Un articulo de: @rlopezg8002
Goebbles, ese “enano cojo diabólico” como le llamaba Göering, fue el primero que supo apreciar y sacar partido del poder que puede dar el controlar la prensa de un país. Basta ver la naturalidad con la que se acepta lo que se ha dicho del partido de ayer: mamporreros defendiendo la no intervención del VAR en los penaltis a Varane, chupamedias hablando de partido igualado, sinvergüenzas callados con el pisotón al talón de Suárez a Casemiro e incluso desquiciados diciendo que el Madrid no tenía que haber acabado con once jugadores.
Y es que el espíritu de Goebbles anida ahora en Jaume, que maneja a los medios como marionetas, con lacayos en las ondas, televisiones y prensa escrita que se encargan de blanquear continuamente todo lo relativo a esta putrefacta y corrupta competición, y a su club bandera.
Hasta en la realización de los partidos tiene serpientes amaestradas. Y todo lo hace de una manera sublime, haciendo incluso creer a muchos madridistas que hay medios que son madridistas. Porque, como decía ese maestro de la manipulación mediática, una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad. Pero esto va mucho más allá del fútbol, pues cuando uno observa más allá de los errores del partido en sí, se da cuenta de que es muy difícil para el Real Madrid escapar de una tela de araña tejida desde todos los resortes posibles de un país, no sólo en cuanto a estamentos deportivos se refiere. Toda esta red corrupta y criminal que rodea al Barcelona está perfectamente estructurada, controlada y amarrada.
Ciñámonos sólo a lo de ayer: un partido aplazado por motivos de seguridad y no por un tema deportivo que hubiese caldeado más de lo normal el ambiente, sino por una sentencia judicial que nada tenía que ver con el deporte ni con el fútbol, y en la que el Barcelona se implicó de manera oficial e institucionalmente avivando el fuego. Por si todo esto fuese poco, con el partido ya aplazado, se conoce una designación arbitral que escandalizó a muchos aficionados. Por supuesto, nadie de la prensa sacó el historial de ninguno de los dos árbitros, ni del de campo ni del de la sala VAR. Que tampoco nadie señalara al Barcelona, huelga decirlo.
Ahora bien, una cosa es que el Real Madrid lo tenga muy difícil, porque no sólo lucha contra estamentos deportivos, y otra cosa es que no denuncie absolutamente nada ni alce la voz nunca. ¿Acaso alguien del Real Madrid denunció que el Barcelona fue parte activa de las causas del aplazamiento del partido? ¿O alguien hizo algo más que filtrar al Marca una “preocupación” por la designación arbitral?.
Porque seamos serios, si no se puede hacer nada o no tienes huevos, te callas y tragas con las consecuencias. Pero si de verdad tienes preocupación por el arbitraje, déjate de filtraciones y saca un comunicado oficial denunciando el saldo arbitral de los pájaros que te va a arbitrar. Lo que un Real Madrid no puede hacer es comportarse como un club cobarde y acomplejado.
Ayer salió Butragueño (más blando que la mierda de pavo) a denunciar el atropello, y el club expuso en redes sociales los dos penaltis no pitados a Varane. Algo es algo. Pero ya que te metes en el barro, métete del todo: denuncia que a Modric en Vigo se le sacó una tarjeta roja por lo mismo que a Suárez se le sacó ayer amarilla y que a Jordi Alba se le perdonó la expulsión por agredir a Varane.
¿Por qué esta patológica cobardía del club? ¿Por qué este silencio institucional permanente? Porque lo de ayer sólo es otra más. Esta temporada a bote pronto se me vienen a la cabeza el penalti del Betis en el Bernabéu y el de Mallorca. Nadie dijo entonces nada, para variar.
Si no puedes hacer nada para revertir la situación, participa pero no compitas. Saca a los titulares sólo en partidos importantes o lo justo y necesario para tenerlos a tope en la Champions. Devalúa la competición. Si no puedes hacer nada con la prensa, no le des entrevistas ni audiencia, que hablen todos a través del club que para eso tiene canal en abierto.
Ya he dicho que acabar con esta tela de araña es muy complicado, pero un club como el Real Madrid, y sólo hablando del partido de ayer, puede hacer cosas. O no permitir otras, como por ejemplo:
– Aceptar sin rechistar un aplazamiento en el que tu rival ha sido parte responsable por implicarse en las causas que motivaron el mismo, siendo incapaz de señalarle.
– Tragar con que, además de eso, te coloquen el partido con un día y medio menos de descanso que tu rival, que además juega en casa (tiene cojones la cosa).
– Callarte cuando designan a dos árbitros con un saldo escandalosamente favorable a uno de los equipos que juegan, y más sabiendo que te van a perjudicar (que para eso filtras al Marca que estás preocupado).
– Permitir que Busquets pudiera jugar sin haber intentado siquiera que se le denunciara por decir abiertamente que los árbitros prevaricaron en el partido anterior.
Cierto es que el Real Madrid está sólo en esta lucha, lo cual hace más complicado todo. Pero si encima vamos de pagafantas, esta lucha difícil se torna imposible. Si hay que morir luchando, que sea con honor:
– Guerra abierta y frontal a los medios. Ni una entrevista concedida por nadie a otro medio que no sea el canal oficial del club. Denuncias a medios y periodistas que difamen gratuitamente.
– Guerra abierta a la competición. Un representante arbitral que denuncie con firmeza todas y cada una de las tropelías arbitrales. Recusar aquellos árbitros que tengan un saldo escandalosamente favorable al rival con el que jugamos.
– Guerra abierta al antimadridismo. Ni un euro de rebaja a quienes preguntan por jugadores nuestros, y olvidarse de pactos de no agresión que sólo nos perjudican.
– Y lo más importante: un portavoz del club que no parezca que está pidiendo perdón cada vez que sale a decir algo.
Posiblemente no cambie gran cosa porque todo esto es un tinglado que va más allá del fútbol, pero al menos que los aficionados tengamos la sensación de que meterse con el club o perjudicarle no salga gratis.
Y ahora señores, sólo me queda darles las gracias a los que hayan llegado hasta aquí esperando que les haya gustado, y despertarme de un sueño que con esta directiva cobarde nunca será realidad.
¡HALA MADRID! Siempre orgulloso de un equipo que como ayer, supera siempre mis expectativas. Sacar un punto ayer de allí fue una auténtica heroicidad.