CRÓNICA | Vía crucis: CD Leganés 1 – 1 Real Madrid

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Podríamos haber dejado esta página en blanco, y probablemente explicaría a la perfección el partido que hizo esta noche en Leganés el Real Madrid. Pero entre que al boss no le iba a gustar mucho la idea, y que probablemente cometeríamos un acto de injusticia con alguno de los jugadores que hizo acto de presencia, contaremos algunas cosas. Por ejemplo, que Zidane sacó a Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Casemiro, Valverde, Modric, Isco, Asensio; y Benzema.

El partido empezó con una presión muy intensa del equipo pepinero, y el Madrid la fue domesticando mediante toques horizontales. Muchos toques horizontales. Demasiados, quizá, aunque sirvió para su cometido, y a los diez minutos el equipo blanco ya dominaba el juego. Eso sí, lo dominaba hasta la zona de tres cuartos. Allí tenía montada el Leganés una auténtica barricada humana, con una primera línea de tres centrocampistas trabajadores y disciplinados, a los que les guardaba la espalda otra línea de cinco defensas con poquitas ganas de llevarse sustos. Así que el Madrid llegaba al borde del área, circulaba el balón de un lado a otro, y no llegaba mucho más allá.

Aunque, para contarlo todo, es cierto que Marco Asensio tuvo una oportunidad en el minuto 7, tras un pase de Isco, que malogró por querer rematar con el interior del pie un balón que pedía un trallazo inmisericorde. El balón, manso, fue detenido por Cuéllar. Otro remate de Modric y una falta que Isco lanzó alta fueron las únicas oportunidades del equipo que hoy vestía de rojo. Palabra. Ni una más. Mientras tanto, el Leganés buscaba patentar una jugada: ataque por el lado de Marcelo, corte del Madrid y saque de banda. Bustinza ponía un medio corner al sacar con los brazos, entraba la defensa del Madrid en pánico, y pasaba cualquier cosa. Hasta casi el final de la primera parte, en esas jugadas, alguien del centro del campo del Madrid conseguía poner algo de calma y sacar el balón.

Pero, en el minuto 45, la última de estas jugadas acabó con Braithwaite peleando el balón de espaldas a la portería con Carvajal. Braithwaite vio a Jonathan Silva esperando en la frontal, sin marcas ni presiones, limándose las uñas, y le dejó el balón de cara. Mientras Carvajal se daba la vuelta en vez de tratar de ir a taponar el remate metiendo la pierna y Asensio miraba con mucha atención, sin mover una pestaña ni perder detalle (la marca era suya), el carrilero del equipo pepinero colocó el balón con facilidad en el espacio que le dejaban disponible, cerca del palo derecho de la portería de Navas, que se estiró, pero tarde, tapado como estaba por los suyos y los otros. Con lo que llegó el descanso con 1-0 y una sensación tremenda de impotencia ofensiva por parte del Madrid, además de los ataques de pánico atrás. Y un aburrimiento plomizo.

El inicio de la segunda parte hizo concebir esperanzas. El Madrid salió con más ganas de hacer efectivo el dominio en el área rival, y se notó. En el minuto 51, Modric recibió un balón de Casemiro, hizo un control con giro que le dejó de frente a la portería y vio la entrada de Benzema, al que puso el balón en profundidad. El galo remató, Cuéllar rechazó hacia su izquierda, y fue el propio Benzema el que cazó el rechace y lo cruzó a la red, estableciendo el 1-1.

Probablemente, los dos protagonistas de esta jugada fueran de los pocos que pusieron algo de espíritu en el ataque blanco. Modric desplegó su mapa por todo el campo y llegó a cada esquina, en un alarde de esfuerzo notable. De Benzema basta con decir que lleva jugando desde enero con un dedo roto, que desde que tomó Zidane las riendas lleva 5 goles en 5 partidos, y que despidió a Solari con un doblete en Valladolid, en el partido anterior. Y que, desafortunadamente, todo ese caudal de esfuerzo y talento que tanto el príncipe croata como el felino francés despliegan, no es suficiente. Tampoco desentonaron especialmente Valverde, con una salida y zancada poderosas, siempre llegando a tiempo a donde hiciera falta ayudar en defensa u ofrecer un pase en ataque, y Casemiro con sus tijeras de podar, yendo a cada balón dividido dispuesto a hacerse con el botín. Ambos ofrecieron cierto equilibrio defensivo, para variar, pero no aportaron nada especial en ataque.

El partido de Isco, como todos los que lleva jugados desde que ha aparecido en la alineación titular, fue como ese globo que le dan al niño en el restaurante, y va perdiendo gas poco a poco. Empieza los partidos razonablemente bien, pero llegado el minuto 60, la mitad de la población geriátrica española correría más que él. Por estado físico y por ganas. Asensio, aparte de su visión privilegiada (y pasiva) del gol rival, tuvo un par de oportunidades para confirmar que es un gran jugador, pero en ambas remató flojo, a las manos del portero. Por lo demás, jugó por la derecha, para felicidad de los defensores de esta idea. Que, sospecho, es más útil contra defensas de cuatro y equipos menos cerrados que el de esta noche. Porque en la noche de hoy fue tan efectiva como una escopeta de feria.

El segundo tiempo trajo un primer cuarto de hora dominado por el Madrid, luego diez minutos en que el Leganés se estiró, y después, con los cambios, algunas jugadas más rápidas que efectivas. En el Madrid, la entrada de Lucas y Bale, por Asensio e Isco, dio algo más de dinamismo al ataque. Por el Leganés, la entrada de En-Nesyri y El Zhar trajo más quebraderos de cabeza a la zaga madridista, incluyendo un gol anulado por fuera de juego en el minuto 82. Del Madrid, lo más destacable de la parte final del partido, fue una jugada de derecha a izquierda en que se encontraron los viejos compañeros de colegio… Bale se la pasó a Lucas, que con un medio taconazo se la hizo llegar a Benzema y el francés, con otra genialidad, se la dejó de tacón a Marcelo, que remató muy duro, pero contra el portero. Y así, el partido acabó 1-1 con un Madrid queriendo llegar arriba pero con menos convicción que fuerza, daba la sensación. Si lo que queda, hasta final de temporada, va a ser así… esperaremos fervientemente la jornada 38. Si el interés que tiene es el casting que Zidane esté haciendo, como decía @luismanper en la previa del partido, algunos están acumulando muchas posibilidades de salir en junio. Y por (de)méritos propios.


Imagenes: realmadrid.com