por Una crónica de: Nilo Campo Santos
Partido cómodo, diría incluso que comodísimo para el árbitro, con un equipo que salió a un entrenamiento con público, y otro, muy inferior, pero que salió buscando no salir goleado, pero vistas las facilidades que el rival le dio, busco algo más y algo más mereció.
Poco historial, desde el prisma arbitral, nos dejó el partido. Tan solo dos jugadas dudosas, y en las dos tomo el camino más cómodo, repartir los errores. En la primera, deja sin sancionar un penalti favorable al Real Madrid (ya comentaba en la previa que no le gusta mojarse en las áreas) y la segunda, concede el gol al conjunto local en una acción muy interpretativa.
En el orden disciplinario tampoco le exigieron los jugadores. Solamente tres tarjetas amarillas tuvo que mostrar. La primera tarjeta amarilla fue para Matheus por una dura entrada a Marcos Llorente en el minuto 58. Un minuto más tarde, el amonestado fue el local Oscar, por un leve agarrón a un rival. La tercera fue para el veterano Cata Diaz por soltarle dos patadas, por detrás, a Ceballos, sin venir a cuento. La amarilla incluso me parece poco castigo conociendo al Cata.
Estos fueron sus lunares más reseñables:
Min.14: Era córner claro, pero concedió saque de puerta al entender que no había tocado en el defensor.
Min. 27: El disparo de Franchu iba a gol, pero Juanma lo interceptó con la mano derecha y sin que le dé en el muslo. El penalti no deja lugar a dudas.
Min. 36: En la línea de medios local, Tejero corta el balón sin tocar al rival. Señaló falta.
Min. 69: Mayoral trata de pasar para Kovacic, pero da en el pie de un contrario y se eleva. El jugador visitante mete la cabeza y el balón se lo lleva de espuela Bale, que estaba en fuera de juego. El colegiado interpretó que no es un rechace y concedió el gol local. Pienso que acierta.
Min. 86: Hay una falta clara a Nacho en la frontal del área visitante que no señala. La posición era muy buena para los lanzadores locales.
Min. 88: El Fuenlabrada roba el balón con una clara falta. La patada al jugador madridista que tenía el esférico no deja lugar a dudas, incluso lo levanto en el aire, pero no la señala. De esa contra llegó el empate a dos definitivo.
