Una previa de: @jmcanasv
Real Madrid y Baskonia inician una final que no se veía desde hace trece temporadas.
Madrid, 12 de Junio de 2018 José María Cañas, losojosdeltigre.com
Llegó la hora. Tras la consecución de La Décima esta temporada 2017/2018 pasó a la historia del Madrid, pero un equipo de leyenda como del que estamos disfrutando actualmente no se conforma con la Euroliga y el equipo blanco intentará añadir también la 34ª Liga madridista, consiguiendo, de esta forma, su particular doblete durante las próximas semanas.
Sin embargo, lograrlo no va a ser nada fácil. Tras ocho años sin acudir a una final, enfrente va a estar nada menos que el Baskonia, sin duda, el mejor equipo (tras los blancos) de la competición. Con uno de los juegos interiores más potentes de Europa formado por hombres del potencial de Shengeila, Poirier o Diop y unos tiradores de la excelencia de Beaubois, Janning, Huertas, Vildoza o Granger, los de Pedro Martínez no son ni mucho menos un corderito.
Así pues, si alguien piensa que esta final la puede resolver el Madrid por la vía rápida (tal y como ha hecho con las dos series anteriores) está muy equivocado. Se preve una serie larga y muy competida, aunque dificilmente del nivel de la última (y única vez que se han enfrentado ambos equipos en un Playoff final, concretamente la del 2004-2005 que se resolvió con el legendario triple de Herreros y el tapón de Fotsis a Calderón.
Sin embargo, si los baskonistas tienen sus razones para clamar venganza como esa final (o la eliminación en semifinales de la 2011-2012), para los blancos no hay menos. No en vano, Pedro Martínez era el entrenador del Valencia que el año pasado en la misma situación que hoy Baskonia lograba dar la sorpresa y llevarse la Liga ante el Madrid y una de las derrota más contundentes de esta temporada la sufrieron los blancos precisamente en Vitoria en la primera vuelta de la fase regular de la Euroliga (105-75).
Pero más allá de lo que ocurriera en la historia, lo que queda claro es que con dos equipos tan igualado que el Madrid logre conservar el factor cancha parece crucial y para eso el equipo blanco debe contar con toda su afición empujando desde el primer segundo. La final también se juega en la grada y el Wizink Center debe ser, más que nunca, el sexto hombre.