Una crónica de: @Datemus
Llegaba un nuevo duelo de filiales y, con él, una ocasión que muchos creíamos propicia para empezar a remontar el vuelo tras una racha de malos resultados. Frente a un equipo joven y muy necesitado de puntos como el Sporting, el Castilla tenía una gran oportunidad de poner fin a su dinámica actual pero, lejos de ello, no ha hecho sino hacer mucho más profundas unas heridas que comienzan a revestir bastante gravedad.
La principal de ellas es el descarrío y flojedad de la línea defensiva. El resumen del partido de hoy bien pudiera ser que el Castilla regaló los tres primeros goles al Sporting, y que el verdugo de turno del Comité Técnico de la Federación obsequió el cuarto mientras que anuló dos tantos legales a los nuestros.
Tras el atropello de ayer, la directiva el club parece mostrarse conforme con la incesante humillación institucional a nuestra entidad. Esperemos que haya algún tipo de maniobra a la sombra de luces y taquígrafos, o van a hartar a toda una afición cada día más consciente del pitorreo de que es objeto por parte de las instituciones, las asociaciones de equipos y la propaganda bélica que constituyen hoy en día los medios de comunicación. Unan a todo una pizca de mala suerte, una gran mañana del meta local Joel (cuyo nombre parece una maldición bajo la portería rival) y del ariete Bertín, y se explicarán buena parte del 4-2 en contra con que volvemos a Madrid.
Pero entremos en materia antes de que nos perdamos en reflexiones quizás inoportunas y más propias de otros foros. El cambio más destacable en el Castilla hoy fue el de que Baeza se quedara en el banquillo en favor de Feuillassier, lo que desplazó a Jordi de su posición de interior zurdo a la media punta. Por otro lado, Gila entró en lugar del lesionado Chust y Belman fue de la partida bajo palos.
Los diez primeros minutos fueron de una intensa disputa entre ambas escuadras, que presionaban muy fuerte la salida del balón del rival desde su línea defensiva. En estas circunstancias, ningún equipo era capaz de hilvanar jugada alguna. Los balones se perdían muy rápidamente, tanto cuando se intentaban jugadas con los defensas muy encima, como cuando se salvaba la presión mediante balonazos que no hallaban ni a Pedro ni a Bertín.
Tras estos primeros minutos, el Castilla comenzó a asentarse. La primera señal llegó con una progresión de Javi Hernández que, desde su posición de central, filtró un gran balón a la posición de interior zurdo de Feuillassier. El argentino abrió hacia la incorporación de Fran, que colgó al área con peligro pero sin encontrar rematador.
Tras ello, el capitán Fidalgo comenzó a parecer y, tirando de veteranía y clase, comenzó a bajar la pelota, driblar, mandar, poner pausa, acelerar y realizar todo aquello que sólo sabe hacer un centrocampista de clase.
En el 13’, el asturiano recibe en la medular y genera un espacio tras un gran regate. Abre a Marvin, que realiza una gran internada marca de la casa, pero de nuevo su pase, muy peligroso, se queda sin socio. Sólo un minuto después, en una jugada muy parecida y con los mismos actores, Marvin pone otro balón con peligro que despeja el meta Joel hacia el punto de penalti pero, una vez más, ninguna bota castillista aparece al acecho.
En esta coyuntura de domino visitante llegó, en el 14’, un despeje en largo dedes la defensa sportinguista hacia la carrera de su ariete Bertín. Belman, en posición adelantada y fuera del área, llega con toda la ventaja del mundo. De entre todas las opciones que tenía el meta blanco, optó por envolver la pelota en papel de regalo, ponerle un lacito encarnado y colgarle un cheque regalo antes de entregársela, de un pésimo intento de control con la zurda, al delantero local Bertín que, sin más que tocarla, la puso en el fondo de la portería visitante. Había que frotarse los ojos para poder creerse como Belman había convertido el Halloween castillista en el Black Friday de nuestro filial, empeñado en ser el equipo más generoso de toda la LFP. 1-0.
El deterioro de la moral fue inmediato. Decayó el juego castillista y los asturianos creaban peligro en dos pases ante la languidez defensiva de los nuestros.
Tras varias jugadas de barullo y peligro, en el 18’, Blanco, horrible en los dos últimos partidos, trata de combinar con Marvin para iniciar la jugada, pero no sin antes anunciar en todas las radios y periódicos el pase que va a dar. Grajera, el stopper asturiano, muy atento, intercepta prácticamente en la frontal madridista, abriendo para el desmarque de Bertín. Acude Gila a tapar su intento de quiebro, llegando a tocar el balón con una mansedumbre y delicadeza propias de un quiromasajista. Ambos jugadores terminan en el suelo pero la fortuna sonríe sólo a Bertín, al que se le queda enroscado en el cuerpo el bisoño despeje del central madridista. El ariete gijonés se levanta muy rápido y aprovecha el obsequio con mucha clase, encarando muy rápido a Blanco, que había acudido en la ayuda. Bertín recurrió entonces a la mejor minería asturiana y, con mucha calidad, barrenó la oposición del medio centro andaluz abriéndole una galería que ríanse de la de los Yébenes. La salida le condujo directamente ante Belman, al que batió de un buen disparo cruzado. 2-0 en el segundo disparo a puerta de los locales. Toda una defensa la de sus oponentes…..
Quedaban muchos minutos y el Castilla, aunque tocado, tiraba de la clase de algunos de sus jugadores para intentar resucitar. Desaparecido Jordi e inédito Pedro, surgió el mejor Feuillassier de la temporada, justo cuando Raúl le ponía por primera vez en el once inicial. Dos jugadas del argentino en el 27’ y en el 31’ llevaron bastante peligro al área visitante. La primera de ellas acabó en un corner, sacado los visitantes y despejado por los locales de cabeza hacia la posición de Fran en la frontal del área, que empalmó magníficamente con la izquierda hacia la escuadra, pero cuando ya cantábamos el gol, el portero Joel realizó la mejor parada de la temporada.
Pero la defensa blanca no estaba dispuesta a que fracasara su traición y, si en la jugada del 0-2 fue Miguel Gila por la derecha, en el 35’ era el turno de la dupla Fran Javi Hernández por la izquierda. Primero, Javi Hernández se mete conduciendo la pelota en terreno sportingusta, teniendo que hacer falta en cuanto la pierde. Mejor no aprender ciertas cosas de los mayores. El central Villalón hace todo lo posible por perder tiempo en el saque, pero el señor Hernández prefiere retornar trotando y ausente del partido, en vez de recuperar la posición con un mínimo de diligencia.
A los 30 segundos Villalón saca, desde campo propio, un balón tan alto que baja con una postal de los Picos de Europa. Bertín controla de espaldas en la frontal con la contemplación, que no oposición, de Blanco, que tuvo que acudir a la posición del desaparecido central izquierdo, todavía inmerso en quién sabe qué pensamientos. Bertín abre a la derecha, por donde se incorpora César García, que se va con una pasmosa facilidad de Fran, otra vez demasiado confiado en su fortaleza física. César mete al interior del área, donde sólo acude Bertín, que remata a placer a la red. Tanto Blanco como en especial, Javi Hernández, siguen la jugada con la mirada con una pasividad absolutamente inadmisible. Se completaba así el recital de Bertín y su coro de voces blancas. 3-0
Las ocasiones las creaba el Castilla tanto en una meta como en la contraria. Así, en el 42’, Franchu acude con decisión a presionar la salida del balón del Sporting y roba la pelota, encarando solo la portería asturiana. Mecerremes le agarra insistentemente pero Franchu hace todo lo posible por seguir la jugada y chuta a gol, unas décimas de segundo más tarde de que el árbitro interrumpa el juego en una fragrante violación de la ley de la ventaja. La falta la sacó Javi Hernández de disparo precioso a la escuadra, respondida por una no menos buena parada del Joel, totalmente decisivo para los suyos hoy.
En la segunda parte, el Castilla salió muy decidido a buscar la suerte de un gol temprano. El equipo iba combinando cada vez mejor y más rápido, con un posicionamiento de sus jugadores más escalonado en la medular y más alternativas para la salida de balón de Blanco, que estuvo muy gris en parte por él mismo y en parte por la carencia de apoyos que padeció. A ello contribuyó el doble cambio de Raúl en el 51’, dando entrada a Gelabert por un inexistente Jordi y a Rodrigo (el carioca de la i latina en el apellido) por un desafortunadísimo Pedro. César es un jugadorazo y va a mejorar este equipo con toda seguridad. De las pocas buenas conclusiones al partido ha sido su participación en el juego.
A los pocos segundos, Fidalgo apoya a Blanco en la salida de balón y el andaluz le corresponde desmarcándose para darle opción de pase, lo que ve magníficamente el asturiano para devolverle rápidamente la pelota. Blanco pasa a César, que combina eléctricamente con Rodrigo en la frontal. El carioca le devuelve rápido el balón para que Gelabert lance un soberbio derechazo desde la frontal que se cuela en la portería gijonesa a pesar de la estirada de Joel. 3-1. En la jugada, el ejecutor del Comité muestra amarilla al propio César Gelabert por querer quitarle el balón, sin violencia ni menosprecio, al jugador local que lo retenía en las manos perdiendo tiempo.
El Castilla era todo esperanza e ilusión. Blanco, Franchu, Fidalgo y César realizaban un buen juego de creación ofensivo, sólo interrumpido a base de faltas por los locales, que se iban cargando poco a poco de tarjetas. Por si fuera poco, en el 57, una dura entrada por detrás sin opción de disputa de Mecerremes a Gelabert se saldó con la segunda amarilla del jugador gijonés.
Lo tenía todo a favor el Castilla. Pero sólo dos minutos después, el agente del CTA, que desde la expulsión se rumiaba cómo iba a sentar una remontada madridista en su organización, decidió inventarse a la primera oportunidad que tuvo un penalti en contra de los visitantes y, de esta forma, no correr riesgos innecesarios en su carrera. Bertín lanzó y Belman detuvo, pero su despeje fue a parar a una zona irregular del campo frente a la línea de meta sobre la que el balón botó para volver a Bertín, que anotó a placer, completando una actuación inolvidable. 4-1. Hemos omitido, para no aburrir más al lector, que en la jugada del penalti Javi Hernández y Fran volvieron a ser un coro de voces blancas, semblanza de castrati, que ponían el contrapunto ideal al recital matutino del delantero cuyo nombre recuerda al famoso artista jerezano.
El Castilla se hundió y el partido entró en un quiero y no puedo del filial blanco, con la moral hecha añicos. Baeza entró por un agotado Marvin en el 64’, sin que la dinámica cambiara prácticamente hasta los últimos minutos de encuentro, a pesar de jugar contra diez. El Sporting permanecía muy bien armado atrás, marcando con mucha disciplina y realizando un gran esfuerzo, todo ello aderezado del mucho oficio que demostraban con sus faltas tácticas en cuanto se veían desbordados. Sólo en el 75’, Joel volvió a abortar la esperanza de remontada con un nuevo paradón a otro impresionante disparo de Gelabert.
Tiró el Castilla de orgullo en los últimos minutos. Joel y el verdugo del CTA intercambiaron papeles como encargados de frustrar las pocas opciones visitantes. En el 88’, una excelente combinación Gelabert, Blanco y de nuevo Gelabert a la salida de un córner, termina con un centro pasado medidísimo al segundo palo donde Baeza remata a gol, pero el línea se inventa un fuera de juego inexistente por varios metros y rivales.
Ya en el 92’, Fran pone un gran pase desde la izquierda. Joel, en su único fallo de la mañana, sale por uvas y Baeza remata a gol para cerrar el marcador. 4-2.
Es difícil sacar conclusiones del partido de hoy. La más dramática, es que este equipo tal vez sea demasiado joven aún para competir por el ascenso, y necesite de un año más de adaptación y aprendizaje.
La segunda, sin duda, es que con esta defensa no vamos a ninguna parte. Es seguro que algunos jugadores, sin ir más lejos los desacertadísimos Fran y Javi Hernández en el día de hoy, tienen mucho margen de mejora, pero tienen que espabilar y muy rápido. Y no sólo deben de ser ellos, sino el propio Raúl González, los que pongan toda la carne en el asador para que esta línea no continúe arruinando todo el esfuerzo colectivo y las opciones a competir el play-off. Tiempo y temporada quedan, pero está por ver si seremos capaces de aprovecharnos.
Como conclusiones positivas, señalar el excelente nivel mostrado por Franchu Feuillassier y César Gelabert. Ambos tienen mucha clase y pueden aportar, a medida que mejoren su condición física, muchísimas alternativas a este equipo.
RESULTADO FINAL
SPORTING DE GIJÓN B 4 – REAL MADRID CASTILLA 2
GOLES
1-0 (min. 15): Bertín.
2-0 (min. 19): Iván.
3-0 (min. 36): Bertín.
3-1 (min. 53): César.
4-1 (min. 61): Bertín.
4-2 (min. 93): Baeza.
ALINEACIONES
Sporting de Gijón B: Joel, Bogdan, Alberto, Pelayo, Pablo, José, Garci (Isma, 60’), Iván (Morilla, 55’), Bertín (Pablo, 82), Javi Mecerreyes y César.
Real Madrid Castilla: Belman, López, Fran García, Feuillassier, Fidalgo, Javi Hernández, Blanco, Gila, Marvin (Miguel Baeza, 65’), Pedro (Rodrigo, 51’) y Jordi (César, 51’).