Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (87-67) al FC Barcelona, en el primer partido del play off final de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Dejó escrito Sun Tzu que la defensa impide la derrota. Aplicó la máxima el Madrid a rajatabla en la noche de hoy. Dejar al FC Barcelona en únicamente 67 puntos lo certifica. Desde el pitido inicial, se aplicaron a ello los jugadores de Laso de manera feroz, moviendo brazos y piernas a toda velocidad, tapando líneas de pase y entrando sin rubor alguno al cuerpo a cuerpo, al uno contra uno. Hablaba Facundo Campazzo al final de solidaridad. Hoy más que nunca, ha vuelto a quedar demostrado que el baloncesto es un juego de equipo, grupal, en el que si logramos esa vieja máxima que dice que si todos somos uno la victoria caerá de nuestro lado.
Comenzó el Madrid eléctrico, con un triple más adicional de Randolph. Campazzo, gigante una noche más, anotó los cinco siguientes puntos, para establecer la primera barrera de seguridad de la noche: 9-0 a siete minutos del final del primer cuarto. Andaba errático el FC Barcelona en ataque, y eso que un 2-8 maquilló un tanto el resultado. Fallaban sus lanzamientos los azulgranas, que vivían del rebote ofensivo.
Imagen: realmadrid.com
Hubo un primer conato de enfrentamiento en la noche de hoy, protagonizado por Hanga y Ayón. La decisión favoreció a los visitantes. Optaron los árbitros, Peruga, Calatrava y Castillo, por un perfil bajo, aguantando las protestas de tirios y troyanos. El que más alzó la voz fue Pesic, en una protesta airada que debió costarle una técnica. Se quedó sin señalizar. Tampoco lo fueron dos antideportivas (según señala el reglamento) de los jugadores blaugranas. Hoy no tocaba. Veremos si el criterio visto esta noche se mantiene en los siguientes días, o varía con rumbo contrario al Madrid, como suele ser habitual de un tiempo a esta parte.
El caso es que llegamos al minuto 10 con un marcador de 22-17, con los mejores minutos de Llull sobre la cancha, nueve puntos y dirección clara del juego de ataque. El Barcelona no tenía juego exterior.
El segundo cuarto comenzó con la misma tónica. El Barcelona lograba su séptimo rebote ofensivo. Causeur apareció en el partido, sustituyendo a Rudy. El francés, en su partido 200 en la ACB, puso sobre el parqué sus mejores fundamentos, redondeando un gran partido. Rudy estaba gigantesco en defensa, al igual que Randolph, muy motivado, aunque su acierto en el tiro había comenzado a disminuir. Nos marchábamos 13 arriba (36-23), cuando Rudy cometió su tercera falta personal. Ayón superaba en defensa a Tomic. La ventaja crecía (41-25, minuto 17). Entonces llegaron tres malos ataques y el décimo rebote ofensivo rival. Campazzo no estaba dispuesto a consentir que la ventaja se achicase. Dos triples consecutivos del siete blanco dejaban el marcador en 47-32 al descanso (25-15 en este tramo).
Imagen: realmadrid.com
Nos íbamos al intermedio con un 64% en tiros de dos, y un 50% en tiros de tres. Perdíamos en rebotes (13-17). Carroll había estado desacertado en los únicos cinco minutos que ha estado en pista, y tampoco ha sido el mejor día de Tompkins. Decía Laso a la vuelta de vestuarios que necesitábamos rebotear.
El tercer cuarto fue el único que se llevó el FC Barcelona (16-20). Singleton encontró buenas situaciones de tiro, ante un Randolph que se despistó en varias acciones defensivas. Heurtel cometió antideportiva sobre Rudy. La señaló Castillo. Peruga se fue al instant replay, y señaló falta únicamente. Se mantenían las distancias en el marcador. El Madrid perdía eficacia en ataque, pero mantenía un nivel defensivo encomiable. El Barcelona pretendía ralentizar el juego, pero la ventaja seguía en el marcador (62-47, minuto 28). En el treinta, 63-52.
El último acto lo comenzó el Madrid como un cohete. Parcial de 8-0 en un visto y no visto. Taylor emergía para hacer un cuarto sensacional, defendiendo con el cuchillo entre los dientes y anotando un par de triples (uno al principio y otro al final) de mucho mérito, de los de los momentos calientes, de esos que señalan a los jugadores grandes. Hubo otra antideportiva de Singleton a Llull, que tampoco se pitó. Causeur seguía por sus fueros de gran acierto. Parcial de 11-0, 74-54, a 6,46 del final.
Imagen: realmadrid.com
Los rebotes ofensivos seguían siendo nuestra cruz. Balance de 7 a 13 mediado el cuarto. Un parcial de 0-9 puso algo de emoción a los minutos finales. Se estrechó el marcador (76-63), con un Llull a los mandos que volvió a cometer errores en ataque por precipitación, como si la prisa no fuese del equipo que perdía. Regresó el Facu a la cancha, y nos mantuvo en el marcador a base de anotar los tiros libres de que dispuso. Rudy no bajaba el pistón en defensa, sabiendo mantenerse en cancha sin cometer faltas.
Cerró el tanteador Deck, con un triple de los suyos, sin levantar los pies del suelo. Llegábamos al final con 87-67. Destacaron por los nuestros Campazzo (24 de valoración), Tavares (14), Taylor (13), Rudy y Ayón (12), Llull (11), Causeur (9). El único lunar, sin duda, los rebotes, que perdimos (29-36, permitiendo 14 ofensivos al Barcelona, algo que no puede volver a suceder).
Primer partido ganado, algo siempre muy importante, a veces hasta decisivo. El lunes, a la misma hora y en el mismo escenario, segundo asalto.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.
Fuente: elcarrildel2: tirando a dar