Un articulo de: @ErZuru2000
Hace ya unos cuantos meses el Madrid le ganó al Granada un partido en el Bernabéu por un contundente 9-1. No hace falta que les diga que es un resultado inusual y requiere de unos cuantos factores para que se dé. Uno de esos factores es la colaboración (supongo que involuntaria) del equipo que recibe los nueve goles. Aquel día, concretamente, el Granada se paseó por el césped del Santiago Bernabéu. Era un Domingo de Resurrección y los jugadores granadinos dieron toda la sensación de estar medio muertos y no querer resucitar.
Una crítica deportiva objetiva y seria (que supongo ha de existir en algún país de nuestro entorno) hubiera crucificado al equipo tan escandalosamente goleado. Más aún si tenemos en cuenta que ese equipo, por aquellas fechas, corría un grave peligro de descender de categoría.
El Madrid, al menos aquel día, ejecutó su trabajo de manera impecable. Consistía en ganar el partido divirtiendo lo máximo posible a sus parroquianos. En los USA, cuna del deporte profesional en forma de espectáculo, hubiera recibido todos los elogios acordes a su partido. Y quien dice los USA, dice cualquier país en el que se practique deporte profesional. Miento, en cualquier país, no. Aquí el equipo que hizo su trabajo recibió más críticas que el equipo que no lo hizo. Fue criticado, fundamental y básicamente, por su ensañamiento. En conclusión, se tomó aquello como una falta de respeto para el Granada y sus jugadores. En aquel momento, al escuchar algunas de estas rocambolescas críticas me pregunté retóricamente por quién era más irrespetuoso con el Granada, si los jugadores del Madrid o los propios jugadores del Granada comportándose como zombies.
Echándole muy buena voluntad, el mensaje podría calificarse como peculiar y pintoresco. En definitiva se criticaba a todo aquel que habiendo ganado 100, no se hubiera conformado con ganar tan solo con 50. O a aquel periódico que habiendo tirado 500.000 ejemplares (no se descojonen) no se había conformado con tirar solamente 250.000 y dejar parte del mercado a la competencia. Quien dice periódicos, dice oyentes de radio. O ya puestos, hubiera habido que considerar seriamente que el mensaje llevaba una crítica implícita a Rafael Nadal, héroe nacional, por avasallar a Roger Federer en aquella final de Roland Garros en la que le dejó hacer tan solo cuatro juegos en los tres sets de rigor.
Pero todos ustedes saben, como lo sé yo, que todo lo anterior es falso. Lo del respeto faltado al rival era una excusa estúpida. Muy pocos meses antes, se dio otro resultado parecido en una eliminatoria de Copa del Rey. Barcelona 8 SD Huesca 1. El Huesca era un equipo de segunda B y ya había perdido el partido de ida en su propio campo por un contundente 0-4. Si lo del Madrid, contra un equipo de su misma categoría, a muchos les pareció un ensañamiento injustificable, ni les cuento lo que les debería haber parecido lo de esa eliminatoria de Copa. Sobra decirles lo que pasó, mejor dicho, lo que no pasó.
El propio Barcelona, muy poco después, protagonizó un episodio similar, esta vez contra un equipo de primera división, el Córdoba, al que venció por 0-8 y que estaba prácticamente en segunda división. Tampoco hace falta que les diga lo que no pasó.
Claro que sí, ustedes lo saben. Yo lo sé. El periogolfo de turno lo sabe. Los juicios sobre determinados hechos se hacen en función de quién los hace y no por la trascendencia o importancia de los mismos. Y es una práctica profesional (¿) muy peligrosa y moralmente execrable. ¿Se imaginan que los jueces juzgasen en función de las personas y no de los delitos cometidos? Este buen hombre, padre de familia, me cae bien. Ha matado y violado a una niña de siete años, pero es muy buena persona. Hiperbólicamente hablando, eso, exactamente eso, es lo que lleva haciendo el periogolfismocon el Madrid desde hace mucho tiempo. El juicio sobre un partido con un marcador final escandaloso varía en función de quién haya sido el equipo goleador.
Les he traído hasta aquí el caso del partido contra el Granada porque, hasta ese momento, yo no había asistido a nada tan groseramente parcial y falto de profesionalidad. Hasta esta temporada, claro. Este año, los mismos que clamaban contra el ensañamiento del partido del Granada, claman justamente por todo lo contrario.
Volviendo a echarle buena voluntad y obviando el doble grueso tronco de medir, un servidor podría entender las críticas hacia el resultado de los nueve goles a uno. Este año, sin embargo, no encontramos con un nuevo giro de tuerca. Ya no valen ni los resultados intermedios. En realidad, podría decirse que no vale nada o casi nada. Ni resultados, ni un entrenador educado que les contesta a todo, ni estadísticas, ni clasificaciones, ni excusas justificadísimas, ni, por supuesto, el presidente. Y lo peor de todo, es que esa mercancía está siendo comprada por parte de la propia gente del Madrid.
Este año, creo yo, hemos asistido a la eclosión definitiva de los perros rabiosos. Pero no se engañen, esto viene de lejos. El encabronamiento y la rabia han ido subiendo de temperatura a medida que ha ido pasando el tiempo y el club se ha ido cerrando en banda cada vez más. A fin de cuentas ellos saben, nosotros sabemos y sospecho que el club también, que su negocio y sus lentejas dependen del Madrid. Si el Madrid no existiera, el 90% del periodismo dizque deportivo tampoco existiría. Tomás Roncero tendría un local en Malasaña donde echaría las cartas, adivinaría el futuro y haría sesiones de ouija. FrediRelaño dirigiría una agencia de contactos. Antón Pelanas tiraría sidra en algún garito de Gijón. Manolo Siamés Lama regentaría una…pues eso…una. Y me veo a más de uno durmiendo la mona, roncando entre cartones.
Tan es así lo anterior que miren todos ustedes si han tenido temas para ejercer su profesión. Tienen al FC Imputados a su completa disposición para investigar, informar y trabajar. Han tenido el tema de la compra de partidos. De hecho tienen al capitán de uno de los equipos punteros imputado y ni caso. Está el Platinatogate, el villaratogate y el blateratogate. Agua. Solo el Real Madrid CF. Es más importante discernir sobre el carácter defensivo de Benítez que investigar sobre la extraña concesión del mundial de Qatar.
No sé dónde está el origen de todo esto. Supongo que se remontará a los tiempos de D. Santiago y de cuando construyó un equipo referencia mundial. Una institución alrededor de la cual revoletear y mariposear y de la que vivir vendiendo información o, incluso, en el mejor de los casos, en la que meter las zarpas.
Según ha ido pasando el tiempo y el club se ha hecho más grande y rico, la cosa ha ido a peor. Ellos quieren más y amenazan con hernias o con editoriales incendiarias. El club, por el contrario, cada vez les da menos. La mayoría de ellos, en lugar de suavizar su postura, negociar y pactar, ha decidido tirar por la calle de en medio. Si el Madrid no les da, ellos tampoco. Recuerden aquellas palabras de Pericopablo negando las portadas a Cristiano con independencia de sus hazañas y goles. Las ventas de periódicos siguen bajando y supongo que la audiencia de sus dizque programas tampoco va más allá. Pero les da igual.
Y se inventan las excusas. Si el Madrid no les deja entrar a los entrenamientos, no les deja viajar con el equipo o no les da las entrevistas que ellos quisieran, nos cuelan la milonga de que a ellos les da igual, que los que perdemos somos los aficionados. Ellos son solo unos intermediarios entre el club y la afición. ¿Intermediarios? ¿De qué, de quién y para qué? ¿Para preguntar doscientas veces al entrenador de turno la misma gilipollez? ¿Es o no es Cristiano el mejor jugador del mundo? No sé a ustedes, pero a mí, lo único que me interesa de un futbolista es lo que hace en un partido. ¿Alguien medio normal perdería ni un minuto de sueño para escuchar las disertaciones del Canelita o los balbuceos del Messi?
Las puertas se van cerrando. Y ellos echando cada vez más mierda. Y las puertas se siguen cerrando. Y entonces se nos viene el advenimiento de la segunda gran gilipollez a modo de justificación. Como no les dan información se la tienen que inventar. Así que han decidido dedicarse a la himbestigación. Buenísimo el último invento. Benítez le habría dicho a Sergio Ramos que no bebiese cerveza. Otro más…y van…Acudir a ese argumento para justificarse debería ser motivo más que suficiente para retirarles el carnet
Y en este ambiente se nos ha venido la temporada y han comenzado los partidos. Pero los perros rabiosos no se han ido, siguen aquí. Y ahí estamos. El Madrid, en parihuelas, lesionado y cansando, ha ido sacando los partidos adelante con mejor o peor juego. Varios equipos le han puesto en apuros en distintos momentos de la temporada. Y los perros rabiosos han empezado a lanzar dentelladas.
En el peculiar caso del Real Madrid CF, no vale ganar por muchos goles, eso es ensañamiento. Tampoco vale ganar por pocos. Tampoco valen las excusas de lesiones y cansancio (en otros sí, especialmente en el caso del Barcelona, club al que oí ser justificado hace pocos días por ese gran madridista llamado Rafael Martín Vázquez, argumentando precisamente el tema de las lesiones). Tampoco vale tener un portero excelente, porque como pare lo que le llegue (aunque sea poco), los puntos conseguidos serán gracias a una anomalía (recuerdo los tiempos en los que Curtois y Victor Valdés eran grandes porteros que daban puntos a sus equipos…y así debía ser). Empatar tampoco vale, ya que el Madrid nunca puede estar satisfecho con un empate. Dan igual las circunstancias y el juego. Y las excusas, que en otros casos sí valen, ya hemos visto que tampoco.
Empatar en una situación casi heroica da para tildar al entrenador del Madrid de maniático del cero cerismo. ¿Dónde está límite? ¿Meter cinco goles y suspender los partidos al llegar a esa cantidad para no faltarle al respeto al rival? ¿Conceder tres acercamientos a la portería propia y ni uno más o te acusaremos de ganar los partidos gracias a tu portero? ¿Cuál es el resultado ideal que debería conseguir el Madrid en todos sus partidos para no tener ni un solo reproche por parte del periogolfismo?
Son preguntas estúpidas porque tengo para mí que les da igual el resultado, el juego y los títulos. Ellos quieren otra cosa. Quieren influir, vender edredones, traficar con la información y con favores. Quieren dar exclusivas. O como la Prisa, en su momento, quieren tener una participación en la sociedad que gestionaba los derechos de imagen del Madrid. Eso es lo que quieren y, supongo, muchas cosas más que nada tiene que ver con los goles a favor y en contra. Y mientras no lo consigan, dará igual que el Madrid meta veinte goles o meta medio gol.
El tiro de gracia, finalmente, se lo ha dado el canal de TDT. Gratis, en HD y a disposición de todo el mundo. Imagínense lo que daría la Prisa de la Ouija por un canal así o el mismo Universo de la Hernia. Un canal que, incluso siendo de pago, ya les está quitando mercado. ¿Se imaginan la audiencia que tendrán las conexiones posteriores a un partido Madrid-Barça, sobre todo si ha ganado el Madrid? Mucho dinero, mucha publicidad, mucho negocio. Y sin olerlo. Eso es lo que les importa. Y eso es lo que les tiene encabronados. Los perros rabiosos…y nada más. Alguno terminará roncando entre cartones.