Una crónica de: @MiedoEscenico2
Le tocaba al Madrid recuperar el partido aplazado de la primera jornada de Liga, y, a ser posible, algo de moral, y se enfrentaba al Getafe de Bordalás en Valdebebas. Decimos lo de subir algo la moral, pero las previsiones eran de todo menos buenas: el Madrid llegaba sin Carvajal, Odriozola, Militao, Ramos, Valverde, Lucas Vázquez, Hazard ni Rodrygo por lesión, y sin Kroos, sancionado por acumulación de tarjetas amarillas. Vaya, que hacer el once esta vez era para Zidane un auténtico rompecabezas, y así decidió que el equipo formara con Courtois en portería; y por delante, Mendy, Varane, Nacho, Marcelo, Marvin, Casemiro, Modrić, Vinicius Jr., Asensio y Benzema. Antes del partido, cada aficionado los colocaba en el campo como mejor le parecía, y no vamos a ser nosotros los que le quitemos al lector, de momento, la ilusión de hacer su propia alineación.
Lo cierto es que el Madrid, para desgracia de sus detractores, mantuvo a lo largo de todo el partido un 3-4-3 novedoso. La línea de centrales la formaban Nacho a la derecha, Mendy a la izquierda y Varane en el medio. Por delante de ellos, Casemiro y Modrić dirigían las operaciones, con Marvin Park como carrilero derecho, Marcelo partiendo de la posición de carrilero izquierdo, y arriba Asensio, Benzema y Vinicius. El once madridista tardó casi un cuarto de hora en hacerse a la idea del nuevo sistema, con pocas conexiones y algunas salidas de balón desde atrás que invitaban a los aficionados a comprarse un desfibrilador.
En el minuto 14, un córner magníficamente sacado por Marco Asensio vio cómo, en la misma jugada, Benzema cargaba al rival y remataba de cabeza al larguero por enésima vez, mientras Soufian Chakla mostraba un cariño indisimulable por la camiseta de Casemiro, hasta llevarle al suelo en un penalti evidente. No entró el VAR, porque el VAR no entra más que cuando no hace falta, en estos tiempos que corren. O, al menos, hasta que hace falta para sancionar al Madrid. Pero eso será mejor que lo lean en la Crónica Arbitral de @cubelas13. El caso es que, aparte de este remate, el Madrid llegaba de una manera bastante tosca, y sus ocasiones tampoco eran claras.
Imagen: realmadrid.com
A la media hora de partido, una llegada del siempre cuestionado Marcelo acababa con el brasileño alcanzando ese punto de la línea de fondo donde las defensas más cerradas revientan, y poniendo un pase atrás rebosante de peligro, que tuvo la desgracia de encontrar a Varane y no a Asensio o a Benzema, con lo que el remate se frustró. Poco después, una contra del Madrid permitió a Marcelo poner el balón en la frontal para que Modrić rematara duro y raso, pero David Soria desviaría la pelota levemente a córner.
Llegó el descanso entre bostezos y con el disparo arriba mencionado del príncipe croata como único remate a puerta del partido hasta ese momento por parte de los dos equipos. El Madrid había estado gris, pero había pequeños destellos, como la manera en que Marvin ganó su duelo particular con Cucurella, el control de la zona de zagueros, que no permitieron una sola llegada del Getafe, un Marco Asensio activo y muy dinámico, y un Marcelo justo en el físico pero preclaro en el pase. No obstante, con eso no parecía ser suficiente. Para más inri, diluviaba en Valdebebas, además de hacer un viento notable, que dificultaba el juego en largo.
La segunda parte fue otra cosa: el patchwork que había tenido que improvisar Zidane se presentó en el césped con más ambición, más movimiento y variedad, y más veneno en el puñal. A los dos minutos de la reanudación, Benzema recibía, escorado a la derecha, un fantástico pase en profundidad de Asensio y cruzaba el balón ajustado al poste, pero Soria metía una mano salvadora que lo desviaba a córner. Benzema empezaba a bullir, caía a las dos bandas, y Casemiro ampliaba su radio de acción, apareciendo tan pronto delante de la zaga cortando balones, como en el área buscando el remate, o en una banda haciendo grande el campo. Y Marcelo abandonaba definitivamente la labor de carrilero y comenzaba a aparecer por cualquier sitio, como Asensio. El caos, el puto caos.
Imagen: realmadrid.com
La vuelta de tuerca definitiva llegó en el minuto 55: Bordalás metió, de golpe, a Kubo, Aleñá y Jaime Mata, mientras Zidane hacía un cambio que trastocaba todo: Arribas por Marvin. Con la entrada del pequeño canterano, Vinicius asumía el rol de carrilero derecho, y Arribas se sumaba al desorden que ya estaban generando entre Asensio, Marcelo y Benzema. Y, a la hora de partido, llegó el primer resultado: Vinicius, en su posición de carrilero derecho, centró al área con una precisión desconocida; Nacho (sí, Nacho, ese chico que siempre cumple y algo más) arrastraba a Chakla al primer palo, Casemiro se iba al segundo, y Benzema, solo frente a Cabaco, cabeceaba a la red defendida por David Soria.
El 1-0, lejos de hacer amilanarse al Madrid, como en otras ocasiones, multiplicó el caos, al que se sumó un Getafe abierto en canal. Apenas seis minutos después, lo inesperado llegó desde el otro lado: una arrancada de Mendy, un pase para Arribas que, de primeras, abrió a la entrada por banda de Marcelo, que llegaba a línea de fondo. Puede que Marcelo no esté fino en términos físicos, pero medio mundo mataría por tener su pierna izquierda a la hora de poner centros. El caso es que puso el balón en el hoyo de las agujas, y allí ya estaban entrando, en el primer palo (como decíamos en El Videoanalisis), Arribas y Mendy. Y fue el lateral francés el que se tiró al suelo como un Torpedo Müller cualquiera, con sus piernas y su cintura biónicas, para tocar el balón y llevarlo otra vez a las profundidades de la meta azulona.
El 2-0 ya se amortizaba solamente por ver la honesta sonrisa del chaval galo, que estaba como si le acabaran de traer los Reyes Magos la bicicleta soñada. Y también servía para que el Madrid redoblara esfuerzos, con el equipo bien colocado en defensa, y transformando ese orden de partida en continuas reediciones del caos, saliendo con inteligencia en cada recuperación, con llegadas y peligro continuos. A falta de un cuarto de hora, Isco relevó a un Asensio encantado de haber vuelto un rato al patio del colegio, aunque cansado del esfuerzo. El malagueño, a decir verdad, apenas aportó nada, pero trabajó atrás y tuvo un momento de conexión con Arribas bastante interesante.
Imagen: realmadrid.com
El Getafe decidió generar peligro por la banda que defendía Vinicius, mandando allí a Kubo, pero el chaval brasileño se empeñó en sacar adelante el encargo, y alternó momentos de firmeza defensiva con una espectacular arrancada atravesando las líneas azulonas que acabó en falta directa, lanzada arriba por Karim Benzema, al que le desafinó el violín esta vez. En el minuto 86, Marcelo, con molestias, era reemplazado por Víctor Chust, y el Madrid llegaba al final del partido sin haber recibido un solo tiro a puerta, la portería a cero, y tres puntos en el zurrón que le permiten algo de oxígeno.
Confesamos que no sabemos lo que deparará el futuro, pero hoy el equipo madridista nos ha recordado aquellos tiempos en que generaba el caos en el campo contrario y ganaba partidos con poso y solidez. Ha sido refrescante volver a tener esa sensación de que los blancos eran un equipo imprevisible, sorprendente, aunque haya sido a fogonazos. Al menos, para los que gozamos con ello. Si usted, lector, no es de ésos, ya lo siento. No sabe lo que se pierde.
RESULTADO FINAL
Real Madrid, 2 – Getafe C.F., 0.
GOLES
1-0 60’ Benzema (asistencia: Vini Jr)
2-0 66’ Mendy (asistencia: Marcelo)
REAL MADRID
1 Courtois
6 Nacho
5 Varane
23 Mendy
28 Marvin Park (30. Arribas, min. 55)
14 Casemiro
10 Modrić
12 Marcelo (32. Chust, min. 86)
11 Asensio (22. Isco, min. 76)
9 Benzema
20 Vini Jr.
ARBITRAJE
Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego)
Mostró tarjetas por el Real Madrid a Mendy (min. 71)