Una crónica de: @luismanper
Tras varias jornadas consecutivas sin ganar debido a la alarmante sequía goleadora de la que adolece el Castilla en los últimos partidos, los puestos de descenso a Tercera se acercaban peligrosamente por lo que al filial le urgía volver a ganar por lo civil o por lo criminal, y el partido de hoy ante el colista Cerceda se presentaba como la ocasión perfecta para reencontrar sensaciones y volver a la senda de la victoria, afortunadamente el Castilla no desaprovechó la ocasión de alejarse de la quema y se volvió a instalar en mitad de la tabla, contando ya las jornadas para que se acabe la temporada y poder empezar un nuevo proyecto que devuelva al Castilla a los puestos que se merece.
Solari tenía hoy las importantes bajas de Belman y Óscar Rodríguez por acumulación de amonestaciones, por lo que el exjugador argentino formó un once compuesto por Luca Zidane en portería, Álvaro Tejero y Reguilón en los laterales con Javi Sánchez y José León como centrales, con Jaume Grau de mediocentro defensivo acompañado por Seoane como todocampista, Álvaro Fidalgo en la mediapunta en lugar de Óscar flanqueado por las bandas por Quezada y Franchu siendo Cristo el falso delantero centro, ante la larga baja que le espera a Dani Gómez, de quien se duda que vuelva a jugar en lo que resta de temporada.
Salió el Castilla volcado sobre la portería del Cerceda, quien asumió su inferioridad encerrando a 10 jugadores en su campo con una única referencia ofensiva con la esperanza de que caze algún balón que cree peligro, pero las ocasiones del Castilla no se hicieron esperar abriendo fuego Álvaro Tejero con un potente disparo desde dentro del área que entraba a gol cuando un defensa visitante lo interceptó y salió rozando el palo, luego sería Fidalgo quien intentó marcar mediante una chilena imposible viendo que el balón se le quedó atrás.
Pero sería Cristo quien iba a abrir el marcador, aprovechando un magnífico eslalon por la banda de Franchu que le dejó el balón en el área y el canario sin apenas espacio se sacó un potente disparo (que recordó al que marcó Ronaldinho en su día al Chelsea), para poner el 1-0 en el marcador, el cual amplió Quezada al poco de comenzar el segundo tiempo con un disparo desde la frontal del área que se convirtió en el 2-0, y a los pocos minutos fue Franchu quien se sacó un sensacional trallazo desde fuera del área que entró por toda la escuadra poniendo el 3-0 en el marcador para cerrar el partido… O eso creíamos porque en ese momento llegó el show lamentable de Luca Zidane.
El portero francés primero se tragó obscenamente un disparo lejano del Cerceda, que se le escapó de las manos inexplicablemente para acabar colándose en su portería y colocar el 3-1, pero lo peor estaba por llegar y tras marcar Franchu su segundo gol en el que desbordó a varios defensas para acabar superando al portero visitante y poner el 4-1, quedó un balón dividido en un lateral de la línea del área y el tercer portero del primer equipo salió sin pensárselo con el pie a por el balón, se adelantó al delantero y en vez de despejar el esférico siguió conduciéndolo, hasta que el delantero que antes había superado le rebañó el balón y tiró a portería sin contemplaciones sabiendo que estaba vacía, por lo que el cerró el marcador en el definitivo 4-2, a pesar de que quedaba más de media hora de partido, el cual Solari intentó agitar dando entrada a Arturo Molina en lugar de Seoane, a Campuzano por Cristo y finalmente sacó al prometedor juvenil César Gelabert para retirar a Franchu, quien ha completado su mejor partido de la temporada con el Castilla. El partido acabó con poco misterio, aunque un Campuzano muy incisivo pudo hacer algún gol más para completar la manita.
Por todo ello, el Castilla ha vuelto a ganar y parece alejarse definitivamente de la quema del descenso a Tercera salvo hecatombe, la cuál tampoco habrá que destacar vista la irregularidad que ha caracterizado al Castilla esta temporada que en la jornada 33 le lleva a estar décimo con 11 victorias, 11 empates y 11 derrotas. Sólo queda esperar que esta nefasta temporada termine lo antes posible y se inicie la reconstrucción de un Castilla que por historia no merece llegar a las últimas jornadas sin objetivos por los que luchar, como ha sucedido en esta temporada.