Una crónica de: @luismanper
Si en anteriores crónicas decíamos que en pocos jugadores del Real Madrid hemos visto una irrupción tan fulgurante como la de Jude Bellingham, quizá astros de la talla de Cristiano Ronaldo, Ronaldo Nazario y poco más, la actuación estelar del inglés en el día de hoy remontando él solo un partido que se nos puso cuesta arriba muy pronto y que el Barça no amplió de milagro con dos postes, entra en el olimpo de los dioses del madridismo consagrándose definitivamente como un jugador sobre el que hacer gravitar un proyecto durante años, y es que los números del crack inglés con 10 goles en lo que va de Liga más otros 3 goles en Champions, cuando aún no hemos llegado al mes de noviembre, no los volveremos a ver en muchos años y menos de un recién llegado.
Apostó Ancelotti por el once esperado con Kepa en portería, Carvajal y Mendy en los laterales con Rudiger y Alaba como centrales, Tchoaumeni en el eje del equipo con Valverde y Kroos como interiores, Bellingham más adelantado con Vinicius y Rodrygo en la punta de ataque..
Imagen: realmadrid.com
Los primeros minutos fueron dominados por el Barça por completo y cuando nos dimos cuenta Tchoaumeni dejó un balón muerto en el área, Gundogan lo peleó y Alaba fue a interceptarlo con un corte muy flojo, que acabó rebotando en el alemán y dejándole solo frente a Kepa, a quien no lo costó batir con un disparo manso por debajo del cuerpo del portero. El Real Madrid acusó el golpe y el mediocampo estaba desbordado con unos Valverde y Bellingham inexistentes, y los mediocampistas del Barça apareciendo por todas partes hasta el punto de que Fermín estuvo a punto de marcar el segundo, con un disparo al poste en el que se benefició de un robo a Kroos que pudo ser falta no sancionada por Gil Manzano, que respondió a la polémica que acompañó su designación dejando jugar bastante y sancionando pocos contactos, como demostró al filo del descanso cuando obvió un claro agarrón de Tchoaumeni a Araujo dentro del área que nos pudo costar caro.
Así acabó una primera parte nefasta en la que el único acercamiento al área de Ter Stegen fue un disparo de Carvajal al lateral de la red, ya que Rodrygo que partía como teórico delantero centro no encontró su sitio en toda la primera parte, y Vinicius fue cegado por otro central extraordinario como es Araujo, pero los que creíamos que la espantosa primera parte obligaría a Ancelotti a hacer cambios en el descanso, nos topamos con el famoso manejo de los tiempos del italiano que dejó todo como estaba tras el descanso con la única novedad de intentar que el equipo presione mucho más arriba, sin embargo otro susto al poco de comenzar la segunda mitad con un cabezazo de Iñigo Martinez que se estrelló en el palo y cuyo rechace estrelló Araujo en el cuerpo de Kepa, que hizo gala de calidad y reflejos.
Imagen: realmadrid.com
Tras el segundo poste del Barça, Ancelotti decidió por fin mover avispero para sacar a Camavinga aprovechando las molestias musculares de Mendy, lo que revolucionó el partido a lo que se unieron poco después los cambios de Joselu y Modric por Rodrygo y Kroos, chocó el cambio de Kroos porque era el único que movía el equipo pero pronto íbamos a entender el cambio cuando primero Tchoaumeni avisó con un potente disparo desde fuera del área que sacó Ter Stegen y al segundo aviso en forma de disparo desde fuera del área, Bellingham la colocó en toda la escuadra haciendo inútil la estirada a mano cambiada del portero alemán con un golazo extraordinario de los que hacen historia.
Y cuando todo parecía encaminado al empate y ambos equipos parecían querer dormir el partido y que pasaran pocas cosas más, un centro de Carvajalal corazón del área lo rozó Modric descolocando a Iñígo Martínez, quien habilitaba a un Bellingham que, totalmente solo, tuvo que empujar el balón por debajo de las piernas de Ter Stegen para remontar el partido y entrar en el olimpo del madridismo. El partido acabó con el cambio de Vinicius por Lucas Vázquez que mató el partido con el numerito del brasileño incluido que ya había tenido un roce con Xavi en la primera parte, en la que el entrenador culé le palmeó la cara en un gesto bastante feo, y con un córner que subió a rematar Ter Stegen pero que consiguió despejar la defensa blanca.
Imagen: realmadrid.com
Con esta remontada el Real Madrid mantuvo el liderato, que durante todo el partido le había arrebatado el Girona, pero mucho más esperanzador que el resultado fue que el Real Madrid fuese capaz de sobreponerse a una primera mitad tan nefasta y sobre todo la irrupción de un Bellingham, que se está consagrando como un jugador que al ritmo que va, marcara una época en el Real Madrid.