Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
Si el cansancio existe, el Real Madrid todavía no lo conoce tras la exhibición dada hoy en el Zalgirio Arena para ganar por 66-87 a un equipo que venía de vencer en cancha del FC. Barcelona.
Una religión
Aparte de que Zalgiris tenga un pabellón en el que cabe todo Kaunas, resulta espectacular cómo todo la gente lituana respira baloncesto por sus poros, no solo en una presentación espectacular, sino también por ese impresionante himno cantado a capella que hasta el propio Maciulis se unió al mismo.
Ayón, el titán del inicio
No sabemos si Zalgiris venía cansado de dar lo mejor de sí ante el Barcelona pero sus primeros cinco minutos fueron sencillamente deleznables, sin encontrar buenas posiciones de tiro y sin prácticamente defensa, dejaba al Madrid una completa libertad de movimiento en circulación de balón y en juego interior donde Ayón se convirtió en el principal estilete y que puso un 2-10 que presagiaba algo que no pasó después.
El tiempo muerto de Saras
No sabemos qué diría Jasikevicius, pero el cambio de todo el equipo local fue tremendo, la defensa subió varios enteros y el Real Madrid volvió a sentir que estaba en un partido de Euroliga, para peores sensaciones, tanto Kavaliauskas en el interior como Pangos en el exterior encontraban aro fácilmente y nos dejaban un marcador final de 16-18 en la primera mitad.
El raro segundo cuarto
Si hemos titulado así este párrafo, responde a que vimos tantas cosas en estos diez minutos que lo tenemos que catalogar como raro, en primer lugar porque las defensas fueron un auténtico espectáculo y no lo lo decimos porque los 1×1 fueran buenos, sino porque las rotaciones eran tan perfectas para marcar al hombre con balón que casi parecían de coreografía, después porque el empuje lituano le llevó a ponerse un punto por delante en lo que parecía una remontada y terminamos en que, a partir de ese mismo momento, el Real Madrid se mostró como una máquina perfecta liderada a partir de dos triples de Facundo Campazzo en dónde demostró su mejor nivel de juego para acabar mandando 31-40 al descanso.
Dos triples consecutivos de Campazzo para frenar la remontada de Zalgiris. #Eurofighters pic.twitter.com/Y8JnTZw0dq
— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) 26 de octubre de 2017
Hasta que Luka quiso
Todo lo que habíamos contado anteriormente valía para el comienzo del tercer cuarto pero claro, resulta que en un equipo se encontraba Luka Doncic que a mediados de este periodo decidió acabar con el encuentro y con nueve puntos consecutivos en entrada, con triple e inclusive posteando, puso una ventaja de veinte puntos que parecía casi decisiva, aunque ya saben cómo es esto, un poco de relax y permitió a Zalgiris irse solo trece puntos abajo 50-63.
Velocidad y acierto de 3. Doncic lleva una marcha más. #Eurofighters pic.twitter.com/tPY5Roc9mj
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¿Qué más vamos a contar?
No nos vamos a enrollar más de la cuenta, simplemente el último cuarto sirvió para demostrarnos que este Real Madrid, al día de hoy, es una máquina perfectamente engrasada y que a día de hoy parece indestructible (ya vendrá la época de vacas flacas) donde cada jugador aporta dentro de un rol claro y con dos bases de altísimo nivel como es Doncic y Campazzo, con una perfecta cohorte a su alrededor donde en cada momento destaca muchísima gente dando un paso adelante.
El pícaro Campazzo: la roba y la hunde. #Eurofighters pic.twitter.com/ltoHF0nfU2
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Terminamos, el Madrid destrozó completamente a Zalgiris y se llevó una clarísima victoria por 66-87, seguirá liderando la Euroliga y rápidamente cogerá un avión de vuelta a España para enfrentarse el Sábado a San Pablo Burgos, sigan disfrutando y sigan sonriendo.