Una crónica de: @luismanper
El Castilla ha vuelto a ser derrotado en el día de hoy y ya empieza a acercarse peligrosamente a los puestos de descenso a Tercera División, en una temporada decepcionante en la que la única buena noticia llegará cuando ésta se acabe. El Castilla no ha mejorado ninguno de los malos síntomas que ha acusado durante todo el año, como es la falta de una idea clara de juego y la alarmante falta de gol, que le lleva a que partidos como el de hoy en los que es muy superior al rival, acaba perdiéndolos porque no es capaz de convertir ninguna de las numerosas oportunidades de las que dispuso.
En el partido de hoy ante un Celta B que llevaba sin ganar fuera de casa de noviembre, Solari apostó por un once formado por Belman en portería (el portero alicantino volvía a la titularidad debido a la convocatoria de Luca Zidane con las categorías inferiores de Francia), Tejero y Reguilón en los laterales con José León y Javi Sánchez de centrales lo que relegó al banquillo al central más prometedor de la cantera como es Manu Hernando, por su parte Jaume Grau fue el mediocentro defensivo, acompañado por Fidalgo como todocampista, con Franchu y Quezada por las bandas y Cristo como falso nueve, pues parece que Dani Gómez tiene difícil volver a jugar en lo que resta de temporada.
El Castilla empezó dominando el encuentro y tuvo la primera ocasión por medio de un disparo lejano de Óscar, pero la primera ocasión clara la tuvo el Celta cuando un jugador gallego controló el balón en la frontal del área, regateó a 2 defensas castillistas y su disparo salió rozando el poste de Belman. Esos primeros minutos fueron el reflejo de todo el partido, el Castilla dominaba sin hacer daño y el Celta B causaba estragos sin dominar, como se iba a demostrar minutos después cuando un gran centro de Reguilón fue rematado de cabeza por Fidalgo, cuyo testarazo se fue rozando el larguero, mientras que en la jugada siguiente un contragolpe en el que pillaron la espalda a Tejero acabó con el delantero del Celta B regateando a Belman para poner el 0-1 en el marcador.
El Castilla intentó reaccionar al golpe del gol en contra, y a punto estuvo de conseguir el empate por medio de Cristo quien aprovechó un robo de balón en tres cuartos de campo para plantarse en la frontal del área y estrellar el balón en el poste cuando ya se cantaba el gol en el Di Stéfano, el rechace cayó a los pies de Óscar que también la envió fuera. Siguió dominando el Castilla pero no era capaz de crear peligro claro, a pesar de las constantes internadas de Reguilón que corría incansable su banda para llegar a la línea de fondo y poner centros peligrosos que ningún atacante castillista acertaba a rematar, por lo que tuvo que ser el lateral derecho Tejero quien pusiera en verdaderos aprietos al portero vigués, con un peligroso disparo desde fuera del área que obligó al meta visitante a hacer un paradón espléndido para evitar llegar al descanso con empate en el marcador.
Pero a la vuelta del descanso el guión no cambió y el Castilla siguió dominando la posesión pero le costaba horrores crear peligro mientras que el Celta B esperaba pacientemente cazar algún contraataque para sentenciar el partido, Solari intentó agitar al avispero dando entrada a Seoane en lugar de Fidalgo y a Campuzano en lugar de Cristo pero sólo Óscar mediante disparos lejanos metía miedo al Celta B, de hecho la segunda que tiró la atrapó con gran maestría el portero visitante Sotres. Pero también el Celta B, creaba peligro de vez en cuando en el área de Belman, especialmente con un potente disparo desde la frontal del área que obligó al portero alicantino a hacer su gran parada de cada partido para evitar que el partido quedara sentenciado a falta de 20 minutos por jugar.
Mientras tanto, el Castilla buscaba el empate con más corazón que cabeza y nadie ejemplifica mejor esa virtud que Reguilón, quien estuvo a punto de empatar de cabeza jugándose el tipo para rematar como un auténtico delantero centro. Pero al lateral se le acabó la gasolina y vio una amarilla que le impedirá jugar la semana que viene y Solari lo sustituyó por Arturo Molina, para poner al ex del Levante en una banda y retrasar a Quezada al lateral izquierdo, pero nada de eso alteró el guión del partido y las constantes pérdidas de tiempo del Celta B durmieron el partido en lo que acabó siendo la enésima demostración de impotencia del Castilla esta temporada.
Como decía en la introducción de la crónica, lo mejor que le podría pasar al Castilla esta temporada es que se acabara hoy mismo, de manera que no hubiera males mayores y se pueda reconstruir el equipo de principio a fin, empezando por apostar por un entrenador verdaderamente capaz de sacar lo mejor de estos chavales que en el Castilla actual parecen agarrotados y ansiosos, y efectuar una remodelación a fondo de plantilla prescindiendo de jugadores que hace mucho que se les pasó el arroz en el filial, como es el caso de José León. Mientras se lleva a cabo esa reestructuración tan necesaria del Castilla, solo queda esperar que la temporada acabe sin mayores sobresaltos, y para eso es muy urgente que el Castilla vuelva a ganar, pues ya lleva 4 jornadas sin conocer la victoria… y como siga jugando con fuego, se va a quemar.