OPINIÓN | Espartano Reyes

Un articulo de: @AngeluisAlba

No he encontrado una mejor definición del capitán del Real Madrid de baloncesto Felipe Reyes que la que escribió la estimada tuitera de “TODO RM BALONCESTO” que casi literalmente dijo después de la exhibición en el segundo partido de play offs de Euroliga: “Hay un surco extraño en el parqué del OAKA hecho por Felipe Reyes con sus santos cojones”. Más allá de esta definición malsonante, que para mí es música celestial, define con exactitud quien este jugador que se está convirtiendo en mito.

Felipe Reyes que en su primera etapa en el Real Madrid no ganó casi nada y que pese a venir del eterno rival baloncestístico como es el Club Estudiantes de Baloncesto se ha ganado por derecho propio figurar en Olimpo del mejor quinteto histórico del Real Madrid, quizás haya aficionados que no estén de acuerdo con esta afirmación, pero este gladiador del baloncesto ha hecho méritos más que suficientes para ello y para tener el respeto de todo el baloncesto FIBA.

Si algo caracteriza al pívot cordobés es su afán de superación a través del trabajo, cuando fue fichado por el Real Madrid hace catorce años era un jugador mucho más limitado que en la actualidad, año tras año se fue superando y aprendiendo en todas las facetas del juego, era un jugador con una gran intuición para el rebote a pesar de medir poco más de dos metros y sobre todo le caracterizaba un “ardor guerrero” que lo distinguía como un jugador luchador sin igual, supongo que vieron en él diamante a pulir y efectivamente eso ocurrió, ha ido destacando año a año en facetas del juego en las que no sobresalía para convertirse en un jugador completo, pulió el tiro libre en el que tenía su talón de Aquiles hasta acercarse a un porcentaje casi del 80%, ha conseguido tener un tiro a media distancia muy efectivo e incluso en el triple sus porcentajes no son bajos, Felipe siempre destacó desde el esfuerzo y el tesón.

Lo del otro día en el campo del Panathinaikos ha sido la última lección magistral de este jugador de 38 años, un torero que es capaz de anotar 18 puntos en el partido más caliente del año, superando a unos jugadores griegos mucho más físicos pero a los que supera en entrega, fe e inteligencia. Felipe hizo todo prácticamente bien, reboteó como un coloso, encestó desde larga y corta distancia, no es poseedor de varios records absolutos en la Liga ACB y Euroliga por jugar muchos años, sino por jugar y muy bien, y hay una cosa en la que siempre destaca y es en dar la cara.

Nuestro capitán destaca además de por su valía deportiva por una faceta que quizás sea aún más importante y es en la de ser un líder dentro y fuera del vestuario, no hay nadie que hable mal de él, muy al contrario siempre elogiado por compañeros tanto del Club como de la Selección Española, jugador generoso que está siempre atento a crear buen ambiente en el vestuario y una persona valorada por todo el baloncesto español, por eso, se ha ganado nuestro corazón para siempre, por entrega, baloncesto y saber estar, gracias capitán.