Una crónica de: @MiedoEscenico2
Se acabó el efímero sueño de la SuperLiga, que comentaban los colaboradores de esta web en el podcast de anoche, y que parecía ser una pesadilla para algunos, vista la histeria desatada. Y nos despertamos en mitad de la GuarriLiga presidida por Tebas, manipulada por Roures, adulterada por Velasco Carballo y deformada en su relato por los mamporreros de la prensa. Como para no querer soñar con otra alternativa, hombre. Hemos titulado esta crónica “Gánatelo en el campo (segunda parte)” porque, tras la Previa de @luismanper, el partido no fue más que una traducción en la realidad de ese lema.
El caso es que el Madrid llegaba a la Tacita de Plata sin gran parte de su centro del campo, maltrecho en el caso de la extraña pareja, o con COVID, como en el caso del Pajarito Valverde. Y Zidane se llevó a Cádiz a un regimiento de defensas y a lo disponible en las demás líneas, con el apoyo siempre pujante de Chust, Miguel Gutiérrez, Blanco y Arribas, probablemente las 4 principales joyas de la corona castillista que brotaron de la veta de la Youth League conquistada el pasado verano. Antes del encuentro, para acabar de calentar a los aficionados más rezongones, Zidane decidió poner sobre el campo a Courtois en la portería, y una línea defensiva formada por Militao, Varane y Nacho como centrales y Odriozola y Marcelo como carrileros. En el centro del campo, aparecían Casemiro y, debutando como titular, Antonio Blanco y, en punta de ataque, Rodrygo, Benzema y Vinicius. Un equipo para jugar directo, abrir el campo, y tratar de conseguir los tres puntos que se le negaron en Getafe el domingo pasado.
Decíamos en #ElVideoanalisis del Cádiz que es un equipo más dedicado a interceptar el juego rival que a fabricar el propio, con posesiones cortas y mucha intensidad. El caso es que el inicio del partido transmitió la sensación de que iba a intentar llegar al área del Madrid por un camino o por otro, y que estaba muy a gusto cortocircuitando el juego madridista. Por su parte, los blancos estuvieron durante el primer cuarto de hora buscando el ajuste en un sistema en el que entraban jugadores nuevos, recuperados o que no habían jugado el partido anterior. Un remate desde fuera del área de Blanco, que salió desviado, en el minuto 2, y otro de Jairo en el minuto 12, que detuvo Courtois, fueron los primeros acercamientos de cada equipo. Un cabezazo de Militao que salió desviado, tras centro de Marcelo, iba acercando más peligro al área de Ledesma que a la del cuadro visitante y, en el minuto 24, Rodrygo entró como un relámpago en el área cadista, y fue agarrado de la camiseta, aunque Mateu no interpretó que hacer su camiseta XXL fuera motivo suficiente para pitar penalti.
Imagen: realmadrid.com
La sensación es que la sospecha de que lo de “Gánatelo en el campo” quería decir que las jugadas grises nunca iban a ser blancas, disparó un tramo de buen juego del equipo madridista, tocando el balón con precisión, rapidez e intención de hacer daño. Un balón que dejaba Benzema para Vinicius en el área, en el minuto 28, acabó con el brasileño rodando por los suelos, quejándose de un pisotón, y la verdad es que, al ver la jugada repetida, daba la sensación de que no pitar penalti hubiera supuesto un ejercicio de prevaricación innegable. El pisotón de Iza a Vinicius impedía claramente al brasileño llegar al balón, y Mateu Lahoz no tuvo más remedio que pitarlo, ya en el minuto 30. La gráfica indicaba que Benzema había tirado los últimos tres penaltis al mismo sitio, y el francés no soltó su partitura: envió un remate firme, buscando el fondo de la portería, a su izquierda, Ledesma se tiró al lugar correcto e incluso rozó la pelota con la punta del guante, pero no pudo evitar el gol. 0-1, ganado en el campo, como avisaba nuestro Luigi de que rezaba el slogan de las camisetas del conjunto amarillo.
Apenas habían pasado tres minutos, cuando el Madrid, que atacaba por banda izquierda, perdió un balón que aparentemente iba a salir por línea de fondo. El cuestionado Marcelo, ese tipo que antes hacía malabares y ahora añade lo que puede a las recetas de Zidane, se tiró, repleto de fe, para evitarlo antes la oposición del defensa que lo protegía, y consiguió hacérselo llegar a Nacho, ese chico que cumple cuando sale, y lleva desde enero sin perder un partido. Nacho se la puso a Benzema, y el francés sacó su violín, recortó, ganó espacio tirando hacia la línea de fondo, y sacó un centro con la zurda templado, medido, con curva, que llegó al segundo palo, donde esperaba Odriozola. Su peluquero estará indignado, pero el lateral donostiarra remató como un verdadero ariete, picando abajo el balón en un espléndido cabezazo y marcó entre las piernas de Ledesma. 0-2, ganado en el campo.
En el minuto 38, Benzema dejaba un balón de cabeza a Casemiro, que entraba con todo pero remataba fuera con la oposición de Ledesma y un central. El Madrid estaba absolutamente dominador, robaba en campo contrario (espectacular trabajo en la presión de todo el equipo) y conectaba con velocidad y facilidad generando jugadas que acababan en el área rival. Dos minutos después, fruto de esta invasión del territorio rival, una jugada desarrollada dentro del área cadista terminó con un centro templado de Casemiro al palo contrario, y Benzema estirándose como un gato, felinamente, para rematar de cabeza al fondo de las mallas y acabar de atornillar la ventaja de los blancos. 0-3, ganado en el campo.
Imagen: realmadrid.com
De ahí al descanso, siguió el recital de llegadas, a veces confusas, otras veces más claras, del Madrid, que terminó la primera mitad con la iniciativa por las nubes. El inicio del segundo tiempo vio a un Cádiz que salía como en la primera parte, y un Madrid tranquilo, cuajado, con un auténtico fortín en la parte central, y los jóvenes brasileños y Benzema jugando como en el patio del colegio. Incluso Odriozola apretaba en defensa por momentos, y Marcelo parecía sólido y hasta veloz en algunas jugadas. El centro de gravedad de este equipo granítico atrás y punzante arriba estaba manejado con oficio y tranquilidad por dos tipos de un perfil parecido en la tarea, pero diferente en sus virtudes. Casemiro manejaba con tranquilidad el partido, a veces cometiendo algún error, pero como es él, fiable, sólido y mandón, con sus tijeras de podar. Y se encontró con que podía delegar parte de ese trabajo en un chaval de 20 años que saltó desde el inicio al campo con la intención de aportar lo mejor de sí mismo.
Antonio Blanco, 20 años, natural de Montalbán (Córdoba) y fruto de las categorías inferiores del Real Madrid desde bien pequeño, es, como decíamos, una de las joyas de la cantera blanca: campeón de Europa sub-17 y sub-19 con la selección española, y de la Youth League con el Real Madrid Juvenil, tras casi dos temporadas jugando en el Castilla, está en un punto de madurez magnífico. Bastaba con verle, en algunos momentos del partido, mandando a sus compañeros, algunos con 4 Copas de Europa en los bolsillos, a cubrir determinadas zonas, mientras él asumía la responsabilidad de equilibrar la defensa ocupando el lugar más adecuado. A Marcelo se le caían los lagrimones con los dos pases de 40 metros que le puso, que controló con su habitual habilidad, pero porque llegaban envueltos en papel de regalo. El montalbeño acabó con 52 pases acertados de los 56 que intentó, recuperó balones, hizo faltas cuando había que hacerlas y se mostró proactivo y potente, inteligente y ágil en el pase. En conclusión, un señor medio centro.
La segunda parte vio al Cádiz más insistente buscando peligro, especialmente con centros por alto, pero Militao volvió a agigantarse y aparecer por cualquier sitio para despejar, cortar e incluso iniciar la transición, aparte de dar un par de balones en largo con mucha intención. El Madrid fue perdiendo pegada arriba a medida que Zidane fue dando descanso a jugadores: en el minuto 61, Odriozola, Varane y Vinicius dejaron sus plazas a Carvajal, Isco y Asensio, y la transición del equipo se resintió levemente, haciéndose algo más lenta. Cuando, en el minuto 74, salieron del campo Marcelo y Benzema para que debutara Miguel Gutiérrez y entrara Mariano al campo, el Madrid que habíamos visto hasta ese momento en ataque acabó de desaparecer del todo. Solamente Rodrygo mantuvo su empuje e incluso hizo un remate fuera, pero lo cierto es que se había perdido la chispa ofensiva de los últimos 20 minutos de la primera mitad.
Imagen: realmadrid.com
Mariano trajo confusión donde Benzema aportaba claridad, Isco aportó calma, demasiada, donde estaba antes una circulación más fluida, y Asensio entró en modo flojeras y no mejoró a Vinicius. Los deberes hechos en la primera parte, sumados a la solidez de la zaga y el medio campo, permitieron al Real Madrid alzarse, al final con una victoria ganada en el campo, como todas las que ha conseguido a lo largo de esta temporada, que le permite volver a esa caza alocada de los puestos de cabeza, cada vez más difícil, pero no imposible.
Sospechamos que a Zidane, en la rueda de prensa posterior, habiendo ganado el equipo, le preguntarán más por la SuperLiga que por el partido, pero es que ya conocemos el paño. Acabar de rematar el día de hoy con un titular sobre lo ocurrido al margen del partido será una de las expectativas de esa prensa pesebrera que dice defender el “fútbol de verdad”, el de los aficionados, pero que ve antes el Akhisarspor-Altınordu del domingo pasado en la segunda división turca, que al equipo de su barrio. Ya saben, los amantes del “fútbol de los aficionados”, que levantan pastizales, en televisiones de pago, por loar al muñequito hormonado y al “equipo del pueblo”, y ensuciar lo que haga el Real Madrid. No pierdan el tiempo esperando otra cosa. Al menos, mientras haya dinero e intereses de por medio, lo que haya en el campo les importa una mierda.
RESULTADO FINAL
Cádiz, 0 – Real Madrid, 3
0-1 30’ Benzema (penalti)
0–2 33’ Odriozola (asistencia: Benzema)
0-3 40’ Benzema (asistencia: Casemiro)
REAL MADRID
1 Courtois
19 Odriozola (2. Carvajal, min. 61)
3 Militao
5 Varane (22. Isco, min. 61)
6 Nacho
12 Marcelo (35. Miguel Gutiérrez, min. 74)
14 Casemiro
31 Blanco
25 Rodrygo
9 Benzema (24. Mariano, min. 74)
20 Vini Jr. (11. Asensio, min. 61)
ARBITRAJE
Mateu Lahoz (Comité Valenciano).
Mostró tarjeta amarilla por el Real Madrid a Varane (min. 22), Nacho (min. 46) y Marcelo (min. 68).