Una crónica de: @elcarrildel2
Panathinaikos ha ganado (87-86) al Real Madrid, en el partido correspondiente a la Jornada 27 de la Temporada Regular de la Euroliga, disputado en el Pabellón Oaka, de la ciudad de Atenas.
Partía Panathinaikos como penúltimo de la clasificación, en la que sin duda es una de las peores temporadas que se le recuerdan a la escuadra griega. Eso no fue óbice para que se impusiera a un Real Madrid que sigue dando tumbos, sin que su entrenador sea capaz de enderezar el rumbo ni mejorar el juego del equipo.
Insistió Laso con Nigel WG en la dirección del juego. En un visto y no visto, 16-5, y un partido que en apenas cinco minutos dio toda la impresión de que se había ido por la borda.
Con 18-7, tuvo a bien el Sr. Laso dar entrada a Heurtel por Nigel WG. Incomprensible su presencia no ya en quinteto inicial, sino incluso en la rotación. Debe ser valiente el entrenador a este respecto, que no lo está siendo hasta la fecha.
Minuto 10, 22-11, y las mismas malas sensaciones de ya muchos, demasiados, últimos partidos.
Llull y Rudy se incorporaron al juego en el segundo cuarto. Por mucho que los critiquemos por algunas de sus acciones individuales, siguen siendo el santo y seña de este Madrid que por ese lado puede que explique muchos de sus problemas.
Nos recuperábamos en el marcador (31-25, mediado el cuarto), con Papagiannis jugando grandes minutos frente a Tavares. Como la táctica no nos funcionaba, había que tirar de técnica y recursos individuales.
Imagen: @RMBaloncesto
Heurtel falló varios pases a los pívots, que parecían tener las manos más blandas de lo normal. Llull dos de dos en dos penetraciones culminadas en sendas bandejas. La última jugada del cuarto, tras tiempo muerto, un nuevo fiasco de Heurtel. La mandarina postrera de Llull, al limbo. Minuto 20, 41-32 (parcial de 19-21).
Las puertas atrás de los griegos nos hacían mucho daño. 48-36 a ocho minutos del treinta. Tompkins a cancha. Se iría entonado el jugador con el transcurrir de los minutos, tras un mal comienzo. Las distancias se establecieron en torno a los diez puntos. Taylor fallaba dos lanzamientos desde la esquina. Reacción de los nuestros (56-54, minuto 27). Del posible empate pasamos a un 59-54, triple desde nueve metros de los griegos, para dejar el marcador en 59-54 al final del tercer periodo (parcial de 18-22).
El último cuarto vio una zona de los nuestros, que no eran capaces de reducir la distancia en el marcador. Mediado el cuarto, 73-63. Otro estirón de los nuestros, que logran culminar cuatro ataques seguidos anotando de tres. 80-75 a falta de dos minutos. Pasos de Deck, posible falta de Nedovic al argentino que no se pita. Los árbitros, caseros. 85-80 a falta de 17 segundos. Triple de Heurtel sobre la bocina para el 87-86 final (parcial de 28-32).
Si el juego del Madrid deja muchos interrogantes, y sus apagones en diversas fases aún más, tampoco la suerte está cayendo de nuestra parte en los últimos encuentros. Se cumple una vez más aquello de que llegar a la suerte exige buscarla, merecerla.
Destacados: Tavares (24 de valoración, 12 puntos, 10 rebotes), Rudy (18-9- 6 asistencias), Heurtel (14-18- 5 pérdidas), Llull (13-15, 5 asistencias).
Tiros de campo 19 de 37 (51%), Tiros de tres 14 de 29 (48%), Tiros libres 6 de 8 (75%), Rebotes ofensivos 1-8, Rebotes defensivos 16-22, Asistencias 6-17, Pérdidas 2-10. Faltas 15-18.
Buenas tardes a todos. HALA MADRID.