CRÓNICA | EL OJO AL BLANCO | Y a la decimocuarta cayó: Unicaja 80 – 75 Real Madrid

Una crónica de: @Javirodespiplanetacb

Se acabó la racha victoriosa, la derrota del Real Madrid por 80-75 ante un mejor Unicaja, le dejó con la miel en los labios de optar al segundo puesto de Euroliga y que así vimos en nuestro OjO Al Blanco.

El infierno verde a escena

Ni un solo hueco se vio en el Martín Carpena, el palacio malagueño vistió sus mejores galas para recibir a un equipo que se plantaba con nada menos que con trece victorias detrás de él y que había decidido dejar a Radoncic viendo el partido desde la grada y dejando su puesto a Santiago Yusta.

Triples + triples

Parecía que el Madrid salía dispuesto a resolver el partido con el triple inicial de Thompkins y buenas acciones defensivas pero nada más lejos de la realidad, tres triples consecutivos de los locales pusieron el 9-3 en el marcador en lo que parecía que ambos conjuntos solo eran capaces de ver más allá de 6.75. Afortunadamente para los blancos, Unicaja perdió tino anotador y ellos buscaron más interior con Walter Tavares para dejar un apañado 20-15 y que nos dejó este cross-over de Luka Doncic ante Carlos Suárez.

Un caos desde una sangría

El segundo cuarto del Real Madrid fue, sencillamente, un caos, para ello puso mucho de su parte Unicaja que tenía uno (o dos) puntos de intensidad por encima de los blancos, sobre todo en rebote ofensivo y que permitía segundas y hasta terceras opciones con un Jeff Brook que se mostraba letal y con la eterna lucha de Carlos Suárez que permitía a los malagueños irse al descanso 38-27 y con un Tavares que iba a tener pesadillas con Shermandini.

Remar sin llegar

Es innegable que si algo tiene el Madrid es que no se rinde, hoy lo volvió a demostrar en el tercer cuarto, encontrando sensaciones diferentes pero con demasiadas faltas en jugadores claves como Campazzo, Causeur y Tavares que obligaron a un cambio de planes, haciendo demasiado uso de un convaleciente Doncic que nos obsequió con un triplazo de los suyos. Sin embargo la película estaba escrita, el Real Madrid se acercaba pero Unicaja resistía cada uno de los embistes blancos y no permitía, ni una sola vez, que los blancos le adelantaran, para irnos al último cuarto con 57-52.

Hasta el final

No pudo ser para el Real Madrid y llegó la derrota en su decimocuarto encuentro, con una merecida victoria del Unicaja que supo aguantar los intentos blancos pero que no tuvieron premio por varias razones, el equipo de Laso no estuvo cómodo a la hora de correr y, sobre todo, demasiada sangría en rebote y que permitió a gente como Nedovic darle segundas opciones que, normalmente, no suelen fallar y que llevó el partido a derrota blanca por 80-75.

Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva a enfrentarnos al Gipuzkoa Basket este domingo y, mientras llega, recuerden no dejar de sonreír.