Una crónica de: @luismanper
Tras la victoria de la pasada jornada ante el Pontevedra, los jugadores castillistas albergaban una mínima esperanza de encadenar varias victorias consecutivas para reengancharse a la pelea por acceder a los puestos de play-off, pero esas escasas opciones que le quedaban al Castilla hoy se las ha arrebatado la Gimnástica Segoviana de un plumazo en un partido muy condicionado por el deficiente terreno de juego, que a causa de las lluvias caídas en Segovia en los últimos días era un completo barrizal por el que apenas circulaba el balón, y cuando lo hacía era con pequeños botecitos por los que el esférico parecía un conejo.
Solari contaba con las bajas por lesión de Javi Sánchez y Cristo, por lo que repitió el once de la pasada jornada compuesto por Luca Zidane en portería, Álex Martín en el lateral derecho quien ha sido la única novedad hoy ocupando el puesto habitual de Tejero mientras que Reguilón ocupó el lateral izquierdo, siendo Manu Hernando y José León los centrales, Jaume fue el mediocentro defensivo flanqueado por Seoane como todocampista, Óscar como mediapunta, Mancebo y Quezada por los extremos y Dani Gómez como único delantero.
En un terreno de juego tan inestable como el de hoy, estaba claro que quien diera el primer golpe tendría mucho ganado, y el juego lo manejó mucho mejor la Gimnástica Segoviana quien en los primeros minutos de partido aprovechó una falta lateral para rematar con un potente cabezazo que paró Luca con una mano prodigiosa, pero que no pudo hacer nada para evitar que un jugador local empujara el rechace a gol para poner el 1-0 en el marcador. Con todo el partido por delante, el Castilla intentó hacerse con el control del balón pero no lo consiguió y solo Seoane creó peligro en la primera mitad mediante un disparo lejano, que le botó delante al portero de la Segoviana, quien se quitó el balón de encima como buenamente pudo.
En la segunda mitad, el Castilla salió más decidido a buscar el empate y a ello contribuyó el cambio por lesión muscular de Reguilón, a quien Solari sustituyó por Franchu retrasando a Quezada al lateral izquierdo, precisamente el propio Quezada era el jugador castillista que más peligro creaba mediante peligrosos disparos lejanos que el portero atrapaba con dificultades, pero la oportunidad más clara del partido la tuvo Dani Gómez, quien aprovechó un pase en profundidad de Óscar para plantarse en uno contra uno, regatear al portero rival y rematar a gol pero su disparo fue interceptado por un defensa para evitar el empate.
Solari intentó crear aún más peligro dando entrada a un delantero como Campuzano por un mediocentro defensivo como Jaume y a Arturo Molina en lugar de Mancebo, pero el entrenador argentino pagó cara su osadía porque un delantero local estuvo a punto de marcar el gol del año desde el mediocampo, pero el Castilla seguía intentando empatar y a punto estuvo de conseguirlo Manu Hernando rematando un córner de manera sutil con el exterior del pie, pero iba a ser la Gimnástica Segoviana quien sentenciara el partido en el descuento cuando aprovechó un balón muerto en el área de Luca para clavar un disparo peligrosísimo que escupió el travesaño, pero en el siguiente rechace al atacante segoviano le dejaron centrar cómodamente al corazón del área estando dos jugadores locales completamente sólos que no desaprovecharon la ocasión de poner el 2-0 en el marcador y cerrar definitivamente el encuentro.
En definitiva, el Castilla en el día de hoy ha vuelto a las andadas de una temporada decepcionante en la que la única aspiración que le queda es no pasar apuros para continuar otra temporada en Segunda B, porque es incapaz de encadenar varias victorias consecutivas que le permitan luchar por el acceso a los play-off que su categoría de filial del Real Madrid le exige, sólo queda ya esperar que el Castilla se salve cuanto antes y que para el año que viene se configure un proyecto con un entrenador capaz de sacar lo mejor de sí a jugadores que realmente demuestren que tienen calidad suficiente para jugar en el filial de todo un Real Madrid, y nada de eso se está viendo en una temporada en la que el Castilla juega sin pena ni gloria y en la que solo cabe desear que se acabe cuanto antes.