Una crónica de: @luismanper
La victoria de la pasada jornada en casa ante el Coruxo dejó al Castilla a solo 4 puntos de los play-off, por lo que la visita de hoy a un equipo que va por detrás del Castilla en la clasificación como es la Ponferradina se presentaba como la oportunidad perfecta para seguir acercándose a la zona alta de la tabla, sin embargo la poca concentración defendiendo las jugadas a balón parado unido a la falta de efectividad, han causado la derrota del Castilla por lo que el equipo de Solari da un nuevo paso atrás en sus aspiraciones de entrar a play-off, quedándose hoy a 7 puntos del cuarto.
Esta semana hemos conocido la cesión de Toni Segura al Recreativo de Huelva, y no es de extrañar porque el hijo del exjugador Toni Robaina era un jugador infrautilizado por Solari, quien desde que el Castilla se recuperó de su lamentable inicio de temporada ha venido apostando por el mismo once titular salvo lesiones o sanciones puntuales, este once titular hoy ha estado formado por Belman en portería, Álvaro Tejero y Quezada en los laterales con Manu Hernando y Javi Sánchez de centrales, Jaume Grau como mediocentro defensivo, acompañado de Seoane como todocampista, Óscar de mediapunta, Franchu y Mancebo de extremos y con Cristo como falso nueve.
La primera mitad fue algo aburrida pues las ocasiones de gol brillaron por su ausencia, únicamente Cristo pudo marcar en los primeros minutos de partido si hubiera enganchado un balón que quedó muerto en el área pequeña de la Ponferradina, a partir de ahí el Castilla dominaba sin crear peligro más allá de una falta lejana de Óscar que se marchó fuera, mientras que la “Ponfe” intentaba buscar contraataques así como explotar posibles jugadas a balón parado, uno de esos balones en profundidad a la espalda de la defensa quedó dividido entre la carrera del atacante local Yuri y la salida de Belman, pero el portero castillista llegó tarde llevándose puesto al delantero, por lo que el árbitro pitó penalti y le enseñó la amarilla a Belman, que fue engañado en el lanzamiento del penalti por lo que el 1-0 subió al marcador.
Afortunadamente, el Castilla supo rehacerse y esta vez sí anotó Cristo cuando remató un fantástico centro de Tejero para superar al portero local que se había quedado a media salida, para de esa manera poner el 1-1 en el marcador, que se mantuvo al descanso porque Belman paró con el pie un potente disparo de la “Ponfe” que casi se cuela. Pero si en la primera parte apenas había habido ocasiones de gol, en la segunda ambos equipos se desataron, especialmente el Castilla quien dispuso de una chilena de Cristo que hubiera sido el gol del año si llega a ir dentro, también la Ponferradina tenía sus ocasiones como otro contragolpe que repelió Belman, sin embargo su gol iba a llegar de la manera más insólita cuando el equipo local sacó un córner muy cerrado, el balón botó en el área pequeña e inexplicablemente y sin que nadie lo evitara, se fue para dentro colocando el 2-1 en el marcador, a pesar de que el Castilla había sido mejor hasta ese momento.
El Castilla no se vino abajo a pesar de la injusticia del marcador y una jugada maradoniana de Franchu, en la que regateó a todo el que salía a su paso, acabó en un pase a Mancebo quien en la frontal del área, controló el balón y lo colocó lejos del alcance del portero local para colocar el 2-2 en el marcador. Ese parecía el momento idóneo para revolucionar el partido dando entrada a los dos delanteros que Solari había dejado en el banquillo hoy, caso de Campuzano y Dani Gómez, pero el preparador argentino no lo consideró necesario y cuando los quiso sacar ya era demasiado tarde, porque después de un mano a mano que falló Seoane cuando se plantó solo ante el portero local, otro balón aéreo esta vez en forma de falta lateral, acabó con un barullo en el área del Castilla que fue aprovechado por un jugador de la Ponferradina para fusilar a Belman ante la pasividad de la defensa castillista y así colocar el 3-2 en el marcador.
Los chicos de Solari intentaron reaccionar ante la injusticia de un marcador desfavorable a pesar de que habían sido mejores que su rival, y a punto estuvo Quezada de empatar con un impresionante disparo desde su campo que obligó al portero local a dar lo mejor de sí para evitar el 3-3, tampoco Fidalgo (que minutos antes había entrado por Jaume) fue capaz de perforar la meta rival porque en una de las últimas jugadas del partido, estrelló su disparo en el larguero. Estaba claro que el fútbol iba a penalizar hoy al máximo las debilidades en el balón parado del Castilla, hasta el punto de caer derrotados en un partido en el que han sido superiores a su rival, pero en una categoría tan experimentada como la Segunda B los errores se acaban pagando al máximo como hoy le ha ocurrido al Castilla, esperemos que aprendan para el futuro que no se pueden regalar dos goles por desconcentraciones defensivas como las que hoy han alejado al Castilla a 7 puntos de puestos de play-off.