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El Madrid busca mantener el liderato en un Zalgirio Arena que nunca ha sido una visita cómoda para el equipo blanco.
Madrid, 25 de Octubre de 2016 José María Cañas, losojosdeltigre.com
El Real Madrid ha conseguido tres victorias de mérito ante grandes rivales en apenas una semana pero el baloncesto no para y el equipo blanco ya está en Kaunas para disputar el que va a ser su cuarto gran choque en los últimos siete días.
Tras vencer en casa con apenas dos interiores a CSKA, Unicaja y Milan el Madrid deberá mostrar esa misma fortaleza pero esta vez en uno de los pabellones de Europa que más de uñas reciben a los madridistas: el Zalgirio Arena.
Lejos de ser un pabellón habitualmente tan caliente como los turcos o los griegos, con cada visita blanca el feudo lituano se convierte en un hervidero desde aquella famosa polémica con Rudy Fernández y la agresión que sufrió el alero mallorquín por los gemelos Macius y que supuso la prohibición para ambos de volver al Zalgirio Arena de por vida (sanción que según dicen no están cumpliendo).
Pero el pabellón lituano no va a ser el principal obstáculo para los blancos. Enfrente va a estar un Zalgiris que ha empezado en un estado de forma inmejorable la competición. Tras ganar al Crvena Zvezda en casa y perder por solo 8 puntos a domicilio ante el Khimki, el Zalgiris dio el martes la gran sorpresa de la pasada jornada al llevarse el triunfo del Palau Blaugrana (75-81) con un excelente partido de Vasilije Micic (20 puntos y 8 asistencias) y Aaron White (13 puntos, 5 rebotes).
En definitiva, a los blancos les espera un choque muy complicado en el que se deberá enfrentar a un poderoso rival, a una grada enardecida y a sus pocas opciones interiores, hándicap que tan caro pudo costarle al Madrid en su choque ante el Olimpia Milan.