El OjO Al Blanco del Fenerbahce 77 – 66 Real Madrid . La dura vida fuera de casa

Una cronica de: @javirodespi

Ya nos lo decían nuestros padres, lo que tienes en casa no lo vas a encontrar fuera y eso es justo lo que le ha pasado al Real Madrid tras la paz de su hogar en sus dos últimos partidos, y es que el juego del equipo de Laso dio un paso hacia atrás y se encontró de bruces ante una realidad que le dice la dificultad que es ganar un partido de visitante en este exigente grupo A de Euroliga. Así que vamos con nuestro OjO Al Blanco, el que nos dice lo que es la dura vida fuera de casa.

 

El partido lineal

Si tuviéramos que definir una sola palabra para definir el partido jugado entre Fenerbahce y Real Madrid, ésta sería sin duda: “lineal” y no solo porque el equipo de Obradovic estuvo siempre por encima en el marcador y el de Laso haciendo “la goma”, sino porque, sinceramente hablando, no se vio ningún atisbo que nos hiciera creer que la remontada era posible porque ambos equipos tuvieron un comportamiento uniforme durante el encuentro, el turco a defender con gran intensidad y dureza jugando ordenadamente sus acciones de ataque en el colectivo y con poco juego de contraataque, mientras que los de Laso buscando de forma reiterada los lanzamientos de perímetro y que encontraron poca respuesta en la red, muy insuficiente ante un equipo de la calidad al que se enfrentaba.

 

El truco del rebote ofensivo

No se engañen, ciertamente el Real Madrid tuvo un buen día en el tema del rebote ofensivo pero no lancen las campanas al vuelo, salvo Felipe Reyes pegándose con tres o cuatro jugadores turcos (como siempre), muchos de ellos procedían de lanzamientos exteriores y que hacían que el rechace fuera más largo de lo normal, vale que cuenta para la estadística, pero no es lo mismo que cuando eso se produce como consecuencia de una mejor colocación en el poste bajo, ahí el Real Madrid tiene un problema más grave de lo que parece y que se acucia cuando los de fuera no meten.

 

Maciulis y Thompkins, la mala suerte personificada

Si tuviéramos que empezar a poner nombres en la derrota, tendríamos que significarnos principalmente en dos jugadores blancos, el pobre Jonas Maciulis que volvió a recibir un golpe, esta vez en los dedos de la mano que le mandó al banquillo en la primera mitad, precisamente en un día que hacía falta más guerrilla en la cancha que el virtuosismo habitual. Y Trey Thompkins, que tuvo el partido más horrible desde que viste la camiseta blanca, mal en ataque, absolutamente horrible en defensa siendo superado constantemente por los jugadores turcos y encima con claras muestras de desconcentración mostrando fallos de comunicación y entendimiento con sus compañeros, desde luego una imagen muy distante de lo que nos ha ofrecido en otros momentos y cuya falta pagó el Madrid de forma muy cara.

 

Una orquesta desafinada ante unos solistas de lujo

El Real Madrid volvió a adolecer de uno de los grandes males que más de una vez le ha condenado, el escaso movimiento de balón en el 5 x 5 y con acciones aceleradas en escasos segundos que, cuando el balón entra, todos aplaudimos, pero cuando vemos una y otra vez los fallos tras acciones realizadas sin un orden necesario en el juego, todos (y digo todos), nos llevamos las manos a la cabeza. Hoy fue un día que prácticamente nadie del perímetro funcionó (ni siquiera en tiros libres con un paupérrimo 63% con 12/19) y el mejor blanco fue, nuevamente, Felipe Reyes. Por su parte Fenerbahce tuvo en Gigi Datome un killer de primera calidad, un anti-Ayón con Udoh y un Bogdan Bogdanovic que se permitió inclusive, meter un triple desde 9 metros y acabar siendo el máximo anotador del partido.

 

Condenados a no verse: Taylor y Doncic

Si alguien va a pasarlo mal sobre el papel con la recuperación de Taylor, va a ser Luka Doncic, hoy ni un minuto de juego y eso que los bases no estuvieron a su nivel actual ni mucho menos. Eso tiene dos lecturas, que Laso va a preferir que jueguen Llull o Chacho en ese puesto hagan lo que hagan y que Doncic, al pasar a puestos de escolta o alero, tampoco lo va a tener fácil con la recuperación de Jeff Taylor que jugó su segundo partido de blanco (gris hoy) pero que no nos dejó nada digno de reseña o de las razones que le hicieron fichar por el Madrid, esperemos que sea cuestión de tiempo y de ponerse a tono físico.

Así terminamos por hoy, el Real Madrid sigue de mini-gira, vuelta a Madrid y sábado por la tarde a Zaragoza para jugar contra el CAI el domingo a las 18 horas, veremos si lo de ganar fuera solo afecta a Euroliga.

Os dejamos con las mejores jugadas del partido.