio inenarrable y un final indescriptible, como el título de nuestro OjO Al Blanco.

Un Chapu que no estuvo pero que se le espera

Andrés Nocioni no pudo recuperarse a tiempo de su males virales y fue el descartado de Laso (junto a Álex Suárez) para el partido de hoy, sin embargo, en rueda de prensa se nos confirmó que, salvo algo raro, sí que viajaría a Milán por lo que su recuperación se prevé completa para el partido del jueves ante EA7 Milano.

¿Pero esto qué es?

Nadie de las 10.098 almas que poblaban el Barclaycard Center podían hacerse una imagen del horrible espectáculo que iba a deparar el Real Madrid en el primer cuarto, no ya solo por el parcial recibido de 19-32, récord de la temporada (y no sabemos si de alguna otra más), sino por la tremenda pasividad defensiva mostrada por un quinteto que era un auténtico coladero se mirase por donde se mirase y que permitió a ocho jugadores del Baskonia hacerse dueño de la zona madridista, en especial un Tornike Shengeila que se comía sin problemas a cualquier defensor que tuviera encima. Estaba claro que tocaba remar (y mucho) contra una corriente en que el conjunto baskonista se iba con una sonrojante estadística de 11/12 tiros anotados de dos en solo diez minutos.

Tirando de rotaciones

Viendo la inoperatividad de su quinteto, con una mención especial a Trey Thompkins y Jeffery Taylor, sobre todo el primero, siendo especialista en tirar sus pocas oportunidades de minutos por el balcón, Laso empezó a tirar de rotaciones y el Madrid empezó a encontrar tímidamente su juego, ya no era tan raro encontrar algún contraataque, e incluso empezaba a haber un movimiento mínimo de balón en ataque y aunque la defensa no era especialmente brillante, por lo menos cumplía a un mínimo de requisito, estaba claro que los Carroll, Reyes o Doncic se merecían los minutos que estaban jugando y, por lo menos, hacía concebir esperanzas de que hubiera partido para la segunda mitad.

Un cambio y dos señalamientos

Que Laso cambiara a Taylor y Thompkins del quinteto inicial con respecto a la segunda mitad, dando entrada a Doncic y Reyes (no les volvimos a ver en todo el encuentro) puede ser fruto de la casualidad o una manera de que el técnico vitoriano tuviese claro quiénes habían salido a por uvas en la primera mitad en vez de a por balones. Nosotros, que nos inclinamos más por la segunda versión, contemplamos un Real Madrid completamente distinto, defendiendo como se tiene que defender, usando por fin las ayudas cuando Baskonia movía el balón y obligando a los jugadores visitantes a más de un extrapass para buscar un tiro que no encontraban tan fácil, ciertamente fue una labor de equipo, pero hubo algo más, el Madrid tenía un señor base en la pista, de nacionalidad eslovena.

Que mal día para semejante partidazo, Luka

Ya sabemos qué piensan muchos de ustedes de Luka Doncic, es más, seguramente muchos dirán que ya le han visto hacer actuaciones estelares, pero lo de hoy tiene otro significado, porque hoy el joven jugador fue un BASE en mayúsculas, hizo absolutamente todo lo que se requiere a alguien que juega en su posición, templó cuando había que hacerlo, corrió cuando la ocasión lo requería, buscó a quién tenía que pasar el balón y atacó el aro cuando consideraba que tocaba, inclusive siendo un poco egoísta cuando tuvo opción de pase a Felipe Reyes solo y optó por el triple (que metió). Es posible que haya tenido highlights mejores que los de hoy, pero su solidez y su madurez fue la clave de que el Real Madrid tuviera opciones de victoria hasta el momento final de un partido que terminó con 24 de valoración merced a 15 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias.

Remontar y morir

El espíritu de Luka impregnó a todos los que andaban por la pista vestidos de blanco y parecía que el final estaba destinado a victoria madridista como así ha pasado otras tantas veces, sin embargo, su marcha al banquillo y la salida de un desacertado Llull que se obcecó con el triple, supuso un cambio de registro en el equipo blanco que perdió la sintonía que había llevado hasta ese momento y comprobó como la ventaja que tanto le había costado remontar, se iba esfumando a pesar de los intentos denodados de gente como Randolph, Hunter o Felipe Reyes que se dejaban la vida bajo el aro para intentar aprovechar los tiros fallados de Rudy Fernández y de Llull que acabaron firmando un tremendo 0/10 de triples entre los dos, 6 para el menorquín, 4 para el mallorquín.

Jaka Blazic terminó con el sufrimiento

No rematar el partido hace que te lleve a un final a cara o cruz que esta vez favoreció a Baskonia (justísimo vencedor a todas luces) merced a dos puñaladas en el corazón en forma de triple de Jaka Blazic que le permitieron el lujo de acabar como el jugador más anotador pero no como el más valorado, porque ese mérito correspondió a Johannes Voigtmann, nombre que a lo mejor ahora no les suena mucho, pero igual en unos meses sí, difícil encontrar pívots de 2.11 con semejante movilidad y velocidad.

Así terminamos por hoy, pero que no se nos vayan, que volvemos ya mismo, siguiente cita el jueves a las 20.45 en Milán contra EA7, pero por favor, ya lo saben, ni siquiera hoy, dejen de sonreír.