CRÓNICA | Pistolas de agua: Shakhtar Donetsk 2 – 0 Real Madrid

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Hoy el grajo volaba bajo en Kiev, y todos los curas llevaban botas (hacía un frío de pelotas), porque al iniciarse el partido el termómetro marcaba un grado bajo cero, y se veía que en cualquier momento podían empezar a caer copos de nieve. Buscando que, además, cayera la clasificación para los cruces de Champions, el Real Madrid se presentaba oscurecido por el mal sabor de boca que dejó la derrota en Valdebebas frente al Alavés, y por el mal recuerdo del primer tiempo contra la escuadra ucraniana, que nos sacó los colores por el desmán defensivo que fue aquello. Zidane diseñó un once que, inequívocamente, salía a tener el balón y tratar de convertir la posesión del esférico en algo más que una estadística: Courtois; Lucas Vázquez, Varane, Nacho, Mendy; Kroos, Modric, Ødegaard; Asensio, Benzema y Rodrygo salieron al campo como once titular.

El Madrid no empezó mal, para nada. Rodrygo se cargaba los calcetines de pólvora, Benzema se estiraba maullando y Modrić cargaba de galones sus hombreras. Así llegó la primera ocasión, un remate de Asensio al palo en el minuto 4, a pase de Benzema tras un robo del mallorquín en el inicio de la jugada. El minuto 11 vio un pase de Modrić al espacio y a Benzema largando un misil que le salió centrado y el portero Trubin despejó con dificultades. Poco después, un mal pase de Nacho, cuyo balón se frenó por el camino, comprometió a Varane y el central francés tuvo que placar con oficio a Junior Moraes, que ya se había preparado el contraataque solo con un control adelantado. La tarjeta amarilla fue completamente justa, e invitó a evitar pases de riesgo en la zona trasera de ahí en adelante.

Imagen: realmadrid.com

El Madrid echaba en la zona de tres cuartos la red de pescar cangrejos y muchos de los intentos de ataque del Shakhtar no pasaban de ahí. Pero, ay, los que pasaban nos generaban un desasosiego imponente. Una jugada en que Asensio probablemente sufrió una falta, que el árbitro no pitó, tuvo un efecto reactivo en el mallorquín, que apareció un par de veces en la zona defensiva con la actitud que a veces echamos en falta de él, recuperando el balón e iniciando la respuesta. En una de ésas, Lucas entró por la banda derecha y su centro no encontró rematador entre la entrada al área de Rodrygo y Benzema. El viaje de Varane al delantero centro del Shakhtar supuso que, en el minuto 24, Junior Moraes saliera del campo y entrara en su lugar Dentinho. Poco antes de la media hora de partido, un córner sacado por Ødegaard fue rematado por Nacho a las manos de Trubin, que lo detuvo con facilidad.

Y, poco después, una magnifica combinación entre Mendy, Ødegaard y Asensio acabó con un formidable remate escorado del balear que Trubin sacó con una mano en una intervención rebosante de reflejos. El noruego, en la siguiente jugada, remataba tras un robo en la presión alta, pero tocaba en un defensa y llegaba floja a las manos del portero. El Madrid iba llegando, cada vez con más velocidad, Ødegaard empezaba a parecerse a lo que se esperaba de él, Lucas percutía junto a Rodrygo, se veía a Asensio contento con la participación en el juego, Kroos movía, Modrić circulaba, pero no acababan de llegar más ocasiones claras. El Shakhtar tiraba la línea defensiva a 30 metros de la portería, y el equipo madridista trataba de lanzar balones en profundidad a las bandas, pero muchos eran interceptados por los laterales. El campo estaba raro, espeso, probablemente algo congelado, y el balón no rodaba como era de esperar. Caía aguanieve, y eso tampoco ayudaba a que el juego fluyera como es debido.

Imagen: realmadrid.com

Una volea alta de Benzema a centro de Ødegaard fue lo más parecido a un remate en esa fase previa al descanso, en que el Madrid llegaba poco, pero trataba de encontrar la espalda de los defensas ucranianos con balones a Rodrygo, Asensio y Lucas, que no acababan de transformarse en ocasiones de gol. Ya en el descuento, un córner sacado por Kroos fue rematado con el tobillo por Ødegaard, pero el balón salió bombeado y flojo a las manos del portero. Antes de que el rumano indicara el camino de los vestuarios, un último balón en profundidad de Kroos para Mendy vio cómo el lateral francés desaprovechó la oportunidad de irse hacia la portería, intentando dar un pase de primeras a Benzema, que entraba por el centro. Ay, Manolete… El descanso nos permitió comprobar que el Shakhtar no había rematado a puerta una sola vez. No fuimos conscientes de lo bueno de ese dato hasta un buen rato después, que vino lo que vino. Nuestras pistolas de agua molestaban algo a los ucranianos, pero no hacían daño.

La segunda parte empezó con el Shakhtar decidido a presionar más arriba y a intentar alguna transición rápida para llegar al área blanca. La presión del equipo anaranjado intentaba convertir el partido en un ida y vuelta, sin tiempo para pensar, y al Madrid no le interesaba eso. Un remate de Benzema en el minuto 50 llegó centrado a las manos de Trubin, pero abrió otras posibilidades. Otra jugada en que Mendy recorrió la frontal acabó con un centro de Benzema que Nacho remató de cabeza alto. La primera llegada de peligro del Shakhtar llegó justo después: un balón recibido por Taison, que midió la carrera con Varane y remató raso, y que Courtois envió a córner con la pierna, saliendo un poco a la desesperada. El Shaktar había subido la intensidad de la presión, y donde Kroos o Modrić se encontraban cómodos, desarmando dicha presión a base de toque y movimiento, otros jugadores blancos sufrían para seguir siendo precisos y controlar el juego. Y, lo que es peor, habilitaban salidas del rival a toda velocidad, su principal peligro, una transición eléctrica.

Imagen: realmadrid.com

En el minuto 57, un error estúpido de la defensa permitió a Dentinho rematar a placer frente a Courtois. Aquello de “ve tú, no, tú primero”, y el delantero del cuadro naranja aprovechando el corte de Mendy que, entre Varane y Lucas Vázquez, habían convertido en un regalo. Fue marcar el 1-0, y el Shakhtar volvió al estado previo a meterlo, y el Madrid a tratar de equilibrar el partido. En el minuto 59, un cabezazo flojo de Varane al saque de una falta por parte de Kroos fue fácilmente parado por el portero de nuevo. Una nueva oportunidad, tras una larga jugada de ataque, demostró que el francés Mendy es un prodigio defensivo, pero también que es un jugador muy limitado en términos ofensivos: es ese tipo que tiene potencia para llegar a donde haga falta, pero una vez allí, puede rematar al córner o matar a un compañero con un centro que parece un adoquín.

En el minuto 67, otra oportunidad de los ucranianos fue desbaratada por Varane ante el intento de remate de Kovalenko. Ødegaard parecía haber perdido el dinamismo de la primera parte, y el juego se estaba haciendo cada vez más espeso por parte madridista. Se mandaban balones en largo a jugadores que ya no tenían la energía del inicio, o se intentaban pases que no rompían la telaraña que el Shakhtar se esforzaba por mantener a distancia de su portería. Otro remate centrado de Mendy en el minuto 75 tuvo el mismo destino que los anteriores, las manos de un Trubin más tranquilo que si se hubiera tomado 30 vodkas. A falta de un cuarto de hora, Zidane hizo tres cambios que trataron de cambiar todo: Ødegaard, Rodrygo y Benzema dejaron su sitio a Isco, Vinicius y Mariano. La entrada, sobre todo, de Vinicius, fue como la gaseosa. El brasileño lo intentó, como siempre, aunque no le saliera, como siempre. Pero eso invitó al equipo a volver a buscar y buscar caminos para la victoria. Modrić en un disparo desde la frontal, y otro de Asensio que, tras tocar en un rival, salió rozando el larguero, acercaron al Madrid al empate. Pero aquello duró tres minutos y, como antes, sin gol. Más pistolas de agua.

Imagen: realmadrid.com

Un contraataque, en el minuto 82, certificó que los ucranianos no necesitaban más que un poco de superioridad para meter un gol. Solomon y otros cuatro se acercaron al área mientras la defensa madridista reculaba. Le bastó preparar el disparo y encajarlo entre Lucas Vázquez y Varane, para que le saliera un derechazo raso, ajustado al poste, ante el que Courtois no pudo hacer mucho. El 2-0 negaba al Madrid el billete a octavos y volvía a ponerle en la enésima situación límite. Lo que es peor, habiendo perdido esa sensación de control sobre el partido que había presidido la primera mitad. Una falta lanzada fuera por Kroos fue el triste bagaje ofensivo del conjunto merengue hasta que el árbitro pitó el final del partido y de un espantoso segundo tiempo de los madridistas.

La clasificación para las eliminatorias pasa por ganar al Moenchengladbach en la última jornada y estar pendientes de lo que pase en otros campos, para que la carambola beneficie al Madrid. Pero, jugando como en la segunda parte del partido de hoy, hará falta que descalifiquen a los demás equipos del grupo para clasificarse. Con estas pistolas de agua, no se llega muy lejos, menos aún si los rivales tienen escopetas y no son de feria.

 

RESULTADO FINAL

Shaktar Donetsk, 2 – Real Madrid, 0.

 

GOLES

57’       1-0       Dentinho

82’       2-0       Solomon

 

REAL MADRID

1     Courtois

17   Lucas Vázquez

5     Varane

6     Nacho

23   Mendy

8     Kroos

10   Modrić

21   Ødegaard (22. Isco, min. 77)

25   Rodrygo (20. Vinicius, min. 77)

9     Benzema (24. Mariano, min. 77)

11   Asensio

 

ARBITRAJE

Ovidiu Haţegan (Rumanía). Amonestó a Varane (min.14).