Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (91-60) al Andorra, en el partido correspondiente a la Jornada 14 de la Temporada Regular de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Solo faltaron los villancicos para que el ambiente en el Palacio fuera de Navidad total. Los más veteranos recordarán aquellos torneos de Navidad en el pabellón de la antigua ciudad deportiva, Castellana arriba, con una ciudad con todo cerrado y el baloncesto como una posibilidad de ocio.
Se llenaba la cancha. Héctor Quiroga (q.e.p.d.) narraba el partido para TVE, la única que había entonces, y que lo daba por la primera cadena. ¡Vaya manera de jugar aquellos universitarios de Carolina del Norte!, y vaya manera de entender por dónde iban los tiros de don Raimundo Saporta, referente siempre de directivo capaz y enterado.
Salió Laso con un quinteto de garantías, dispuestos Facu, Causeur, Tavares, Randolph y Deck a finiquitar el partido por la vía rápida. Venía Andorra con varias bajas en su juego interior. Desconozco si sería motivo suficiente para la endeblez de un equipo que marcha por medio de la tabla. El caso es que al minuto 10, el marcador reflejaba un 24-12 que ponía en evidencia por dónde iban a ir los tiros.
Con todo, lo que ocurrió en el segundo cuarto fue casi inexplicable, muy pocas visto en la ACB, demoledor para todos. Un parcial de 26-2, así como lo leen, dejó el partido en un 50-14 al descanso llamativo y esclarecedor. Y eso que no anduvo el Madrid excesivamente fino en el tiro exterior (10 de 28, 36%), que si lo llega a estar, el marcador podría haber resultado apabullante.
Dentro de un Madrid en el que todos brillaron, con un Anthony Randolph renovado hasta 2023, un Tompkins que está en un excelente momento, Tavares sin bajar un milímetro el pistón de exigencia, Facu en la buena dirección habitual, con un triple sobre la bocina en extraño escorzo a pase magistral de Rudy…Causeur y sus buenos movimientos, tuvo minutos Mejri, que volvía a disputar competición ACB, que mostró sus virtudes de siempre, y que se atrevió ¡¡¡navidad, navidad!!! a tirarse cuatro triples (tres de ellos infames) sin que Laso lo mandase a galeras. Tiene el tunecino un juego y una manera de estar en cancha contagiosa. El público se arrancó a corear su nombre, en animosa demostración de apoyo. Laprovittola aportó lo suyo. Parece que le va cogiendo el base el aire al equipo.
Imagen: realmadrid.com
También pudimos ver a Garuba (17 minutos en pista) y a Nakic, esto menos habitual, que dispuso de catorce. Acreditó sus cualidades Mario, si bien parece seguir con esa ansiedad de querer hacer mucho y todo bien. Debe quitarse presión, y soltar muñecas, para que fluya todo el saber de grandísimos baloncestista que atesora.
Reaccionó Andorra tras el descanso, mientras Taylor realizaba varias acciones de mucho mérito, una de ellas un mate a una mano estratosférico, de cartel que dirían los clásicos. Se enfadó Nacho Llovet, que vio dos técnicas, la segunda provocada, para marcharse a la calle, quizás para no seguir sufriendo el chaparrón.
El caso es que los dos últimos cuartos fueron para los visitantes, que lograron de esa manera maquillar un resultado que amenazaba récords y titulares. Minuto 40, 91-60.
Destacados: Tompkins (18 de valoración, 14 puntos), Tavares (18-11), Campazzo (13-7), Laprovittola (11-10), Mejri (10-7). No participaron los lesionados Llull Felipe, más Mickey y Carroll.
Queda la última jornada del año, visita al FC Barcelona, en la ciudad condal. Un clásico del basket y de las navidades. Llegamos fuertes. De los nuestros esperamos una victoria más.
Buenos días a todos. HALA MADRID. Y Feliz Navidad.
Fuente: elcarrildel2: tirando a dar